Algo que no se puede negar es que al cierre de la administración, en materia de popularidad el presidente Andrés Manuel López Obrador puede estar más que contento, pues su aprobación se mantuvo alta, pero en materia económica el reto que le deja a la próxima presidenta, Claudia Sheinbaum, es grande.
Si bien será el secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, quien mantenga la continuidad y ya sabe bien en dónde están los hilos “sensibles” que deberá mover en los siguientes meses, el cierre en materia económica no fue al final como se esperaba, y si no, hay que preguntarles a empresarios y banqueros.
Por un lado, con los datos que se tienen y como bien han dicho las diversas áreas de estudios económicos, como la de Intercam, por ejemplo, el crecimiento económico de este sexenio posiblemente termine siendo el más bajo que se tenga desde la administración del expresidente Miguel de la Madrid Hurtado.
En promedio anual, la economía creció en el sexenio alrededor de uno por ciento, que se compara con el 1.9 por ciento de Enrique Peña, 1.4 por ciento de Felipe Calderón, 1.8 por ciento de Vicente Fox, 3.5 por ciento de Ernesto Zedillo, 4.0 por ciento de Carlos Salinas y 0.1 por ciento de Miguel de la Madrid.
Las estimaciones hechas en materia de PIB per cápita del Banco Intercam, que preside Eduardo García Lecuona, son interesantes, ya que si se hace la pregunta de cuánto dinero le tocaría a cada mexicano si se divide el PIB en partes iguales, la administración actual apenas logrará que el PIB per cápita crezca en 0.14 por ciento durante todo el sexenio, sólo por arriba de la caída que tuvo con Calderón, de -0.13 por ciento y con Miguel de la Madrid, de -2.09 por ciento.
Para el pasado quedarán las promesas hechas durante varias décadas de que alcanzaríamos el anhelado crecimiento de cinco por ciento, ni a dos llegamos, y aunque se empeñan en decir que no se deben ver esos números, lo cierto es que siguen siendo la forma de ver cómo avanzamos, pues el PIB per cápita no creció y además el crecimiento sexenal es inferior al crecimiento del empleo, por el orden del 1.6 por ciento y de la población económicamente activa, con todo y que hubo aumento del salario mínimo y se puso en marcha la ley del outsourcing.
Por lo pronto, todos en una tensa calma, ya que entre las elecciones de Estados Unidos, la reforma judicial que arranca el último fin de semana de agosto con la puesta en marcha del Congreso, los números del final del sexenio no pintan bien.
Caintra y su apuesta por las Pymes
La red de pequeñas y medianas empresas (Pymes) que constituyen las cadenas de proveeduría de las grandes empresas tractoras, es una característica distintiva de la industria de Nuevo León, que le otorga mayor resiliencia respecto a otras regiones del país, y lo que ha hecho que sea uno de los principales estados con mayor llegada de empresas internacionales.
La Caintra, que tiene como director a Juan Pablo García Garza, tiene claro que hay particularidades de la industria de Nuevo León, que la hacen diferente.
Una es su robusto ecosistema Pyme, ya que son más 14 mil Pymes, y que la industria nuevoleonesa ha comprendido la relevancia de integrar a las Pymes a las cadenas de proveeduría de las grandes empresas tractoras, como un impulso al empleo y con ello, a la economía del país.
Por eso no hay que perder de vista la Expo Pyme 2024, del 10 al 12 de septiembre, en el centro de convenciones de Nuevo León, en donde se espera una derrama estimada en dos mil 500 millones de pesos, 40 por ciento superior a la del año anterior.
La edición de este año contará con 102 empresas tractoras y con 200 compradores para alcanzar la meta de dos mil 300 citas de negocios efectivas, expectativa que se fundamenta en mil 900 requerimientos que han registrado las grandes empresas de los sectores construcción, embalaje, uniformes, pintura, fumigación, refrigeración y mantenimiento, congelados, seguridad, artículos promocionales, entre otros; sin duda la vinculación y las cadenas productivas son claves en el éxito del estado.
Alinear las patentes médicas, el reto
Esta semana se celebró la XI Conferencia de la Red Panamericana para la Armonización de la Reglamentación Farmacéutica, convocada por la Cofepris, de Alejandro Svarch, y quien recordemos será el próximo titular del IMSS Bienestar, encuentro que se realizó acompañado de Alicia Bárcena, titular de la SRE y próxima secretaria del Medio Ambiente.
Lo interesante es que todos los asistentes coincidieron en que es necesaria una alineación regulatoria para simplificar requisitos, reducir costos y disminuir tiempos para la supervisión y aprobación de la producción y uso de nuevos medicamentos y vacunas.
Y es que algo está claro, la autosuficiencia sanitaria es esencial para atender cualquier emergencia sanitaria, pues ya se vieron durante la pandemia de Covid-19 los grandes nudos y carencias que se tienen en el país en ese tema.
Entre los participantes estuvieron reguladores y representantes de laboratorios de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Uruguay, Cuba, Ecuador, así como de la Organización Mundial de la Salud.
Por parte de México estuvieron laboratorios nacionales agrupados en la AMELAF, que preside Luis Verduzco, cuyos representantes sostuvieron reuniones con sus contrapartes para explorar opciones de fabricación de fórmulas activas y exportación de medicamentos a los países de esta región.
Desde luego también participaron la Anafarm, Canifarma y la Comisión de Salud del Consejo Coordinador Empresarial, todos con la misma visión de fortalecer la industria en el país, pero sobre todo de que los mexicanos tengan acceso a las patentes médicas cuando se requieren y de forma inmediata.
México y los bonos samurái
Contrario a lo esperado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que encabeza Rogelio Ramírez de la O, regresó al mercado samurái con la colocación de cinco nuevos bonos en el mercado, y lo mejor es que estuvieron alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.
El monto total colocado fue de 152 mil 200 millones de yenes, equivalente a mil 50 millones de dólares, en donde se contó con la participación de 46 inversionistas, de los cuales, el 63 por ciento correspondió a bancos regionales, aseguradoras cooperativas y fondos japoneses. Todo indica que, al menos en ese mercado, la confianza en el país se mantiene.
Por lo pronto, la moneda está en el aire.