Tienen once años ya en el mercado, tiempo en el que no les ha sido fácil encontrar el rumbo en el negocio bancario, pero hoy aseguran que se encuentran en un momento clave de renovación al estar listos para operar en segmentos y negocios en los que no lo había hecho, pero lo más importante para Mi Banco, que forma parte de Grupo Autofin, es que este año podrían alcanzar el ansiado punto de equilibrio.
Mi Banco forma parte del Grupo Autofin que hoy ya no se concentra sólo en autofinanciamiento, aunque sigue siendo su eje central de negocio y también la división automotriz, sino que también participa en turismo en sector inmobiliario y manufactura, entre otros, pero es en el negocio bancario el que hasta ahora les había sido más difícil encontrar el camino, afirma su director general, Bernardo Rubio. "Creemos que tiene futuro el banco, estamos cerca de alcanzar el punto de equilibrio".
Además asegura que existe el compromiso de los accionistas de mantener el apoyo al banco, para que éste amplíe sus servicios y productos conforme a un nuevo plan de negocios que está ejecutando ya, por lo que no hay la intención de vender, aun cuando se han presentado interesados.
Más bien no descartan ya crecer de forma inorgánica, con la adquisición de una Partera que les haga sentido.
Para Rubio, que es prácticamente uno de los fundadores del banco, la institución tiene diferentes áreas de oportunidad. El crédito automotor, que era uno de los ejes de su crecimiento en un principio, cambió porque las armadoras se volvieron financieras. Hoy tienen claro que el enfoque es financiar a las pequeñas y medianas empresas (Pymes), por lo que es uno de los segmentos en que más se han enfocado.
También reconoce que en otros años el banco se hizo de un alto nivel de activos improductivos, es decir, recuperaron bienes adjudicados por más de 400 millones de pesos, los cuales serán en los siguientes meses vendidos, recursos que retornarán al banco. Por cierto, aquí hay interesantes recuperaciones que hizo el área legal y que quizá deberían servir de ejemplo a otros bancos que hoy sufren los litigios por recuperar una garantía otorgada con un bien inmueble.
Pero lo más interesante es que en los próximos días darán a conocer de forma oficial la entrada a la red compartida de cajeros con Scotiabank e Inbursa, esa idea que ha venido impulsado Enrique Zorrilla, de Scotiabank y que incluso busca un nombre que identifique a todos los bancos que ya forman parte de ella, donde están por ejemplo Interbanco y Mifel, entre otros. También entrará con Oxxo para integrarse como corresponsal y de esa forma poder iniciar la última fase de modernización para tener banca digital y ofrecer apertura de cuentas remotas. Los planes y plazos se ven estructurados, ahora falta ver cómo avanza. Por eso la moneda está en el aire.
Y en el otro lado de la moneda, será interesante ver qué planes tendrá ahora el banco Mitsubishi, que desde esta semana cambió su nombre de Banco de Tokio-Mitsubishi UFJ para convertirse en MUFG Bank México, filial del mayor banco de Japón y uno de los 10 bancos más grandes del mundo, porque un cambio de nombre implica renovación.
En América Latina tiene presencia con sucursales en Chile y Argentina; subsidiarias en México y Brasil y oficinas de representación en Colombia, Venezuela y Perú. Busca seguir fortaleciendo sus operaciones en nuestro país en banca corporativa y de inversión, así como gestión de activos. Aquí tiene presencia desde hace 60 años.
Desde 2016 con el incremento de la relación comercial entre México y Japón con la llegada de empresas japonesas asentadas en la zona del Bajío, principalmente dedicadas al sector automotor, se ve una mayor actividad crediticia de la institución.