Los hemos visto por todas la carreteras de México, mueven el 56 por ciento de todas las mercancías en el país y el 96 por ciento de todos los pasajeros en la República Mexicana, son más de 2.5 millones de personas que viven directamente de manejar y tener un autobús, camión o un tractocamión y aun así, no se tiene en el radar su importancia no sólo para la economía, sino incluso su impacto ecológico.
Con más de 18 años en promedio de edad, la flota de autobuses, camiones y tractocamiones que circulan en las carreteras mexicanas se encuentra en un momento clave para que se les voltee a ver, ya que tras la renegociación en el T-MEC en donde fueron parte clave del Cuarto de Junto, hoy consideran que es el momento en que autoridades y sector financiero vean el aporte que realizan y se pueda iniciar un proceso de modernización de la flota con financiamientos a la medida, pero también para que los miles de propietarios de una unidad de este tipo piensen en heredar un negocio y no sólo un vehículo.
Para la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones, AC (ANPACT), que preside Miguel Elizalde, es clave trabajar en la profesionalización de los "hombre-ruta" aquellos que tienen de uno a cinco de estos camiones para que se vean como una verdadera microempresa que puedan heredar a sus hijos, para ello se requiere el apoyo de la banca de desarrollo y comercial que no ven aún en este sector el potencial de negocio que es y que hasta la fecha ha sido desaprovechado y es un área de oportunidad para que el crédito bancario crezca, ya que hasta ahora son las armadoras y grandes marcas quienes los atienden.
Hoy las normas para estos vehículos es tener, por ejemplo, desde frenos con la más alta tecnología hasta unidades que emitan menos gases contaminantes, pero para renovarlos se requieren recursos para ser competitivos con los vecinos del norte.
Hace unos años se privilegiaba la destrucción de los camiones y recibían un beneficio fiscal, hoy consideran que puede caminarse por 'estímulos verdes', que los dueños de camiones sean sujetos de crédito no sólo para vehículos nuevos, sino para usados y con ello el parque vehicular que conviven en nuestras carreteras sea más seguro para todos.
Pero parte importante de todo ello es también que se avance en temas de seguridad en carreteras; los robos por un lado y la corrupción por el otro que permite a camiones circular sin cumplir con las normas mínimas han hecho que este sector por momentos sea olvidado por autoridades y financieros, perdiéndose la oportunidad de tener una industria más fuerte.
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Y en el otro lado de la moneda, el bloqueo de cuentas por parte de la Unidad de Inteligencia Financiera a la universidad hidalguense, que incluyó en su momento las cuentas de nómina de los trabajadores, es parte del trabajo que se viene haciendo y en donde incluso hay una familia completa y morenistas incluidos. El bloqueo de cuentas es algo que iremos viendo en los siguientes meses en varios casos que ya les contaremos.
Otra monedita que hay que seguir, es que tras el ruido generado luego del anuncio de que serían Banco Azteca y luego Banorte los más 'beneficiados' para la dispersión de recursos de programas sociales, dicen participantes que los primeros pagos no han operado como se esperaba, por lo que el gobierno federal tuvo que recurrir a ver a los dos grandes bancos del sistema por su presencia nacional y nivel de transacciones que realizan para entrar al 'quite', como son Bancomer y Banamex. ¿Será? Por lo pronto la moneda está en el aire.