Moneda en el Aire

Hay crédito, pero no lo piden

La banca tiene para prestar más de 620 mil mdp, pero los banqueros reconocen que la demanda es casi nula en el sector empresarial, principalmente por la baja inversión.

Las empresas mexicanas siguen siendo más que cautas en solicitar un crédito a la banca. El menor crecimiento económico y la menor inversión han hecho que pese a existir recursos suficientes en las instituciones para financiar cualquier tipo de proyecto, la demanda sigue más que débil.

Pese al discurso y reuniones del presidente acerca de que grandes empresas internacionales harán importantes inversiones en el corto y mediano plazos y de la reducción que han ido teniendo las tasas de interés, lo cierto es que aquellas empresas de menor tamaño que mantienen activa a gran parte de la economía han optado por mantener un bajo perfil y seguir en espera de ver cómo pinta el futuro para tomar la decisión sobre si solicitan un crédito a la banca.

Programas coordinados que realizan con Nafin han sido por momentos una válvula de escape para todos, ya que datos de la Asociación de Bancos de México (ABM) mostraron que se logró acelerar la colocación de créditos para Pymes en 3.4 veces en el segundo semestre del año pasado contra el primero de 2019, y son uno de los temas que buscarán impulsar más, ha dicho Luis Niño, presidente del gremio.

Aun cuando la capacidad de la banca para prestar es de más de 620 mil millones de pesos, los banqueros reconocen que la demanda es casi nula en el sector empresarial, principalmente por la baja inversión. Aunque busquen ser positivos, mientras no exista la percepción de mayor crecimiento en la economía mexicana, anticipan que el apetito por pedir crédito no regresará a ese segmento, lo cual puede ser un mal síntoma para este año. De continuar así los próximos dos meses el panorama no pintará nada bien.

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Y en el otro lado de la moneda, acerca del coronavirus que comentábamos en columnas pasadas, algo positivo es que hay bancos que sí tienen planes de contingencia diseñados en caso (ojalá no) de que esta enfermedad llegue al país; actualmente mantienen contacto con las autoridades de salud, así como empleados que atienden a clientes de ese país con residencia en México, lo que hace falta reconocen algunos es si hay algún plan del banco central para 'lavar' —literal— el dinero como ya hacen en China para 'matar' el virus en los billetes y evitar que sea un medio de propagación.

Y otra moneda a seguir, es lo referente a la factura instantánea, en donde hay que esperar a ver si la titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Raquel Buenrostro, cambia de parecer con respecto al tema que el año pasado su antecesora y hoy ministra de la corte, Margarita Ríos, impulsaba con los bancos para emitir la factura instantánea al pagar en una terminal punto de venta con una tarjeta de crédito o débito.

El proyecto que en un inicio se esperaba estuviera listo este año al menos en fase piloto, fue puesto totalmente en la 'congeladora' por parte de la nueva titular del SAT ya que ha dicho que ese era un tema o propuesta de la banca, no de la autoridad; quizás eso fue lo que la molestó, aunque otras voces al interior del SAT aseguran que la realidad es que todo lo que hizo su antecesora lo ha descalificado o puesto en revisión.

Así, ya sea porque lo quiere realmente revisar, o como aseguran en los pasillos del SAT, no le gustaba nada de lo que se había hecho anteriormente, incluido nombramientos, ese proyecto seguirá 'congelado' o cancelado.

En la práctica para quienes sí cumplen con sus obligaciones fiscales, el tener la opción al instante de recibir su factura al pagar con un plástico era buena idea, ya que muchas veces se deja para después generarla y se pierde posibilidad de poder deducir algunos gastos, ya veremos si el tema revive. Por lo pronto, la moneda está en el aire.

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