Moneda en el Aire

Las sucursales bancarias que no veremos

La banca se enfocan en reducir el número de sucursales e impulsar el uso de las tecnologías entre sus clientes y convertir la sucursal más en un centro de negocio.

Las sucursales bancarias desde hace tiempo han estado en el centro del debate sobre si desaparecerán con la llegada de la banca en línea y en el móvil, y al menos en países desarrollados muchas instituciones poco a poco fueron cerrándolas y transformándolas más en centros de atención y asesoría para los clientes, por lo que dejaron de ser el lugar al cual ir para realizar los clásicos movimientos en ventanilla.

En México este tema no ha sido la excepción y hemos visto la evolución de las sucursales conviviendo en tiendas comerciales, en pequeños quioscos y hoy más que nunca dando servicios a distancia por sus plataformas en línea, pero el número de esos locales sigue siendo importante a la hora de elegir un banco para un gran número de mexicanos.

Quizás por ello la decisión que tomó en su momento el gobierno federal de anunciar la instalación de más sucursales del extinto Bansefi, hoy Banco del Bienestar, parecería lógico, pero no el número que se planteó, ya que sólo que no se piense cumplir con la larga lista de requisitos legales que deben tener para abrir una de ellas, desde el grosor de los vidrios por mencionar un dato trivial hasta la seguridad en las conexiones con el SPEI, todo indica que el número restante que se espera construir de dos mil 474 sucursales en los siguientes 16 meses sería muy difícil que se cumpla, salvo que la autoridad reguladora no los esté revisando por igual.

Por lo pronto, mientras en el gobierno federal se trabaja por llegar en 2021 a dos mil 700 sucursales, en la banca se enfocan en reducir el número e impulsar el uso de las tecnologías entre sus clientes y convertir la sucursal más en un centro de negocio. Los bancos más pequeños han optado ya por este camino ante la crisis que se vive y los más grandes lo están haciendo acorde a cada zona en que están instaladas. Lo que es un hecho es que competir por tener una red más grande de sucursales físicas es cosa ya del pasado; ojalá en los bancos del gobierno se modifique la estrategia y se instalen en dónde sí se requieran.

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Hoy sí, varias moneditas sueltas. La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) que dirige Santiago Nieto ha estado trabajando intensamente con los estados en la creación de unidades de inteligencia patrimonial y económicas para que tengan sus propios cuerpos; el objetivo además de armonizar legislativamente estos temas es tener una mejor comunicación y actuar, pero también en materia estadística ayudará a todos a ver los avances, obstáculos a vencer y resultados, ya como saben, son 22 los convenios con los estados. Todo esto viene al tema porque en plena época de crisis y en que los estados deben cuidar y emplear muy bien su dinero, resulta que en una de las recientes licitaciones en Nuevo León, que era esperada por muchos por lo que significará, resultó muy raro tanto para los participantes como para los conocedores de estos temas que el ganador apenas cubre el área de la eficiencia que requiere ese proyecto de infraestructura, ya que aseguran que aprobó con lo mínimo indispensable en la parte técnica. Si bien al menos en los documentos el resultado de la licitación parece todo en orden, más de un participante en la industria considera que no estaría de más revisar a detalle, incluso de hacerlo así hasta saldrían ganando.

Y ya que hablamos de estados, más allá de los temas políticos, grata impresión ha causado la nueva secretaria de Hacienda de Morelos, Mónica Boggio, entre los especialistas financieros, pues además de joven ha mostrado interés en poner orden en aquellos temas que apremian a la entidad; lleva apenas un mes en el cargo, pero aseguran que tiene todo para mejorar las finanzas de la entidad. Ojalá así sea. Por lo pronto, la moneda está en el aire.

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