Este último mes se ha hablado más que en todo el sexenio del fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero. A manera de comparación, el presidente Andrés Manuel López Obrador generó 2.4 millones de menciones, esto incluyendo todos los temas que el presidente maneja, mientras que el fiscal generó 1.4 millones de menciones solo con el tema del corruptísimo juicio en contra de sus familiares, las señoras Laura Morán y hija Alejandra Cuevas, de ese tamaño ha sido el escándalo.
Eso no es todo, las menciones sobre Gertz Manero en redes son ¡74 por ciento negativas y 1.9 por ciento positivas! -el resto de las menciones se consideraron neutrales-, números bastante contundentes, sobre lo que piensan los usuarios en torno a este tema. Más claros aún cuando los comparamos con los números de López Obrador en el mismo periodo, que tuvieron un share de 36.6 por ciento negativo y 7.5 por ciento positivo, con temas polémicos como la inauguración de Santa Lucía y la revocación de mandato.
La resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación nos confirmó que el delito contra las acusadas de “homicidio por omisión” no tenía ningún sustento. En otras palabras, hubo funcionarios públicos que se inventaron delitos para encarcelar a una persona inocente, solo por darle gusto a otro funcionario público muy importante.
Por supuesto, Alejandro Gertz Manero quedó como el malo de esta historia. Incluso los hijos de la señora Alejandra Cuevas mencionaron que el fiscal les pidió 3.5 millones de pesos y diversas obras de arte que pertenecieron a su abuelo, el hermano del fiscal, dándoles a entender que de esta manera desistiría en sus acusaciones. De hecho, según información de El País, Gertz declaró acerca de este cobro lo siguiente: “las relaciones que yo tenga por el dinero, que es reparación del daño, son asunto de la señora Laura Morán y míos”.
Sin embargo, el fiscal no está solo en todo esto, las que de hecho cometieron las violaciones a la ley y los derechos humanos son la fiscal de la Ciudad de México Ernestina Godoy, quien revivió el caso con los nuevos supuestos delitos, y la jueza Marcela Ángeles Arrieta que aceptó los delitos inventados como reales y metió a la señora Cuevas a la cárcel. Además, es creíble que todo esto ocurriera o se dejara crecer con el conocimiento y la venia de los jefes -de facto- de todos ellos, que son el presidente de la República y la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum. ¿Cuántos más conocemos que están en una situación similar?
Este caso es un ejemplo más de las enormes injusticias que se perpetúan en nuestro país debido a la corrupción del sistema judicial, por el abuso de autoridad, contubernio y fabricación de pruebas, para obtener beneficios personales políticos y económicos, entre un grupo de funcionarios públicos que operan como mafiosos desde la cúpula del poder. Gertz Manero es ahora el símbolo de la corrupción enquistada en los más altos puestos de la 4T y mientras siga siendo fiscal de la República no habrá dudas de que es un protegido de la nueva mafia en el poder.
Esto es lo que pasa cuando un gobierno cree no tener ningún límite o contrapeso y asume que se puede dar el lujo de hacer lo que se le dé la gana sin consecuencias. Diría Lord Acton: “El poder tiende a corromper, y el poder absoluto corrompe absolutamente”.
La nueva mafia del poder comete el grave error de suponer que los mexicanos olvidaremos todas estas afrentas y que pueden hacer de nuestro país lo que quieran. La oposición no es un caudillo que haga plantones frente al Palacio Nacional, la oposición somos los millones que estamos hartos de la corrupción, la inseguridad y la mezquindad de un gobierno que nos miente en la cara todas las mañanas.