Entorno Económico

El relevo en Banxico no es lo que debería preocupar

El nombramiento de nuevo gobernador del Banxico podría abrir la puerta a otra fuente de incertidumbre: un nuevo secretario de Hacienda.

Algo más que la secuencia de sorpresas inflacionarias y un nuevo sesgo de política monetaria está preocupando a los participantes en los mercados. Parece ser una mezcla entre lo que se percibe como una crítica al actuar del Banco Central a partir de los ojos del Ejecutivo federal y al próximo relevo de gobernador del Banxico. Los temores se centran en las implicaciones de política que tendría una Junta de Gobierno nombrada en casi su totalidad por el gobierno en turno y una posible erosión a su autonomía. En mi caso, no lo desdeño pero oriento la atención hacia tres puntos relacionados que considero más relevantes.

Las críticas del Ejecutivo hacia el actuar o sesgo de política del Banco Central no son nuevas tanto en México como en el exterior -sin discriminación de nivel de desarrollo económico-. De cierta forma, son un reflejo de la independencia del Banco Central, la cual lo puede llevar a actuar en la búsqueda del cumplimiento de su objetivo aún en contraste con la agenda gubernamental.

En la misma línea, pueden presentarse un número elevado de nombramientos al interior de la Junta por parte de una misma administración pública -cuatro de cinco en el caso actual. No obstante su composición, el desempeño de sus miembros tanto en lo individual como en lo colectivo es evaluado implacablemente por la opinión pública y los participantes del mercado de cara al cumplimiento de su objetivo de ley. Es decir, los incentivos de los miembros de la Junta tienden a alinearse en general con el mandato del Banco Central.

Es por lo anterior, entre otras razones, que en lo personal no me preocupa excesivamente la composición de la Junta de Gobierno de Banxico en el corto plazo -incluido el nombramiento del nuevo gobernador. No obstante, prefiero enfocarme en otras dos fuentes asociadas de incertidumbre.

En primer término, me consterna más la posibilidad de propuestas de modificación a la Ley del Banco Central que pudieran transitar exitosamente en el Congreso durante los siguientes meses. De existir mayoría constitucional, los riesgos de un escenario de cambio de mandato (hacia pleno empleo en adición a un objetivo de inflación) podrían agudizarse.

Lo mismo en el caso de aquellas propuestas que pusieran en riesgo el ejercicio pleno de la autonomía del Banco Central, incluido el manejo de reservas y la política cambiaria. Es decir, los riesgos los veo más fuera de los muros del Banco Central, en particular en las iniciativas legales que pudieran prosperar.

En segundo término, me llama la atención que al menos en uno de los escenarios de mayor probabilidad, el nombramiento de nuevo gobernador de Banxico podría abrir la puerta a otra fuente de incertidumbre: un nuevo secretario de Hacienda, el tercero en lo que va de la administración.

En el escenario arriba descrito, sería el nuevo secretario el encargado de acompañar un muy probable proceso de reforma fiscal. Dicha reforma también se encuentra en el centro de las grandes incógnitas de los participantes en los mercados y fuera de ellos. Lo anterior ante la perspicacia que emerge desde la lógica de elevar el margen de maniobra de la Secretaría de Hacienda frente a un limitado espacio de ajuste adicional de gasto y la autoimpuesta restricción de no elevar o introducir nuevos impuestos.

Así, mi incertidumbre respecto a los próximos cambios en Banxico se centra más en procesos independientes o en ‘efectos de segunda ronda’. Recomiendo no perderlos de vista.

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