Entorno Económico

Recuperación económica en moderación

Joel Virgen anticipa una moderación en el ritmo de recuperación económica a partir del tercer trimestre.

Hace ya tres meses, en este mismo espacio, alerté sobre la expectativa de cifras de recuperación económica a doble dígito en términos anuales durante el segundo trimestre del año. Tal expectativa se materializó con avances anuales en el IGAE de 21 por ciento en abril y anticipados de 25 por ciento y 15 por ciento para mayo y junio según el Nowcast del Inegi.

La materialización de mi pronóstico no tiene gran mérito, es el resultado de un simple cálculo aritmético, un fenómeno meramente estadístico donde un excepcionalmente bajo nivel de actividad en el segundo cuarto del 2020 se compara con otro que aún estancado, debería reportar avances anuales de dos dígitos. Bajo el mismo espíritu, ahora anticipo una moderación en el ritmo de recuperación económica a partir del tercer trimestre. Sin embargo, hay al menos dos agravantes a subrayar más allá del desvanecimiento del efecto aritmético arriba descrito.

En primer término, la recuperación parece dar indicios de moderación desde el cierre del segundo trimestre del presente año. En específico, el Inegi pronostica avances mensuales de 0.6 por ciento y 0.3 por ciento en el IGAE de mayo y junio. Es decir, de un ritmo anualizado de 7 por ciento a uno por debajo de 4 por ciento -cálculo exento de efecto de base de comparación anual. La moderación ya parece estar aquí.

En segundo lugar, vale la pena comparar dicho ritmo esperado de avance al cierre del segundo cuarto (0.5 por ciento mensual promedio) con el avance promedio que nuestra economía suele mostrar en periodos de recuperación y consecuente expansión económica. En particular, en los últimos tres ciclos de expansión se han presentado medianas de tasas mensuales de 0.2 por ciento, 0.3 por ciento y 0.2 por ciento para los periodos 1995-2000, 2002-2008 y 2009-2018, en el mismo orden.

Lo anterior nos sirve de referencia contra la cual contrastar una desaceleración mensual esperada de 0.6 por ciento a 0.3 por ciento entre mayo y junio del presente año. Para julio, es muy probable observar cierto repunte frente a un contexto de semáforos estatales en verde y amarrillo y la consiguiente relajación de las medidas de astringencia que se mantenían en pie y que afectaban parcialmente la movilidad de consumidores y productores.

En tercer término, conviene considerar al menos dos factores que podrían dar continuidad a un proceso de moderación en el ritmo de recuperación económica este mismo año. Por un lado, hay que tomar en cuenta que la moderación en el avance mensual va también de la mano de los incrementos decrecientes marginales en movilidad de consumidores y reactivación de productores hacia un nuevo equilibrio con una capacidad de generación de crecimiento económico más limitado -herencia del mismo choque económico de 2020 y el limitado apoyo contracíclico por parte del gobierno.

Por otro lado, tenemos la tercera ola de contagios en México, lo cual muy probablemente signifique un nuevo revés a la actividad económica entre finales de julio y agosto. Desde luego, es muy poco probable observar esfuerzos de encierro similares a los de 2020 por varias razones. No obstante, sospecho que la actividad económica no se mantendrá inamovible durante la mencionada tercera ola, sobre todo en lo concerniente al sector servicios.

Tomando en cuenta todo lo anterior, reitero mi pronóstico de avance económico para todo el año 2021 de 5.5 por ciento en contraste con el apoyado por el consenso de analistas de 6 por ciento.

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