Entorno Económico

¿Qué esperan los Bancos Centrales de Colombia y México?

En el caso de BanRep y Banxico, y a pesar de que las tasas de inflación y sus expectativas se mantienen por arriba de sus objetivos, se han enviado ciertos mensajes que parecerían sugerir una postura ligeramente más consecuente con un próximo inicio de recortes.

Ya hacia principios del presente año, ya se percibía que los bancos centrales de Latam serían los primeros en comenzar un proceso de normalización en las condiciones monetarias. Tal percepción no se basaba necesariamente en las dinámicas inflacionarias de aquel momento, sino en el decidido esfuerzo de astringencia monetaria. Tal esfuerzo llevó a que la región alcanzara niveles excepcionalmente altos en sus tasas reales de interés en relación con otras economías emergentes. Hoy en día es claro que tal expectativa fue solo parcialmente validada y deja entrever las principales restricciones que enfrentan aquellos bancos centrales que todavía no despliegan un primer recorte en su tasa de referencia. A continuación, tres reflexiones.

Los casos del Banco Central Do Brasil y del Banco Central de Chile son ilustrativos de la conjunción de buena parte de las condicionantes tradicionales para comenzar un ciclo de recortes -en ambos casos a partir de agosto del presente año. A la fecha, las tasas de inflación anual han descendido en 7.3 y 9.3 puntos porcentuales desde sus máximos de 12.13% (abril 2022) y 14.08% (agosto 2022), respectivamente. A la par de tales descensos, y quizás todavía más relevante, fue la materialización de un descenso en las expectativas de inflación de corto y mediano plazos. Tal dinámica ya ha llevado a que las expectativas de inflación a doce meses ya se encuentren dentro del intervalo de variabilidad alrededor del objetivo del 3% en ambos países, así como también aquella respectiva al cierre del 2024.

Lo anterior, añadido a un gradual enfriamiento de sus economías, ha permitido que los bancos centrales de Brasil y Chile ya acumulen hasta 1.5 y 2.25 puntos porcentuales en recortes sobre su tasa de política monetaria. No obstante lo anterior, los niveles de tasas de interés reales se ubican todavía por arriba de lo que cada uno de esos bancos considera su tasa de neutralidad (4.8% y 0.8%, en el mismo orden). Es decir, las condiciones monetarias permanecen restrictivas con tasas reales altas de 8.0% y 5.5% en Brasil y Chile, respectivamente. Los esfuerzos de recorte no han sido más ambiciosos posiblemente ante el reconocimiento de ambas autoridades de que persisten altos niveles de incertidumbre y de ahí la necesidad de ser más cautelosos.

En el caso de Colombia y México, la inflación general y subyacente también ha descendido. Sin embargo, dichos descensos han sido mucho más moderados en comparación con el otro par latinoamericano. En específico, una vez que la inflación general alcanzó un pico en 13.3% (marzo 2023) y 8.7% (septiembre 2022), en el mismo orden. Los descensos en la inflación han sido de 3.2 y 4.4 puntos porcentuales en Colombia y México, respectivamente. Todavía más preocupante, las expectativas de inflación de corto (a doce meses) y mediano plazo (cierre del 2024) permanecen por arriba del intervalo de variabilidad que rodea al objetivo de inflación en ambas economías. El consenso de analistas permanece incrédulo respecto a la materialización de la trayectoria de inflación pronosticada por el Banco de la República y por Banxico.

Así, tomando también en cuenta que la economía de México se encuentra operando por arriba de su sendero potencial de crecimiento y la de Colombia prácticamente en ese nivel, hay razones para ser cautelosos. En este contexto, sus tasas de referencia de política monetaria se mantienen sin cambio desde que alcanzaron un pico en 13.25% (Colombia) y 11.25% (México) hace ya varios meses. Así, sus tasas de interés reales permanecen altas en 7.3% y 6.8%, en el mismo orden, claramente por arriba de sus referencias neutrales en 2.3% y 2.8%. Lo anterior se refleja en una posición donde los respectivos bancos centrales han decidido esperar por “condiciones que den mayor confianza” y “por cierto tiempo” en un clima de alta incertidumbre.

Finalmente, cabe mencionar algo que llama la atención. En el caso de BanRep y Banxico, y a pesar de que las tasas de inflación y sus expectativas se mantienen por arriba de sus objetivos, se han enviado ciertos mensajes que parecerían sugerir una postura ligeramente más consecuente con un próximo inicio de recortes. El de BanRep en Colombia podría ser más implícito, lo anterior porque dos de sus siete directores ya han votado por un recorte de 25 puntos base en sus últimas dos reuniones de decisión de política monetaria. En el caso de Banxico, entre sus reuniones de septiembre y noviembre, decidieron sustituir la referencia a “un periodo prolongado”, en el cual se deberá mantener sin cambio la tasa de referencia por un nuevo fraseo: “por cierto tiempo”.

Quizás lo anterior no debería interpretarse como un inoportuno lapsus “paloma” o de laxitud ante las condiciones y riesgos inflacionarios, sino considerar la opción de un ajuste en las condiciones monetarias hacia un nivel menos restrictivo, pero todavía congruente con la trayectoria de convergencia de la inflación. Eso tendría que ser comunicado de manera muy cuidadosa a los participantes en los mercados, aunque ya no debería sorprendernos el observar ciclos de ajuste monetaria discontinuos o por escalas.

Joel Virgen es el analista económico del sector financiero con sede en Nueva York, EUA. Sus opiniones no necesariamente representan las de una institución financiera en particular. Twitter: @joelvigen.

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