Desde el año pasado, el 5 de octubre se celebra en Houston, Texas, el día de Luis Angel García Álvarez.
¿Cuál es la razón de esa decisión que tomó el alcalde Sylvester Turner, para reconocer a un hombre nacido en 1978 en la Ciudad de México? El punto medular de esta historia data de 2004.
Desde niño se mudó al área metropolitana de Monterrey, junto con sus padres. García Álvarez, fue habitante del municipio de Cadereyta, Nuevo León, durante años y se graduó de la UANL como diseñador industrial. Recién egresado, emigró a Texas en 2002.
Casi dos años después regresó de Estados Unidos con algo de dinero. De vuelta en Monterrey, invirtió sus ahorros y un préstamo de su padre, en una ambulancia. Estableció una pequeña empresa de traslados médicos programados. Dice que no iba mal el negocio, pero su crecimiento requería de financiamiento que no obtuvo en México.
Aprovechando la condición de ‘residente’ legal que obtuvo después de años de trámites, Luis Ángel decidió cruzar de nuevo la frontera norte durante un tiempo, a fin de reunir del otro lado más capital. Ya no volvió, salvo para esporádicas visitas a sus familiares.
En 2004 obtuvo un puesto de trabajo como operador de una prensa hidráulica en la fábrica en donde laboraban sus hermanos, en Houston. Harto de la monótona tarea, buscó oportunidades para trabajar como maestro de fotografía, otra de sus habilidades.
Fue a dar a una institución sin fines de lucro, a la Asociación para el Avance de México Americanos (AAMA), en donde en lugar de un puesto como profesor, le ofrecieron el de enlace con instituciones educativas como el Tec de Monterrey. ¿La misión? Educar a mexicanos instalados en Texas para que mejoren su condición económica.
En 2008 fundó su propia organización, a fin de llevar a cabo planes que no pudo concretar con AAMA. Luis la llamó inicialmente La Raza United, nombre que a la postre cambiaría a SEDES o System for Education Empowerment and Success, cuando comenzó a operar oficialmente, en 2010.
Inicialmente, esta institución que vive de donaciones del banco BBVA y de la Ciudad de Houston, se concentró en brindar clases de inglés y de GED (Desarrollo de Educación General), necesarios para continuar la educación profesional en Estados Unidos.
¿Por qué esos dos? Porque ambos representan la herramienta para romper una barrera de crecimiento laboral, explica García Álvarez. En Estados Unidos puedes sobrevivir con el español, pero vivirás marginado de oportunidades para salir de la pobreza si no aprendes el otro idioma.
Con la pandemia, SEDES integró clases en línea y un curso peculiar: educación para padres. Resultó indispensable para que los alumnos no dejaran de estudiar por cuidar a sus hijos en casa.
Luego, agregó el de electricidad, el de finanzas personales, enriquecimiento personal, educación necesaria para saber qué hacer con el dinero cuando la educación incrementa los ingresos en la casa, comenta Luis Ángel, quien se las arregló para becar en algún porcentaje a sus mil 200 alumnos anuales, que ahora provienen de toda Latinoamérica, con la oportunidad que brinda la educación a distancia.
Por el impacto de sus actos, el 5 de octubre de 2021 llegó el reconocimiento. Sylvester Turner entregó al nacido en la Ciudad de México el Premio del Alcalde al Activista de la Comunidad de la Herencia Hispana 2021 y decretó esa fecha como el día de Luis Ángel García Álvarez, en la ciudad.
Los mexicanos y los hispanos en general, representan más en términos económicos y políticos que el peso que se les brinda en representación gubernamental.
El laureado mexicano prepara propuestas legislativas que permitan a la gente de ese origen abrirse puertas oficiales en puestos de la administración del país vecino.
Pero eso no es posible, admite, sin educación. Los hispanos deben estar mejor educados para defender su liderazgo.
Cubrí en tres ocasiones la Reunión Anual del Foro Económico Mundial, en Davos. Conocí allá a emprendedores sociales cuya ganancia está en el impacto en la gente, no necesariamente en lo económico. Un Kilo de Ayuda creció en buena medida por su exposición en ese encuentro alpino. Luis Ángel califica para esos estándares. Pero en su perspectiva también está el influir en la política. Vale la pena seguir a esta figura hecha en México con impacto binacional.
El autor es director general de Proyectos Especiales y Ediciones Regionales de El Financiero.
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