Parteaguas

¿Tienen contador todavía? Cuidado, se les va

Quienes estudiaron contaduría pública para atender nuestra relación con el SAT parecen entrar en una etapa de revaloración, de oportunidades y prosperidad.

Suelen ser los más nobles del salón de clases. Esos personajes disciplinados, a veces retraídos, que por alguna razón decidieron tomar los problemas de los demás y resolverlos.

Quienes estudiaron contaduría pública para atender la relación de ustedes con el SAT parecen entrar en una etapa de revaloración, de oportunidades y prosperidad.

Sucede que están escasos en Estados Unidos y eso ya mueve el mercado en toda la región norteamericana… que incluye a México en días de trabajo remoto.

Tomen este ejemplo: me avisan que EY, uno de los gigantes en materia de consultoría fiscal en el mundo, está buscando gente que le ayude con la contabilidad, digamos, de The Walt Disney Company, entre otras empresas estadounidenses.

En lo que eso se confirma, tomen en cuenta esta información como pista. Esta compañía con oficinas centrales en Londres, tiene varias posiciones abiertas en México con el nombre de Consultor Senior de Impuestos. Son ofertas subidas ayer.

Entre los requisitos de EY está el de tener un título profesional en contaduría pública, pero la lista de características también incluye literalmente:

“Conocimiento del marco tributario, reestructuras corporativas, reformas, impuestos corporativos, consultoría de impuestos; indispensable experiencia manejando impuestos internacionales, con clientes multinacionales; inglés intermedio-avanzado”.

¿Por qué si el personaje acreedor de tal responsabilidad operará en Avenida Ejército Nacional, en la alcaldía de Miguel Hidalgo, debe estar al tanto de cómo pagan gravámenes en Wall Street?

Sucede que hoy muchas profesiones operan internacionalmente, mediante el modelo de trabajo virtual, temática en torno a la cual hoy El Financiero Bloomberg TV ofrecerá un Meet Point en vivo.

Los contadores parecían al margen de esta tendencia que reclama en buena medida a expertos en software.

Pero a partir de la presente semana la demanda de gente que sepa de impuestos podría entrar en crisis en el país vecino al norte y como fichas de dominó el impacto vendrá a dar al Paseo de la Reforma.

Recientes cambios legales en Estados Unidos anuncian un tsunami. Entre los cambios que persiguen está un mejor cobro de impuestos que las empresas se aprestan para contrarrestar. Ambos bandos mueven su ejército y reclutan artillería.

Si esa ley estadounidense propuesta por el presidente Joe Biden, que ya pasó el Senado de ese país, supera también la Cámara baja en el Poder Legislativo de los vecinos, el IRS –equivalente al SAT mexicano– contratará a 87 mil contadores públicos. Nadie sabe de dónde van a sacarlos, pero todo el mundo reconoce que se necesitan en una nación que por años abandonó su sistema de cobro de impuestos.

Ojo, hace menos de una semana, el NPR o el sistema de radio pública de Estados Unidos, ya había publicado un podcast titulado ‘Si el mundo no tuviera contadores’, que aborda justamente la escasez de personas con esta capacidad, aún antes de los cambios legales:

“No hay suficientes contadores públicos certificados en este momento. ¿Puede el mundo de las finanzas encontrar una solución para abordar este problema?”, reza su sinopsis.

Allá el gobierno contratará empleados nacionales o con permiso para trabajar; también allá, varias empresas perderán a sus contadores.

En un mundo con 5G, esas compañías buscarán soluciones que encontrarán en tecnología de sus proveedores –gigantes como EY, PWC, Deloitte, McKinsey y Accenture– que requieren más contadores que ayuden con el paquete… así sea remotamente desde México, digamos.

Y acá, francamente no los tratan bien. De acuerdo con el Observatorio Laboral de la Secretaría del Trabajo, a los 35 mil egresados anualmente de contaduría, les pagan en promedio 12 mil 800 pesos mensuales. La mitad de ese dinero bien puede irse en gasolina.

Si su contadora o contador sabe hablar inglés, cuidado. Se les va.

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