El más reciente video corresponde a una descripción del suroeste de Islandia, “Luisito Comunica” explora una cueva de hielo en ese país. El resultado de esa experiencia pueden verla en YouTube.
Hasta ayer, era el mexicano destacado en una página del sitio web del Foro Económico Mundial entre otros asistentes relevantes de otras partes del mundo.
“Conoce a los creadores de YouTube cubriendo Davos 2023″, propone en esa página web la conocida organización suiza.
“Luis Villar, mejor conocido como Luisito Comunica, es un influencer y bloguero mexicano de YouTube. Después de comenzar como un YouTuber haciendo tutoriales de piano, pronto cambió a contenido de viajes, donde sus reflexiones sobre la cultura lo convirtieron en el segundo creador de YouTube con más suscriptores en México, detrás de Badabun”, agrega el organismo.
Este exitoso generador de videos con 39 millones de suscriptores –envidiados por medios de comunicación– es una cara que brindará México al mundo para exponer lo que acá ocurre. No hay muchas más visibles hasta el momento.
¿Para qué sirve Davos? Entre otras cosas, para vender. Las empresas envían a sus directivos para aprovechar que en un solo punto pueden coincidir con otra gente que de otra manera tendrían que visitar con distintos vuelos, más hoteles, más tiempo invertido.
En Davos, todo ocurre en un radio de un kilómetro que líderes del mundo recorren a veces en coche, otras con ayuda de unos picos que atan a sus pies para no resbalar sobre banquetas de hielo.
¿Sirve Davos? Sirve, si la intención es generar inversiones o empleo en una empresa… o en un país.
India suele ser la nación más evidentemente representada en el lugar, después de Estados Unidos y las europeas. Tata y Mahindra, una poderosa marca automotriz que aún no llega a México, aumentaron su influencia y avanzaron en Europa, en buena medida por hacerse notar cada invierno en este pequeño poblado del valle alpino.
Sus directivos toman hoteles enteros y el resto de asistentes suelen ubicar esa suerte de embajada con facilidad para hacer negocios.
Empresas mexicanas que crecieron globalmente se basaron en las relaciones públicas construidas en este evento. Grupo FEMSA es un ejemplo.
Proméxico solía organizar una fiesta en algún museo local en días en los que cada año llegaban al país unos 3 mil millones de dólares en inversiones, solamente automotrices.
Esta vez no está claro quién acude a promover México. Es también un escenario distinto.
Estados Unidos, Canadá y México quieren conformar un “fuerte” en el que entren inversiones, pero no salgan las propias hacia otros lados. Nearshoring le llaman los vecinos. “Sustitución de importaciones”, lo llama el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La globalización parece desvanecerse en los discursos, aunque cada pieza de los celulares siga transitando un viaje ultramarino.
Pero el Foro Económico Mundial defiende el discurso de la aldea global, que parece desdibujarse. Unir a los líderes globales es su razón de ser. Lo hace con figuras como la del expresidente Ernesto Zedillo, director del Centro para el Estudio de la Globalización, en la Universidad de Yale.
El WEF tituló así la reunión anual que ocurre esta semana: Cooperación en un Mundo Fragmentado.
Fragmentado, dividido por ejemplo, porque este año no hay rusos ni chinos. Unos, como consecuencia de malas decisiones de su presidente; los otros en cierta medida, también, pues enfrentan una crisis de salud por Covid, debida a vacunas que no funcionaron.
¿Quién llevará un discurso mexicano? No estará allá el presidente López Obrador y no es pública la lista de líderes de empresa. En cualquier caso, estará allá un buen comunicador nacional.