La respuesta corta es: porque a la empresa no le alcanza el dinero para pagar deudas. En medio de la amenaza de quiebra, debe quedarse solo con las más atractivas.
Pero la historia no se limita a eso y no acabará pronto.
De acuerdo con Bloomberg, Bed Bath & Beyond cerró 150 tiendas el año pasado y este año podría terminar la historia de otras 250.
Hasta 2021, la empresa fundada en 1971 en Nueva Jersey contaba con un poco más de mil establecimientos en el mundo.
Pero no hay gigante que escape a un cambio en los gustos de un nuevo consumidor que no tiene la prioridad o la capacidad de comprar una casa. Ni en Estados Unidos, ni en México.
Menos, en estos días en los que bancos centrales como el Banco de México y la Reserva Federal –que imprimen y distribuyen pesos y dólares en el mundo– suben sus tasas justamente para dificultar el consumo de la gente y con ello detener la inflación.
¿Si no compran casas, para qué necesitan adquirir camas, baños y otras cosas? Eso es lo que trata de discernir Sue Grove, la actual directora de la compañía que en octubre llegó como relevista en medio de la crisis.
Unos meses antes, Bed Bath & Beyond anunciaba en México la apertura de 40 tiendas nuevas, adicionales a las 12 ubicaciones geográficas que presume en su sitio web mexicano. Acá comparte el riesgo de cada inauguración en un modelo de joint venture.
Pero hoy, todo está en la incertidumbre, sus acreedores revisarán cada dólar que gaste la compañía por su cuenta o en sociedad.
Bed Bath & Beyond experimenta un aumento de las pérdidas a medida que intenta dar un giro a su negocio. En un comunicado de ganancias del 9 de enero, dijo que su pérdida neta se amplió a 393 millones de dólares hasta el 26 de noviembre.
Desde su llegada, Sue Grove se enfocó en darle la vuelta al negocio y para ello puso su atención en los bebés, en ofrecer productos dedicados a los más jóvenes en casa.
Ella ha pasado más de 30 años en la industria minorista. Dirigió Golfsmith International Holdings y fue directora de Operaciones de Zale Corporation. También se desempeñó como asesora sénior de Alvarez & Marsal, una firma global de servicios profesionales, donde se centró principalmente en el asesoramiento y la recuperación de empresas.
Si ustedes quieren ver más productos de la compañía en México, ella tal vez deberá aplicar su talento en algo que durante años, los dueños de grandes almacenes y tiendas ningunearon: el servicio a domicilio.
Durante la pandemia, Mercado Libre y Amazon acostumbraron a la gente a recibir sus productos a tiempo y bien empacados. También, a no pelear por reclamos de consumidores.
Uno de los mayores desafíos para los minoristas tradicionales como Bed Bath & Beyond es ofrecer una selección más amplia de productos a precios más bajos.
Además, ojo, comunicar bien por canales digitales lo que venden. Antes de comprar, la gente hoy saca su smartphone de la bolsa e investiga detalles de lo que quiere.
Pero lo anterior no sirve sin una buena cadena de suministro que empieza con la sustentabilidad de sus insumos y termina en la eficiencia del motociclista que va y toca a la puerta.
A la vista de los hechos, hasta hoy, Bed Bath & Beyond no ofrece muestras de una estrategia que cambie su ruta hacia una posible quiebra.
Durante enero, los representantes de la empresa hablaron con posibles prestamistas que financiarían la empresa durante el proceso de quiebra. También con posibles compradores del negocio. La oferta contempla hasta una venta “en partes”. No hay noticias de éxito.
Triste historia para sus clientes. Ni hablar de la incertidumbre que en 2023 siembra en proveedores y empleados esta historia creada por Warren Eisenberg y Leonard Feinstein en 1971, en Nueva Jersey.