Los mexicanos cada vez cobran menos. Ahora puede explicarse la llegada de fábricas.
Un reporte hecho ayer por especialistas de uno de los bancos gubernamentales más importantes de Estados Unidos abre los ojos a una realidad: México acelera rumbo a los salarios pobres. En el mejor de los casos, la caída seguirá siendo paulatina.
Sucede que los mexicanos se atrasaron. Cuando el siglo inició, chinos, coreanos y mexicanos peleaban sueldos por fabricar cosas. Hoy, nos dejaron solos en el ring.
Corea y China tomaron la junta de consejo y la dirección general y se apoderaron de las industrias: Huawei es una marca de smartphones. Hyundai diseña y vende coches.
Hasta hoy, y después de más de dos décadas de manufactura, los mexicanos siguen presumiendo la llegada de “empleos” y no de prosperidad.
Por esos trabajos para fabricar cosas, Mattel paga el equivalente a 9 mil pesos mensuales a sus empleados en el mundo, de acuerdo con sus reportes financieros. Aquí lo expuse ya en otra columna. No es culpa solamente de esta empresa con oficinas centrales en California.
“Los bajos salarios mexicanos continúan atrayendo a manufactureros foráneos”, expuso al cierre del año pasado el Banco de la Reserva Federal de Dallas en la gráfica de un reporte: https://bit.ly/40vJj1K.
La imagen compara el cambio salarial en seis naciones de 2008 a 2021. En todas, salvo en una, los sueldos aumentaron.
En México, que ya era barato, pasaron de 7.53 a 6.57 dólares las compensaciones por hora; en Polonia, por ejemplo, avanzaron de 11.26 a 15.75 dólares durante ese largo periodo de 13 años. Para los técnicos: los datos están en PPP o Power Purchase Parity, que ya contempla capacidad de compra en uno y otro momento.
Para quienes tienen su recibo de nómina a la mano, el estudio incluye datos de salario en las maquiladoras: 4.76 dólares por hora en promedio. Unos 700 pesos diarios.
¿Por qué los salarios en México son tan bajos?
La respuesta corta es: saben hacer tan pocas cosas, que hay mucha gente que puede sustituirlos si no están cómodos. La respuesta larga la ofrece la Fed de Dallas:
“La mano de obra de bajo costo y el crecimiento de la baja productividad de México son el producto de una menor educación y capacitación de los trabajadores combinada con un gran sector informal (relativamente libre de impuestos con poca supervisión del gobierno), falta de acceso al crédito, trámites burocráticos gubernamentales y un clima de negocios deficiente”.
La educación nacional se enfoca en enaltecer héroes del pasado, que ya no están aquí para pagar las cuentas.
La Secretaría de Educación Pública debilitó la oferta de educación en arte, ciencia, idiomas, tecnología… pero eso sí, el Cura Hidalgo aparece en cada libro. Así, muchos aprenden acaso a hacer muñecas.
El nearshoring no se nota
Ahora, sí, lo del informe de ayer. En detrimento de versión de analistas económicos, la Reserva Federal de Dallas ofrece otros datos:
“Informes anecdóticos de los medios de comunicación sugieren que la mudanza de nearshoring a México está a la mano, mientras que los datos duros no brindan evidencia tan concluyente. Las cuentas anecdóticas incluyen una encuesta del Banco de México publicada en septiembre de 2022″, advierte el Banco de la Reserva Federal de Dallas, en su texto y añade: “El nearshoring en México debería reflejarse en los datos de inversión extranjera directa (IED). Pero la IED en México se mantuvo mayormente estable entre 2015 y 2022″.
Es cierto que existen casos específicos de la llegada de inversiones a Ciudad Juárez o Monterrey y algunas excepciones en Coahuila y Yucatán. Pero el anzuelo es el mismo: bajos salarios. Mientras no aprendamos cosas nuevas, eso no traerá prosperidad.