Cada vez más, las empresas menos visibles empiezan a ser las más interesantes.
Quienes tienen PlayStation o Xbox ven con frecuencia una imagen que aparece al inicio de ciertos juegos: el logotipo de Nvidia. Lo que esa empresa anunció ayer disparó 27 por ciento su valor.
¿Por qué suele aparecer ahí esa imagen? ¿Por qué ahora la compañía vale tres veces más que Meta, la matriz de Facebook? ¿Por qué casi todos quieren comprar sus acciones? Ustedes podrían hacerlo a través de la Bolsa.
El valor de cada papel saltó mil 500 pesos u 82 dólares desde el jueves. Claro, nadie puede garantizar que seguirá subiendo, pero hasta ayer, cada título cotizaba en casi 400 dólares. ¿Qué está pasando? Que esta empresa se subió a los juegos, al coche, al “odioso” tema de la IA y a nuestras vidas.
Quizás pueden ser de los que nunca tocan el control de una consola, pero los miembros de las generaciones millennial y centennial, nacidos todos después de 1980, se quedan rápidamente con el mundo y ese mercado es el que dicta el destino del dinero en este siglo.
Ustedes son ellos o tienen al menos uno en casa y en este instante hay millones de ellos jugando un videojuego. La inteligencia artificial usada en esos juguetes o la que requieren los pioneros usuarios de ChatGPT, necesitan el tipo de productos que Nvidia vende.
Ahora también los necesitan los fabricantes de coches, artefactos que mutan en robots con ruedas.
Esta compañía define así su mercancía: “Unidades de procesamiento de gráficos, interfaz de programación de aplicaciones para ciencia de datos y computación de alto rendimiento, así como unidades de sistema en chip para la computación móvil y el mercado automotriz”.
¿Qué anunció ayer Nvidia?
Que justo cuando la gente se pregunta sobre lo que viene, mostró un nuevo mundo.
A uno de sus productos le puso uno de esos nombres raros. El GForce RTX 4080 Ti es específico para videojuegos y hará que los juegos se vean y funcionen mejor. Para los técnicos, se trata de un GPU o una unidad de procesamiento de gráficos.
Éste fue el primero de los anuncios del CEO de Nvidia, Jensen Huang, enfocado en promover la inteligencia artificial (IA).
Dijo también que crearon una herramienta, Avatar Cloud Engine (ACE), que ayuda a los desarrolladores de juegos a hacer que los personajes sean más realistas a través de interacciones de lenguaje impulsadas por IA.
La empresa también comenzó a producir un nuevo servidor de GPU, HGX H100, que contiene un motor primero en su tipo e hicieron público que Nvidia producirá una nueva generación de GPU, Hopper, en 2024.
También han producido el superchip Grace Hopper y una GPU gigante, la DGX GH200, ambas destinadas a aplicaciones avanzadas de centros de datos.
Nvidia se está asociando con un gigante, un fondo que invierte en empresas de todo el mundo, como lo hizo en la mexicana Kavak. Se trata de SoftBank, con el que usarán el chip Grace Hopper en nuevos centros de datos de Japón, para reducir costos en energía.
En calidad de último “taco” divulgaron que Nvidia lanzó una plataforma para acelerar las redes en la nube, ese montón de servidores que pocos saben con exactitud en dónde están, pero que guardan sus emails y las fotos de sus vacaciones publicadas en Instagram. También, que Nvidia se unió a la agencia de publicidad más grande del mundo, WPP, para desarrollar un motor de contenido basado en IA.
Los avances de Nvidia son observados de cerca por las empresas chinas que no pueden tener acceso a esa innovación porque Estados Unidos lo impide. La empresa en cuestión tiene sus centros de producción en Taiwán. Si llegaron hasta aquí, comprenderán que esto es ya el presente y el futuro.
Entenderán por qué hay un conflicto entre dos superpotencias nucleares.