Parteaguas

A México le ‘salió’ un puerto en Yucatán (II)

Yucatán se apura a duplicar el tamaño de su Puerto Progreso. Al cierre de 2023, el gobierno estatal podría contar con poco más de 3 mil millones de pesos de una línea de crédito.

Podrá hacer muchos coches, pero México no es una potencia en construcción de barcos. Todavía…

Con esa intención, Yucatán se apura a duplicar el tamaño de su Puerto Progreso. Al cierre de 2023, el gobierno estatal podría contar con poco más de 3 mil millones de pesos de una línea de crédito recién autorizada por el Congreso del estado, lo que permitiría aumentar otras 40 hectáreas a esa infraestructura.

Banqueros que conocen el mercado local aseguran que los préstamos son viables y hasta enero, la calificadora Fitch Ratings mantenía una relativamente buena calificación de A+(mex) para la entidad. ¿Eso indica que el proceso será fácil?

Por el lado bueno para los yucatecos, el dólar hasta ahora, baja de valor y eso reduce el precio de las importaciones necesarias y los servicios para la ampliación, que podrían venir del extranjero. Por el lado retador, está el asunto de las tasas. El gobierno del estado saldrá a buscar créditos cuando están caros. Las tasas están altas, históricamente altas, luego de que el Banco de México las empujara usando sus herramientas para detener la inflación.

Pero hay más datos para esta ecuación y uno importante tiene que ver con la oportunidad.

Nadie se pregunta si México puede hacer trenes o partes de aviones, como los que hace Bombardier aquí.

Tampoco, si el país tiene la capacidad de fabricar camiones y menos coches. Ahí está Tesla como muestra y el reciente anuncio de Toyota. Luego entonces, México puede hacer barcos.

En el país al sur del río Bravo la exportación de barcos y “artefactos flotantes” explota sin hacer ruido.

De enero a abril, México exportó 531 millones de dólares de estos productos, no hay antecedentes de una cifra así. La subida fue de 86 por ciento, de acuerdo con datos del Banco de México.

Ayer expliqué aquí que coincidentemente, Invincible Boats anunció una inversión de 50 millones de dólares en una planta de producción a ubicarse en Kanasín, Yucatán, un municipio conurbado con la capital. Esta compañía con base en Florida es propiedad de Warbird Marine Holdings que vende lanchas y yates 33 a 46 pies de longitud.

Me avisan que hay otra inversión en camino para ese estado, proveniente de Georgia, Estados Unidos.

También está el asunto de los tratados comerciales. Los mexicanos pueden exportar libres de impuestos sus productos a Japón, parte de Sudamérica, los países de Europa y claro, Norteamérica. Los estadounidenses no pueden decir lo mismo.

La US Chamber of Commerce, la organización empresarial más potente del mundo, patalea para que sus políticos aprueben tratados comerciales como los que tiene México.

Pero sus diputados y senadores están ocupados dando patadas en discusiones irrelevantes.

Pero volvamos a Progreso. La historia que muchos esperan es la de Fincantieri, la empresa italiana que prometió construir en esa punta peninsular el mayor astillero de América. Aunque esa compañía enfrenta sus propios retos.

Sus ventas siguen creciendo y al cierre del año totalizaron 7 mil 349 millones de euros, pero el valor de la empresa cayó 10 por ciento en un año. Su market cap es de 894 millones de euros, por debajo de los mil 558 millones de 2019, antes de la pandemia.

Sucede que arrastra pérdidas netas justamente desde ese año, con una breve excepción en 2021, aunque se apura a conseguir contratos para revertir la tendencia y justamente ayer signó un acuerdo para construir submarinos alemanes, amén de que tiene aún 565 millones de euros en caja.

Entre tanto, el puerto yucateco avanza de una manera o de otra. Esta semana inició la construcción de un viaducto elevado para conectarlo con la carretera a Mérida, que está a 30 minutos.

¿Se cumplirá la profecía de Carlos Slim en el sentido de que el sureste de México surtirá ahora toda la costa este de Estados Unidos?

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