Los 41 años de edad. Esa suerte de “caseta” etaria se presta nacionalmente para la picardía de los albures, dicen que por razones históricas. Pero esa edad también tiene un peso importante en el destino de una de las empresas mexicanas más valiosas: FEMSA.
En 1995, la economía mexicana tenía la misma forma de una papa… hecha puré. En esos días llegó a la dirección general de FEMSA un joven nacido en Puebla a quien apodaban, “El Diablo”: José Antonio Fernández Carbajal, esposo de su compañera en el ITESM, Eva Garza Lagüera Gonda, nieta de don Eugenio Garza Sada e hija de don Eugenio Garza Lagüera. El movimiento fue atípico en Monterrey, sede del corporativo más arraigado a la sociedad local, orgullosa de su industria. ¿Un ‘foráneo’ tomando el volante de FEMSA?
Llegó al puesto respaldado por su familia y mantuvo la empresa en orden, pero su “graduación” ocurrió en 2003, con la compra de Panamco que convirtió a la embotelladora de Coca Cola en una compañía global llamada Coca Cola FEMSA, la más grande del mundo en su actividad.
Se convirtió en presidente del consejo y ha sido responsable de movimientos estratégicos como la venta del negocio de la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma a Heineken y del disparo en la presencia nacional de OXXO.
Más allá de subjetividades, durante su gestión el grupo ha elevado más de 10 veces su valor y 700 por ciento sus ingresos y utilidades, en términos reales. En el mismo lapso, la economía mexicana ha crecido 250 por ciento en dólares. Ahora, otro miembro de su familia cumplió 41 años de edad: su hijo y bisnieto de Eugenio Garza Sada, José Antonio Fernández Garza Lagüera.
El viernes, la compañía anunció cambios de liderazgo con efectos en noviembre: “La vertical de negocio de retail estará a cargo de José Antonio Fernández Garza-Lagüera. José Antonio es actualmente director general de Digital@FEMSA, donde ha impulsado el desarrollo del ecosistema digital de FEMSA desde sus inicios y ha contribuido a hacer de Spin una plataforma líder de fintech y lealtad en México”, explica un comunicado.
El cambio es anunciado como parte de un plan de la firma denominado “FEMSA Forward”, legado de Daniel Rodríguez Cofré, a quien le fue cedida la dirección general del grupo hasta antes de su muerte, por cáncer, en agosto.
El proyecto consiste en enfocar las actividades del corporativo en tres negocios: La cadena de OXXO (retail), incluyendo las OXXO Gas y las farmacias YZA; el de la embotelladora de bebidas, y el digital que hizo crecer justamente el más joven de los José Antonio, al impulsar la marca de servicios financieros Spin. Ésta tuvo un repunte similar acaso al que tuvo el brasileño Nubank en México.
Ambos están en el mismo campo de juego, pero el mexicano con tarjetas de débito, mientras que el segundo, con las de crédito.
Pronto, FEMSA contará con el conocimiento necesario para competir en ambos rubros, pues a Fernández Garza Lagüera le sustituirá en Digital@FEMSA justamente un ejecutivo de Nu, Juan Carlos Guillermety. Desde 2019, él ejerció roles de liderazgo en Nubank y hasta antes de este anuncio se presentaba como vicepresidente y director general de Nu+, enfocado en ventas y seguros.
Para Guillermety se trata de un salto natural. Hoy, Nu y FEMSA tienen un valor similar en el mercado, que ronda los 32 mil millones de dólares, pero allá, difícilmente podía aspirar a dirigir la empresa. Al corporativo de origen regiomontano llega para fines prácticos como líder de las actividades financieras que si bien representan una fracción del negocio, ya cuentan con 6 millones de usuarios activos.
Guillermety deberá convertirse en el brazo derecho del heredero natural de la fortuna de una dinastía, quien no solo querrá su propio legado a través de Spin, sino que acumula experiencia en la frenética actividad de los negocios digitales que obligan a la renovación permanente. Lo que viene es el ascenso de FEMSA en el ambiente fintech y el alcance de este conglomerado hace mucho que dejó de ser nacional.