Estuvo esta semana en la Ciudad de México. ¿Qué quiso decir el hombre más poderoso del sistema financiero de Estados Unidos?
Hablando desde Polanco, en la Ciudad de México, Jamie Dimon, director ejecutivo de JP Morgan, dijo ayer que ve una “gran oportunidad” en México, citando los mercados de capital, el de la manufactura y, ojo, la agricultura en particular.
La entrevista concedida a la periodista Susana Sáenz, de El Financiero Televisión, da luz sobre un negocio al cual, salvo por los aguacates y el tequila, los mexicanos generalmente no suelen poner atención: el del campo.
De hecho, este año no hay muchas razones para hacerlo. No es lo mismo vender tomates cuando a los estadounidenses les alcanza para mucho su dólar, que cuando a los vecinos les dan solo 18 pesos por billete.
Aún con ese obstáculo, este año las exportaciones agropecuarias posiblemente romperán récord nuevamente y superarán los 53 mil millones de dólares; casi 10 por ciento más que en 2022.
Entre quienes hacen negocios con la agricultura hablan del rezago agropecuario hasta el primer semestre del año, frente a una economía mexicana que sí crece, particularmente en las fábricas y los centros comerciales.
El nearshoring tiene más forma de planta industrial, que de plantación. ¿Por qué conviene entonces poner atención a esta sutil recomendación de “sembrar”, que hizo Dimon?
Entre otras razones, porque fue su banco el primero en anticipar y ponerle números, curiosamente, al impacto del nearshoring desde hace más de un año, en agosto de 2022:
“El nearshoring presenta una oportunidad única para que México amplíe su rol económico, ya que la regionalización de las cadenas de suministro puede aumentar su potencial para convertirse en el principal proveedor de América del Norte”, expuso el mayor banco estadounidense en un reporte llamado: Mexico Equity Strategy. Deep Dive: La Oportunidad del ‘Nearshoring’.
“Podría añadir entre 80 mil y 170 mil millones de dólares en exportaciones o de 1.2 a 2.6 puntos porcentuales de PIB por año”, advirtieron hace 15 meses los economistas de JP Morgan. Y el tiempo parece darles la razón.
¿Qué le ve Dimon ahora al campo? Eso todavía no está claro, pero hay pistas. Particularmente de empresas que dependen de lo que entrega la tierra.
Precisamente ayer, el banco puso atención a Gruma y la reportó en overweight, un grado que recomienda la compra de sus acciones, ante la expectativa de que aumenten su valor.
Esta vendedora de harina y productos de maíz se beneficia de buenos precios y de una creciente demanda de sus productos en Estados Unidos. Seguramente ustedes ya saben que desde 2014 los latinos son el grupo racial más grande de California, de acuerdo con ese centro de estudios llamado Pew Research Center.
También deben saber que en Texas rebasaron a la población caucásica en 2021. ¿Qué comen esos muchachos que en muchos casos tienen raíces mexicanas?
A Bimbo que domina el mercado del pan en este país y en el del norte, también le va bien.
Este mes, JP Morgan advirtió que se beneficiará de una baja en los precios de las materias primas que se dispararon al inicio de la guerra de los rusos en Ucrania.
Pero la producción nacional de frijol, maíz y trigo van a la baja. Por eso falta contundencia y son necesarios más datos para entender por dónde viene la jugada que probablemente hará el neoyorquino Dimon.
Naranjas, chiles, limón, tomate, aguacate… son importantes, pero su producción acumula dos años de estancamiento.
¿Cuáles son las estrellas del campo nacional? Los agaves que ya entregan 1.3 millones de pesos por hectárea, 32 por ciento más que hace cinco años; la frambuesa, el arándano, la fresa… los famosos ‘berries’ que también entregan más de un millón por hectárea y subiendo.
Pero hace falta más que eso para emocionar a un hombre tan poderoso… y líquido. Recuerden que hace unos días, Dimon anunció que planea vender unos 141 millones de dólares en acciones de JP Morgan. Es la primera transacción de este tipo desde que tomó el timón del gigante de Wall Street hace casi 18 años. Devaluados, quizás, pero tiene dólares.