Estas dos hermanas están en sus veintes y juntas pusieron un negocio antes de la pandemia. No venden artesanías, ni comida. Crearon una aplicación para generar videos de manera parecida a como hoy ustedes hacen una presentación en Power Point.
Ya tienen 33 millones de dólares que les entregaron inversionistas para aumentar el tamaño de Krikey AI, cuyas herramientas ya están disponibles también en Canva (que probablemente es mejor que Power Point).
Ellas son Jhanvi y Ketaki Shriram y no son mexicanas, pero ayer conocí su sencillez. Aún se cohíben cuando los periodistas les hacen preguntas respecto a su éxito.
Ambas estudiaron en Stanford, en donde una colegiatura cuesta el equivalente a 120 mil pesos mensuales, sin contar la manutención del angelito. La educación requiere inversión, pero genera empresas y con eso, empleos bien pagados.
Con el dinero que pagamos por una refinería, cambiamos la vida de 45 mil chavitos al resolverles la colegiatura en una buena universidad. Con un ejército así, detonamos México.
La cosa parece opcional, pero el ritmo con el que surge la información acerca de todo lo que está cambiando, educar a nuestra gente luce como una obligación.
Esto no es solo para ingenieros, aplica para todos. Si antes las cosas se movían cada año, ahora parecen sacudirse a diario.
Unas 50 mil personas de todo el mundo se concentran esta semana en torno al hotel The Venetian, en Las Vegas. La gente de AWS rentó el recinto para su evento anual denominado ‘re:Invent’, una serie de conferencias que el corporativo aprovecha para presentar innovaciones.
Todos los diseñadores de México podrían usar Canva y Krikey para mejorar sus propuestas, pero también podrían considerar el nuevo AWS Titan Image Generator, que puede crear o modificar imágenes basadas en descripciones de texto, abriendo camino para nuevas formas de arte digital. En cierto modo se parece a la propuesta de Leonardo AI.
Los analistas de datos son denominados “los nuevos magos” y en Estados Unidos los contratan recién egresados con sueldos equivalentes a unos 150 mil pesos mensuales.
Ellos pueden usar Python o esa nueva Neptune Analytics, para quienes podrán ahora descubrir patrones ocultos en enormes conjuntos de datos con una facilidad sin precedentes.
El resultado es el descubrimiento de historias que los datos cuentan, abriendo nuevas avenidas en varios sectores, desde finanzas hasta salud. ¿Recuerdan las vacunas de Pfizer? Imaginen cómo le hicieron para atacar al covid-19 en menos de 300 días en lugar de los 10 años que tomaban investigaciones así en el pasado.
¿Les urgen vendedores? Su nuevo equipo podría entrenarse en Amazon Q, un chatbot impulsado por IA, para atender clientes sin llamadas y conectar esas relaciones directamente con las ventas y la cobranza. Por cierto, Generation, una propuesta social de McKinsey, ya tiene un programa de educación en ventas útil para quienes tienen gente en piso, vendiendo al estilo de Liverpool.
Varios de los anteriores son productos de AWS, el brazo tecnológico de Amazon que como expliqué ayer, ya estructuró una suerte de “parque industrial” virtual, en el que renta a las empresas “bodegas” para guardar y administrar sus datos en la nube, garantizando que la información no puedan verla sus competidores o criminales. Ahora puede viajar vía espacial con nuevos satélites que orbitan el planeta. ¿Quién sabe administrar eso desde México?
Es solamente un puñado de proyectos que convergen con los que ofrecen también Google y Microsoft, por su cuenta.
Si los más jóvenes mexicanos conocen las herramientas y cómo se interconectan, surgirán inevitablemente compañías que entreguen capital al país, dinero al fisco y más valor a los pesos con los que el mundo tiene que pagar los servicios mexicanos.
Hay casos tangibles. Pronto les contaré del no tan joven sonorense Luis Soto que se llevó tres premios de Google con su Trebel, una plataforma digital apoyada en IA que ofrece la descarga gratuita de canciones al celular.
Si no estamos pasmados, solo falta dirigir mejor los recursos. Digamos, sacarlos del petróleo y ponerlos en donde sí sirve.
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