Parteaguas

Finalmente, AMLO les dio gas

En 2023, para beneficio de la industria, Pemex vendió gas a un precio aproximadamente 30 por ciento debajo de 2022.

Lo que faltaba en la fiesta. Más que carencia de gas, parece que lo que habrá durante este bienio es abundancia de energía, a precios de barata.

Algo ya leyeron ustedes del asunto del nearshoring y las inversiones que trae a Nuevo León, Coahuila o Chihuahua. Tal caudal de proyectos supondría fricciones por una posible falta de potencia. Pero hasta el momento no hay avisos de empresarios; ni el CCE, ni la Concamin, vaya, ni los miembros de la regiomontana Caintra hacen ruido.

Sucede que hay gas natural, hay mucho en el norte, suficiente en México y por lo que informó ayer el gobierno estadounidense, estará barato durante este año y el que viene. Eso es bueno para la CFE, para quienes quieren trabajar en fábricas y para ustedes, que no quieren más inflación.

Los vecinos están bien cómodos

Claro que otra guerra o una helada inesperadas pueden cambiar las cosas temporalmente, pero mientras eso ocurre, lean ustedes mismos a la Agencia de Información Energética de los vecinos:

“A pesar del aumento de la demanda, nuestros precios previstos para 2024 y 2025 son de menos de la mitad del precio medio en 2022 y son sólo ligeramente superiores a los 2.54 dólares por millón de BTUs que informamos para 2023″, advirtieron este lunes las autoridades estadounidenses.

“Después de promediar poco menos de 6.50 dólares por millón de BTUs en 2022, el precio del Henry Hub disminuyó a 3.27 dólares en enero de 2023, impulsado por un clima más cálido que el promedio y un menor consumo de gas natural en la mayor parte de Estados Unidos. El precio del Henry Hub se mantuvo relativamente bajo durante todo 2023 debido a la fuerte producción de gas natural y a la mayor cantidad de gas natural almacenado”.

Parece un hecho poco relevante, pero verlo así pasaría por alto, entre otras cosas, que el gas es lo que mantiene atada a Europa a sus enemigos rusos.

Hablar de que Estados Unidos nada de muertito en ese rubro es especialmente bueno para un país como México que compra del otro lado del río Bravo el gas natural que ustedes consumen principalmente ya convertido en electricidad, digamos, para cargar sus celulares.

Curioso, México cambió la tendencia

De lo que más hablan es de la extracción de petróleo, actividad que por sus resultados y las deudas a proveedores de Pemex, derivó en vergüenza nacional; y de la gasolina, cuya producción, con todo y nueva refinería, francamente no es para presumir.

¿Pero cuándo escuchan al presidente hablar de la producción de gas natural?

Durante este sexenio de Andrés Manuel López Obrador, la explotación de gas natural de Pemex y sus socios, se elevó 3 por ciento, cifra que parece irrelevante.

Pero atención, surgió en un contexto de caída de producción de crudo, además hay un dato para los técnicos: esa baja fue compensada por la producción del gas natural que no sale del subsuelo acompañado de petróleo (lo llaman no asociado), que aumentó 83 por ciento desde 2018.

Para beneficio de la industria, Pemex vendió gas el año pasado a un precio aproximadamente 30 por ciento por debajo de 2022. Ahora los datos de la EIA vaticinan que esas cotizaciones en el mercado no van a moverse mucho.

Va un dato reportado por la CFE: durante julio, agosto y septiembre, esta empresa nacional gastó 27 por ciento menos dinero en el pago de combustible para generar electricidad.

Así es más fácil de entender la relativamente buena relación entre AMLO y la industria cuyos representantes en otros días atacaron con furia a la Presidencia, cuando Vicente Fox no accedía a reducir en México precisamente el precio del gas que al inicio del siglo disparó sus cotizaciones internacionales.

¿Qué falta en este campo energético? Que quien llegue a Palacio Nacional entienda que el valor del gas natural no está en aprovechar su bajo margen, sino los beneficios de cobrar todo aquello en lo que se convierte cuando abunda. Inclusive, el Impuesto Sobre la Renta.

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