Resulta que al ring de Taylor Swift y de Checo Pérez se subieron los Diablos en su partido de beisbol contra los Yankees de Nueva York. Ayer volaron los boletos en minutos.
Quizás ustedes ya superaron la frustración de que en las taquillas nacionales manda la reventa, pero a algunos todavía nos faltan algunos días para tragar ese sapo. Eso pasa en el mundo de los mortales.
En el Olimpo es otra cosa. Ahí en donde gobiernan las deidades que controlan su vida, Elon Musk parece quejarse de otra escasez desde hace casi un año: “The GPUs at this point are considerably harder to get than drugs”, dijo durante una reciente cumbre de The Wall Street Journal: “En este punto, las GPUs son considerablemente más difíciles de conseguir que las drogas”. ¿Qué es eso? ¿Qué le falta a un tipo que puede comprarlo todo?
GPU es igual a ‘Graphics Processing Unit’
Si jugaron videojuegos lo entenderán más rápido porque se refiere a esa tarjeta de video que contienen las consolas y las computadoras.
La GPU se encarga de reproducir los gráficos detallados y de rápido movimiento para que obtengan una experiencia sin interrupciones. Se componen de miles de núcleos pequeños y eficientes diseñados para manejar múltiples tareas simultáneamente, lo que las hace mucho mejores que las CPU para gráficos y otros tipos de tareas.
Varias de esas tareas son útiles para que un Tesla funcione casi autónomamente con inteligencia no humana. Justamente por su alta capacidad de cumplir varias funciones a la vez, las GPUs permitieron la llegada masiva de la inteligencia artificial.
Una empresa domina ese mercado y se llama Nvidia, con sede en California.
Sus productos son más esperados que el tamalero en día de la Candelaria.
No le compran más porque no puede fabricar más, todavía. Cuando Donald Trump juró como presidente por primera vez, la compañía valía menos que Walmart de México. Ahora que podría regresar, vale 1.7 billones de dólares (trillions), eso es más que los 1.3 billones que vale Amazon.
Fabricar una GPU modelo H100 de Nvidia, que contiene 80 mil millones de chips –y es útil para producir en horas una película que antes tardaba meses–, cuesta 3 mil 320 dólares. Su precio de venta es de 30 mil dólares y en reventa en Ebay o CDW la venden por un rango que va de los 45 mil, a los 97 mil 835 dólares, de acuerdo con la consultora neoyorquina CB Insights.
¿Por qué tanta demanda?
Hay una lista de razones esgrimidas justamente por CB Insights: Uno. Por la creación de aplicaciones de IA y aprendizaje automático (ML): El uso creciente de esas tecnologías en bancos, hospitales y cadenas de tiendas requiere una mayor potencia computacional.
Dos. Por la minería de criptoactivos: La popularidad de criptomonedas como bitcoin y ethereum requieren operaciones de cálculos matemáticos complejos.
Tres. Gaming: Los videojuegos cada vez requieren un más alto rendimiento para soportar gráficos avanzados y experiencias de juego inmersivas.
Cuatro: Centros de datos: Con el crecimiento de la computación en la nube, requieren GPUs para tareas como el procesamiento de datos, entrenamiento de modelos de IA y simulaciones científicas.
Cinco. Hardware de IA: Startups y empresas están desarrollando soluciones de software y hardware para optimizar modelos de IA, lo que lleva a una necesidad de GPUs que puedan ejecutar estos modelos de manera eficiente.
Esto solo crecerá. ¿Quieren saber cuáles serán las próximas Google o Microsoft?
Solamente las cinco empresas tecnológicas más ricas del mundo tienen inversiones en Hugging Face, Adept, AI21 Labs, Anthropic, Inflection, Inworld, OpenAI, Runway, Synthesia y Typeface.
Lo he dicho antes: Si ustedes o su gobernador se emocionan por la llegada de fábricas, no están al tanto de lo que en realidad deja dinero y buenos salarios en estos días. El futuro ya pasó. Llueven oportunidades y para la mayoría solo necesitan una computadora y entrenamiento.