Parteaguas

El café contiene cucarachas

La FDA de Estados Unidos –máxima autoridad alimentaria en ese país– tiene regulaciones sobre la presencia de insectos en la producción y venta de café.

Puede ser un un americano o un espresso doble. Da lo mismo, si tomaron café, existe una altísima probabilidad de que en la mañana bebieron “caldo de cucaracha” en un pequeño porcentaje.

El asunto no es nuevo, cualquiera que procure hacer composta en su casa sabe que a estos insectos les encanta el café.

Como concluyeron que es inevitable que se mezclen, la FDA de los Estados Unidos –máxima autoridad alimentaria en ese país– tiene regulaciones sobre la presencia de insectos, incluidas las cucarachas, en la producción y venta de esos granos. Considera aceptable un porcentaje de entre el 4 por ciento y un 6 por ciento.

Acostúmbrense, o detengan el cambio climático que dificulta con sequías la producción de comida, porque a eso se suma el deterioro de la tierra por el uso constante de agroquímicos. Hacer más con menos es necesario si queremos comer todos y con eso ayudan los insectos.

Estos pueden convertir 2 kilogramos de alimento en 1 kilogramo de masa corporal, mientras que el ganado requiere 8 kilos de alimento para producir un kilo de aumento de peso corporal, de acuerdo con la FAO, de las Naciones Unidas.

Eso aplica también para las mascotas, cuya población provoca el crecimiento del número de anaqueles que cargan su comida en el supermercado. ¿Cómo dar de comer a más animales o gente, ante los crecientes retos naturales?

Basados en esa lógica tomen como ejemplo de nuevas estrategias la de Tyson Foods –la de los pollos– que acelera en la producción de bichos.

En octubre anunció su asociación con Protix, líder en ingredientes de insectos, para invertir en esta creciente industria. ¿El objetivo? Crear soluciones sostenibles de proteínas y lípidos para el sistema alimentario global.

Tyson Foods adquirió una participación minoritaria en Protix para apoyar su expansión global y la construcción de la primera instalación de ingredientes de insectos a gran escala en Estados Unidos.

¿Qué significa eso? Que esta instalación transformará subproductos de la fabricación actual de alimentos y los convertirá en proteínas y lípidos de insectos de calidad para las industrias de alimentos para mascotas, acuicultura y ganadería.

A Tyson le urge cambiar su perspectiva, pues sus márgenes de utilidad se han reducido a menos de la mitad desde 2021.

La producción orgánica de alimentos dentro de la compañía que puedan abastecer su cadena de suministro a un menor costo, suena razonable en ese propósito. Al final, los pollos que producen seguramente gozan de los gusanos en su dieta.

En Canadá conocí a unos emprendedores que estructuraron una empresa productora de larvas de mosca soldado, servidas en harina como alimento para las vacas.

El asunto no espanta a los entomofágicos personajes nacidos a las faldas del Popocatépetl que disfrutan de chapulines sobre el guacamole como botana cantinera. Pero en algunas naciones europeas la relación de las larvas con la digestión humana es todavía un tabú.

“Detengan alimentos a base de harina de insectos en los comedores escolares: es un acto de salud y sentido común. Más que grillos u otra basura, alimentemos a niñas y niños con productos italianos saludables”, tuiteó Matteo Salvini, viceprimer ministro de Italia.

¿En dónde queda el sentido común en esta conversación? Desde el lado del fondo de capital Gridx, en empresas como Bybug, una sudamericana enfocada en la mejora genética de insectos útiles para procesar desechos orgánicos eficientemente y convertirlos justamente en comida. Gridx, como “constructora de empresas” busca justamente a quien ofrezca ideas biotecnológicas para llenar la estantería de los supermercados y los mercados.

En cualquier caso, lo más razonable es prepararse y abrir la mente ante la necesidad creciente de alimentos en un planeta hambriento en el que los obstáculos para comer lo de siempre, nos los pusimos nosotros mismos.

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