Me preguntaron ayer si la caída de valor de empresas tecnológicas es producto de la explosión de una burbuja.
No me parece así y si está ocurriendo, creo que es lo menos relevante. Al menos para la mayoría de los mexicanos.
Ayer se devaluó Nvidia, la empresa que fabrica los procesadores más poderosos que hacen posible que ustedes usen ChatGPT como si fuera un yoyo. Su valor cayó 17 por ciento en un día. Calma, sus Afore están seguras y si solo invierten en pagarés bancarios, no habrá un impacto a su patrimonio por esta razón.
Pero, ojo, sí pueden recibir el impacto de no entender estos temas cuando pierdan su trabajo o cuando alguien les gane el negocio.
Empecemos por la razón de la bajada, que es lo que encuentro fascinante: que un fondo de inversión chino apoyó la creación de una empresa llamada DeepSeek, que compite directamente con el ChatGPT, de la estadounidense OpenAI.
Lo hicieron con mucho menos dinero que los estadounidenses y quienes ya usaron la herramienta asiática fundada por Liang Wenfeng, me dicen que incluso es mejor.
¿Cómo vino a pegarle eso a Nvidia, la empresa que provoca que todo eso funcione? Eso es lo que me parece evidencia de que todavía somos los humanos quienes controlamos el mercado global de acciones, porque la lógica del movimiento es débil. ¿Es pánico puro?
Lo que evidenció DeepSeek es que puede haber más herramientas como ChatGPT, muchas más. De este lado del mundo ya habían surgido Gemini, Anthropic y Llama, ese círculo de colores que aparece cuando usan el WhatsApp. “Modelos fundacionales” es su nombre técnico y cada uno tiene adentro distintos modelos de lenguaje de gran tamaño (LLMs, en inglés).
Eso fue novedoso hasta el verano pasado.
Ahora lo que podemos esperar es que dichos productos se conviertan en una suerte de commodities y es un problema para quienes quieren hacer negocio rentándolos, como Microsoft, que invirtió miles de millones de dólares en OpenAI y su ChatGPT. ¿Pero por qué para Nvidia?
Tiene poco sentido, pues lo que podemos esperar es que se consuman más procesadores o sus GPUs, llenos de chips útiles para todos los procesos de inteligencia artificial.
Parece que algunos administradores de riquezas no hicieron bien su trabajo y se subieron al tren de la inteligencia artificial comprando la empresa que más sonaba y se asustaron en cuanto oyeron que algo en la inteligencia artificial no va como esperaban. Dicho de otro modo: quizás, muchos de ellos todavía no entienden lo que hace Nvidia.
Acaso la amenaza más grande para esta compañía viene de AMD o de gigantes como Amazon, que al cierre de año presentó en Las Vegas su propio chip Trainium 2, diseñado para los nacientes modelos de aprendizaje automático e inteligencia artificial. Y claro, para dejar de comprar tantos GPUs de Nvidia.
Cuando pueda manufacturarlos y entregarlos a clientes de todo el mundo, Nvidia tendrá problemas, porque tendrá que bajar sus altos precios. Pero eso no ocurre todavía.
Atención. Lo que sí está ocurriendo es la llegada masiva de herramientas que pueden hacerlos a ustedes más hábiles y a las empresas más poderosas. Todo sustentado en chips.
Durante la era pasada de la tecnología, bastaba pagar la licencia de Office para sentir que la compañía estaba actualizada. Ya no más.
Entramos en una dinámica en la que literalmente cada mes llega al mercado un instrumento virtual con una nueva característica que puede cambiar la manera de hacer negocios, de comerciar, de fabricar, de llevar las finanzas, producir videos, libros, imágenes, películas…
Antes hicimos negocios sobre una base tecnológica. Ahora lo hacemos sobre un flujo tecnológico.
Los equipos necesitan a alguien que se actualice cada semana acerca de herramientas que pueden facilitar procesos o abrir nuevas oportunidades de negocios. En algunos casos prescindir de ciertas personas y contratar a otras, con otras habilidades.
Ojalá que ustedes estén en el segundo grupo.
Respecto a burbujas: en el año 2000, cuando reventó la de las puntocom, el valor de las acciones de Microsoft cayó 50 por ciento, hasta 25 dólares. Hoy, esas acciones valen 434 dólares. ¿Qué es una burbuja en esta era? ¿Cuánto puede durar?