Parteaguas

Bueno, ¿y a todo esto, qué nos vende Google?

El servicio central de Google que proporciona acceso imparcial, preciso y gratuito a la información, sigue siendo el corazón de la empresa.

Muchos directivos que podrían leer esto nacieron en los setenta y estudiaron la universidad durante los noventa. Quizás en la UNAM, otros en el Tec, mi caso es el de la UANL, que aún sufre la derrota futbolera del fin de semana.

Al final del siglo pasado, mientras acá llenábamos aulas, en Stanford, Larry Page y Sergey Brin se inventaron una empresa que ahora todos conocen: Google.

El resultado de lo que ocurre cuando varias universidades compiten y comparten entre sí es algo de lo que México aún adolece. No ha habido liderazgo de gobierno o de empresa que conciba lo valioso de esa actividad:

"Cuando el motor de búsqueda de Google fue lanzado en diciembre de 1998, se distinguió por un grande y único atributo: funcionó", describe respecto de ese momento Richard L. Brandt en su libro The Google Guys.

"García Molina (líder del departamento de ciencias computacionales en Stanford en aquellos días) recuerda cómo comenzó todo. Él era el asesor de Page y un día de 1995 su estudiante fue a su oficina para enseñarle un truco que él había descubierto.

El motor de búsqueda de AltaVista no solo recogía palabras clave de los sitios, sino que también podía mostrar qué otros sitios tenían links de esos sitios. AltaVista no explotaba esta información de hipervínculos del modo en que Google lo haría, pero ese día en la oficina de García Molina, Page sugirió que sería una buena forma de rankear la importancia de cada sitio".

"Al principio era un juego. 'Nos divertimos mucho ese día viendo qué páginas de (escuelas) de ciencias computacionales eran más populares entre diferentes universidades', recordó García Molina. Estaban fascinados con el hecho de que las bases de datos de Stanford, por ejemplo, arrojaron más links que un departamento similar en la Universidad de Wisconsin".

Así empezó una historia cuyo primer capítulo terminó ayer con la renuncia de Larry Page y Sergey Brin, director general y presidente de Alphabet, respectivamente, para entregar las riendas a Sundar Pichai, con quien han trabajado durante 15 años. Inmensamente ricos y en una suerte de retiro a sus cuarentas, lo definen como el acto del padre que deja ir a sus hijos para que enfrenten solos sus retos.

Alphabet es la empresa holding creada por Page y Brin en 2015, en cuyas entrañas alberga a Google.

Alphabet se prepara para recibir este año ingresos por 155 mil millones de dólares, de los cuales más de 30 mil millones, o el 20 por ciento de todo, podría corresponder a utilidades netas para sus accionistas, de acuerdo con estimaciones de Bloomberg.

En 1995 esa fortuna fue solamente el 'truco' de un 'constructor' de ideas como Page, que se topó con Brin, un brillante programador y desarrollador de código. La riqueza salió de sus cerebros.

No hay empresa mexicana que se aproxime siquiera a esa dimensión.

América Móvil y Pemex cerrarán este año con el equivalente a unos 52 mil y 85 mil millones de dólares, aproximada y respectivamente. Ambas siguen basadas en la lógica de siglos pasados: la explotación de concesiones brindadas por el gobierno.

La tendencia económica actual de México puede dar vida a empresas que den empleos, pero lo que urge es generar riqueza.

Lean estos hechos que pronostica la multimillonaria administradora de capital Merrill Lynch, que asegura que la producción de crudo y autos ya no crecerá:

Solo durante la década que comenzará en 27 días, el número de usuarios de internet pasará de 4 mil 500 a 7 mil 500 millones; el de dispositivos conectados, de 30 mil millones a 500 mil millones y las ventas de autos eléctricos pasará de 2 millones, actualmente, a 28 millones en 2030.

¿Qué vende Google? "El servicio central de Google que proporciona acceso imparcial, preciso y gratuito a la información, sigue siendo el corazón de la empresa", comunicó ayer la empresa. Omitió que junto a esa información siempre hay publicidad que ellos cobran.

Asia luce a la vanguardia ante la confrontación decidida de Estados Unidos con el mundo. Quizás hoy en la Universidad de Renmin, alguien prepara un gigante que en 20 años tendrá ingresos por 150 mil millones de dólares.

El autor es director general de Proyectos Especiales y Ediciones Regionales de El Financiero.

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