Parteaguas

Cásense con quien los mire como una GoPro

GoPro mantiene sus planes para su planta de Guadalajara. Llegó a México huyendo de los aranceles de Trump a China.

Uno ve un video de esos y termina listo para bajar la escalinata de la pirámide del Sol montado en una bicicleta de montaña. La GoPro se ubicó como la reina de las cámaras de uso rudo para registrar actos que llenan las venas de adrenalina. Adrenalina suficiente como para divulgar esto hace un mes, en plena era trumpista:

"En junio comenzaremos la producción en Guadalajara, México, de nuestras cámaras (para su venta) en Estados Unidos y así respaldarlas a partir del tercer trimestre. Esperamos que la mayoría de nuestras cámaras en Estados Unidos estén en producción en México en la segunda mitad de 2019", dijo el 13 de mayo Brian McGee. Amor del bueno.

El vicepresidente ejecutivo y director de finanzas de GoPro añadió las razones:

"Como se indicó anteriormente, nuestra decisión de trasladar la mayor parte de nuestra producción en Estados Unidos a México respalda nuestra meta de aislarnos contra posibles aranceles (a China, en donde tenemos una fábrica), así como reconocer algunos ahorros en costos y eficiencias".

Aislarse de posibles aranceles. Aranceles. Amenazas de aranceles como los que ahora Donald Trump usa y usará como pañuelo cada vez que sienta que le dará catarro. Ayer domingo, después del trato presumido por el canciller Marcelo Ebrard, dijo:

"Siempre podremos regresar a nuestra previa, muy rentable, posición de aranceles". El presidente de los Estados Unidos ya no es confiable… ni para las empresas de su país.

GoPro no está en sus mejores días. Llegó a valer 7 mil 740 millones de dólares en 2014, de acuerdo con datos recopilados por Bloomberg. Al cierre de 2018 su valor fue de 990 millones.

Lo que al inicio fue muy innovador, poco a poco se convierte en commodity. Pero sigue siendo una empresa poderosa que presume de tener más del 90 por ciento de su mercado, no obstante, las pérdidas netas que enfrenta desde hace dos años la obligan a reducir costos.

Este mes las cosas cambiaron. Hostilmente, Trump amenazó a los mexicanos, del modo que hizo con los chinos, con la aplicación de aranceles a sus exportaciones hacia Estados Unidos. Por ello, accionistas y analistas cuestionaron a Brian McGee, nuevamente, sobre la decisión anunciada hace un mes.

Explicó que si bien la intención de Donald Trump era presionar a esta empresa como a muchas otras de regresar su producción a Estados Unidos, ellos decidieron mantener esa posición asiática para atender el creciente mercado regional, a la par de abrir en México.

"Sucede que tener dos fábricas, una en México y otra en China, es de hecho más eficiente. Obtenemos muchos beneficios de la cadena de suministro al estar en México. Se convirtió en algo muy bueno y está más cerca de nuestros ingenieros al echar a andar líneas de producción". Y finalmente, McGee habló del elefante en la sala: "Si hay un arancel, no absorberemos el costo, veremos cómo diluirlo y en algunos casos tendremos que pasarlo (al consumidor), ¿de acuerdo?". Así que las GoPro de Estados Unidos serán hechas en Guadalajara a partir de este mes. Su posición expone que a México las empresas extranjeras vienen a reducir costos, porque este país preparó a mucha gente para hacer trabajos monótonos de bajos salarios.

En esta coyuntura Marvin Edwards, presidente de la fabricante de equipo de telecomunicaciones Commscope que tiene plantas en Reynosa y Ciudad Juárez, lo expuso así recientemente: "tenemos mucha gente ahí, pero desde el punto de vista de los ingresos, es un pequeño porcentaje". Los empleos actuales parecen seguros aún con amenazas de aplicación de aranceles. Lo que luce incierto es la llegada de nuevas inversiones y empleo ante la incertidumbre de que eventualmente se apliquen, y el futuro de mexicanos que hoy comprueban que los extranjeros no vienen a pagar buenos salarios, sino a bajar costos.

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