Pasando el Eje 8, antes de llegar a Coyoacán, ahí están varias: la Mazda, Toyota, Hyundai, JAC... está lleno de concesionarias enormes.
No es barato rentar ahí un local, como no lo es en la avenida Lázaro Cárdenas en Monterrey, o en avenida Altabrisa, en Mérida.
Pero es en esas arterias citadinas de alto tráfico en donde están las 'agencias' de gran dimensión.
Ya no se explica el tamaño de esos inmuebles y la razón está en que el mercado de coches vio su mejor año en 2018. De ahí para adelante, lo que pronostica el gobierno de Estados Unidos es un paulatino y lento, pero al fin y al cabo, descenso.
Obviamente está la pandemia que motivó confinamientos obligatorios que convirtieron esos locales en ejemplo de lo que podría ser el ocaso de esta civilización. Eso provocó que en México se cayera una cuarta parte de las ventas de coches.
Lo que ya empezó y seguirá parece más duradero, pues tiene que ver con nuevas formas de concebir la vida.
En las nuevas generaciones el interés por formar familia es menor que en sus antecesores. ¿Para qué comprar un coche, si un Uber resuelve el traslado?... cuando haya necesidad de traslados, por cierto.
La gubernamental Agencia de Información Energética (EIA, en inglés) de Estados Unidos liberó ayer su Panorama Anual de Energía 2021, en este prevé que la venta de coches en ese país pudiera regresar a un nivel de 15 millones de vehículos anuales, después del desplome del año pasado, pero ese mercado ya nunca superará los 16 millones anuales que tuvo en un reciente y glorioso pasado.
Además, esta misma institución estima otro cambio relevante: el pedazo de pastel que se quedarán los coches 'alternativos' casi se duplicará, en una tendencia que empieza este 2021 y termina en 2050. Los países avanzados no planean sexenalmente.
Ese grupo incluye a los que tienen combustible 'flexible', los que son a diésel, pero el mayor avance lo aportarán los híbridos y principalmente los eléctricos que sextuplicarán sus ventas actuales, en el escenario base del pronóstico de la EIA.
¿Qué hace esta agencia metiéndose a temas de transporte? Sucede que la forma en la que nos movemos es crucial para cada país.
Desde la perspectiva de los autores del estudio, las refinerías estadounidenses no regresarán al nivel de ventas que tuvieron antes de la pandemia y la razón está –más allá de si ustedes compran coches eléctricos, o no– en las normas ambientales impuestas a los fabricantes de coches en Europa y en estados como California.
Próximamente, esas regulaciones podrían ampliarse en todo Estados Unidos a la luz del gobierno de un presidente Joseph Biden, que avanza sin detenerse en su intención de que su país reduzca emisiones contaminantes.
"El consumo de energía disminuye en el caso de referencia debido a la adopción basada en el mercado de tecnologías de eficiencia energética en vehículos nuevos y las normas federales de ahorro de combustible cada vez más estrictas", indica la EIA.
El pronóstico de la EIA es congruente con el de BP, la petrolera inglesa que en otro estudio advirtió que al final de la década pasada la gente ya vio el pico de la demanda mundial de petróleo. No regresará a ese nivel.
Pero estábamos con lo de avenida Universidad. Todo lo anterior indica que los vendedores de coches y sus jefes dueños de concesionarias están sometidos a un alto estrés.
No sólo venden menos, sino que en el afán de seguir en el negocio deben aumentar su eficiencia y reducir costos bajando, por ejemplo, el tamaño de sus locales. ¿Han visto de qué tamaño son las boutiques de los coches Tesla?
Expertos me dicen que Estados Unidos y México son países con agencias 'monstruo' y que en este último, Ford ya dio luz verde a sus distribuidores para reducir metros cuadrados de exhibición, para dar espacio a otros servicios o giros.
Desafortunadamente, muchos vendedores perderán su empleo, aunque el mercado abrirá la puerta a quienes puedan entender el nuevo negocio… habrá que ver qué hacen los dueños de los inmuebles que pueden quedarse sin inquilinos.
El autor es director general de Proyectos Especiales y Ediciones Regionales de El Financiero