Parteaguas

Es día de la reunión con Biden ‘sin empresarios’

No todo sale a la luz en estos encuentros y un tema que ocupa la mente del mandatario norteamericano, de una manera o de otra debe pesar hoy.

El presidente Joe Biden tiene jefes, millones de votantes como Suzanne Clark, quizá la mujer más poderosa entre los líderes empresariales de ese país que alberga a las corporaciones más poderosas.

Ella dirigirá a partir de este mes la Cámara de Comercio de Estados Unidos (US Chamber) en sustitución de alguien bien conocido por el mandatario estadounidense, pero también por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Se trata de Tom Donohue, quien encabezó esa agrupación durante décadas y finalmente se retiró, dando paso a Clark.

Incluso sin participar, ella tendrá peso en la reunión de hoy como la tuvo su antecesor, por ejemplo, al negociar la reciente reforma laboral en México empujada por el equipo del presidente AMLO, a cambio del apoyo empresarial estadounidense al TMEC, el tratado comercial vigente entre México, Estados Unidos y Canadá.

Si buscan en Google, encontrarán esas fotos de 2019 en las que aparecen López Obrador y Donohue enfundados en guayaberas, en Mérida, Yucatán, durante un encuentro en el que funcionarios mexicanos presentaron a empresarios de aquel país lo que los legisladores de este lado de la frontera aceptaron contra reloj, después de lo cual fluyeron las firmas y los votos para aprobar el TMEC. Para la foto, AMLO sonrió y Tom Donohue lo intentó.

La semana pasada Biden y López Obrador 'revelaron' parte de la agenda de la conversación por videollamada que compartirán hoy lunes.

"Se abordarán temas de interés común como la cooperación y apoyo mutuo frente al Covid-19, el desarrollo y las causas estructurales de la migración, la acción climática y la recuperación económica", expuso Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores.

La Casa Blanca divulgó un mensaje similar, pero añadió que la plática también versará sobre esfuerzos conjuntos para el desarrollo del sur de México y Centroamérica: el Tren Maya; el camino entre Salina Cruz y Coatzacoalcos que será el corredor transístmico; la refinería en Dos Bocas y la ampliación de gasoductos y de Puerto Progreso, deben estar en la lista de proyectos relevantes en esa geografía. No todo sale a la luz en estos encuentros y un tema ocupa la mente del mandatario norteamericano, de una manera o de otra debe pesar hoy.

El que toda esa infraestructura pueda ser necesaria en el sur, no limita a los estadounidenses de aspirar a la renovación de sus propios puentes, trenes y aeropuertos.

Estados Unidos se queda atrás frente a China que estrena casi todo. Sus ferrocarriles pueden ser más rápidos, sus redes de telecomunicaciones lucen más eficientes; sus carreteras son más amplias y ágiles, y los aviones y pasajeros son mejor recibidos en el país asiático. Eso genera negocios.

Aquí es en donde entra el discurso de Clark, quien junto con Donohue abiertamente apoyó con la fuerza de su gremio las candidaturas de políticos del Partido Demócrata de Biden, en detrimento de republicanos encabezados por Trump. Coincidentemente, Trump perdió y Biden es presidente.

Ella tiene como misión completar lo único quizá que su agrupación no ha conseguido recientemente de los políticos: que el gobierno renueve la avejentada infraestructura estadounidense.

Eso requiere dinero y gente. El dinero puede venir de ese plan de 1.9 billones (millones de millones) de dólares en préstamos cuya solicitud Biden defiende ante el Congreso de su país en estos días. La gente puede venir de lugares como... México.

Parece que un plan de AMLO coincide con esa necesidad. Medios revelaron la semana pasada que el presidente mexicano estima en más de 600 mil nuevos trabajadores los que necesita Estados Unidos para mantener su crecimiento y propondrá una solución al respecto. La exportación de gente puede ser una vía para la obtención de más remesas que el año pasado superaron 40 mil millones de dólares, una cifra que López Obrador sigue de muy cerca.

El beneficio no debería limitarse a trabajos en la construcción. Los beneficios pueden estar también, por ejemplo, en la venta de concreto o acero. Dos cementeras de origen mexicano ganan valor aceleradamente: Las acciones de Cemex subieron 35 por ciento sólo en lo que va del año, las de Grupo Cementos Chihuahua, 9 por ciento. No parece coincidencia.

El autor es director general de Proyectos Especiales y Ediciones Regionales de El Financiero

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