Parteaguas

‘Estaremos ante una catástrofe económica’

Muchos creen que si no se aprueba el T-MEC antes de noviembre, cuando arranquen las campañas presidenciales, habrá pasado la oportunidad.

La frase es de la embajadora, la más alta representante del cuerpo diplomático designado por el presidente Andrés Manuel López Obrador en Estados Unidos.

Así habló Martha Elena Bárcena Coqui el miércoles en Laredo, Texas: "De no aprobarse el T-MEC, estaremos ante una catástrofe económico-comercial".

La frase recogida por medios fronterizos como Líder Informativo expone la mayor ocupación que tienen este mes los políticos a cargo de las relaciones diplomáticas en Norteamérica.

Sin Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), lo que resta es el TLCAN o Tratado de Libre Comercio de América del Norte aún vigente, pero que el presidente estadounidense Donald Trump atacó desde el inicio de su gestión. El T-MEC sería el acuerdo aprobado por él, lo que daría más credibilidad a las reglas del juego comercial.

Hoy no hay tal porque los legisladores estadounidenses no lo han ratificado.

Ante la ausencia de esas reglas comerciales que le satisfagan, en cualquier momento el presidente Trump puede establecer un impuesto a los productos que vienen de un país y eso impide tener la confianza suficiente para poner millones de dólares en México.

Una consecuencia de que no haya sido aprobado el T-MEC es visible: en tres años no ha llegado una sola nueva planta para la fabricación de automóviles al país, pese a que durante casi 10 años previos arribaron a razón de 3 mil 500 millones de dólares anuales.

Eso afecta la creación de empleos en México, pero también golpea a las empresas y consumidores estadounidenses.

Las primeras no pueden diseñar su producción de manera eficiente para reducir costos y los otros tienen que pagar productos más caros.

"El Congreso de los Estados Unidos debe aprobar el T-MEC que preservará y fortalecerá el comercio de los Estados Unidos con nuestros dos socios comerciales más importantes", urgió la semana pasada la US Chamber of Commerce mediante un comunicado.

Este gigante gremio empresarial alertó que su país pierde un punto porcentual de crecimiento económico anual debido a la incertidumbre comercial creada por sus políticos.

¿Por qué los legisladores estadounidenses no aprueban el acuerdo de una vez?

Legisladores del Partido Demócrata argumentan la debilidad de las leyes laborales mexicanas que provocan condiciones de trabajo pobres para los mexicanos, lo que abarata indebidamente la mano de obra nacional en detrimento de la estadounidense.

Por eso la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se abocó a la pronta aprobación de reformas a la Ley Federal del Trabajo ya efectuadas en el Congreso.

La secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, trabaja junto con el canciller Marcelo Ebrard para mostrar a los vecinos que dichos cambios legislativos ya consideran un mayor poder a los empleados para incidir en decisiones de los sindicatos que fallaron en proteger a su gente.

En Laredo, Texas, la semana pasada la embajadora Bárcena destacó la reciente visita de legisladores estadounidenses a México para constatar avances justamente de dichos cambios legales.

Uno de ellos es el congresista presidente del comité interparlamentario legislativo de la comisión del T-MEC:

"Hay demasiado en juego para que no pasemos este acuerdo comercial", dijo el texano demócrata Henry Cuéllar en la Ciudad de México el jueves.

Durante una conferencia en la capital mexicana se comprometió: "continuaré trabajando con el Congreso y la Administración para aprobar el T-MEC".

Hay poco tiempo antes de que comiencen las elecciones en el país vecino. Muchos creen que si no se aprueba antes de noviembre cuando arrancarán las campañas, habrá pasado la oportunidad.

Eso, de acuerdo con la embajadora Bárcena, vaticina una catástrofe económica.

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