Parteaguas

Le tocó a AMLO el gas más barato del siglo

La administración del presidente Andrés Manuel López Obrador puede aprovechar esta semana precios 46 por ciento más baratos que cuando inició su mandato.

¿Recuerdan el lío que armó Manuel Bartlett con los contratos firmados por la CFE con administradores de gasoductos?

Esa infraestructura fue instalada porque México requiere gas natural para sus plantas de generación de electricidad. Convinieron porque estaba barato, pero no tanto como ahora.

La mitad de los focos prendidos del país dependen de motores que funcionan con la quema de ese combustible que hoy se vende al precio más bajo del siglo, al menos.

De acuerdo con datos recopilados por Bloomberg, ayer el mercado cerró precios de contratos a 1.91 dólares por millón de BTUs en la zona del Henry Hub, que es a donde va a dar todo el gas natural producido en el Golfo de México del lado de los vecinos y que sirve como referencia en el mercado nacional.

Ese precio solo es comparable con el de 1.72 dólares por millón de BTUs de diciembre de 1998, que adaptado con la inflación estadounidense significa una cotización de aproximadamente 2.60 dólares al día de hoy, revelan datos de la Energy Information Administration (EIA).

La administración del presidente Andrés Manuel López Obrador puede aprovechar esta semana precios 46 por ciento más baratos que cuando inició su mandato, justamente en el combustible más importante para la producción de energía en México.

Eso podría servirle a Bartlett en la CFE, por ejemplo, para bajar el precio de la electricidad para la industria, a fin de darle un pequeño empujón a la economía.

No hablamos de dar subsidios, sino de eficiencia financiera que sea trasladada a sus clientes.

Las ventanas de oportunidad pueden cerrarse rápido cuando se trata de commodities o materias primas.

Después de cotizar en 1.72 dólares por millón de BTUs al final del siglo pasado, los dueños de fábricas en México recibieron el milenio pagando alrededor de 9 dólares por unidad y hasta 13.42 dólares en octubre de 2005.

En aquellos días, los regiomontanos agremiados en la Caintra, agobiados por los precios y la ineficiencia de máquinas que no modernizaron por lo económico que llegó a ser el combustible, negociaron un trato con la administración del presidente Vicente Fox, que cedió para evitar la pérdida de empleos.

Así nació el 'cuatro por tres', un acuerdo temporal para empresas que pagaron el gas natural a Pemex a un precio fijo de 4 dólares durante tres años. Cemex, Vitro, Alfa y otras compañías se beneficiaron del acuerdo.

Atención. Lo que permitió la posterior baja paulatina del precio del gas natural hasta la actualidad se basó en dos pilares: el fracking o el shale gas que hizo accesibles recursos fósiles que antes no lo fueron, detonando la producción, además de la inexistencia de infraestructura en Estados Unidos para exportarlo por barco a lugares remotos como Japón y otras naciones de Asia en donde su precio es mucho mayor.

¿Qué podría cambiar la situación hoy?

Entre otras cosas, que el último obstáculo podría ser resuelto pronto.

Consideren ustedes las terminales que permitirán a empresas del lado estadounidense exportar masivamente gas natural licuado o LNG, en inglés.

En Louisiana están las de Hackberry, de Sempra y Cameron LNG; Sabine Pass, de Sabine Pass Liquefaction; Lake Charles, de Southern Union y otra ahí mismo, de Magnolia LNG.

En Texas se ubican la de Freeport, de Freeport LNG Development; Corpus Christi, de Cheniere y Corpus Christi LNG y otras más en el lado texano de Sabine Pass, de Exxon Mobil. Hay una más en Georgia, de Southern LNG Company.

Todas ya fueron aprobadas por la Federal Energy Regulatory Commission (FERC) y al menos la mitad ya está en construcción. Juntas podrían exportar unos 15 mil millones de pies cúbicos diarios, equivalentes al triple de las importaciones actuales de México. Eso es mucho. De la producción nacional platicamos mañana.

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