Parteaguas

No es recesión... ¿y de estanflación cómo andamos, doc?

¿Hay que alarmarse por el nivel inflacionario actual? Para nada. El dato más reciente es de 3.56 por ciento anual. Jonathan Heath ha expuesto ya que el promedio anual de inflación en 50 años en México es de 19.9 por ciento.

Supongamos que los precios suben y la economía estancada no mejora, eso se parece a una estanflación. Estancamiento, más inflación. Ya pasó aquí, al menos en los setenta.

Pero eso a lo mejor no lo saben los 'no iniciados', así suelen llamar los economistas a seres humanos terrenales que saben poco justamente de economía porque no la estudiaron suficientemente.

Para resolver esas carencias intelectuales escribe en Twitter el doctor Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México, quien explicó ya que una recesión mexicana que se ve y se siente, no es tal, técnicamente, aún. Que puede ocurrir, pero todavía no ocurre. O sea, estamos bien y podemos estar mejor… o peor. Ya veremos. Así, todo está más claro.

Lo que adicionalmente aclaró Heath en entrevista para El Financiero Bloomberg, es que estamos estancados y que urge incentivar la inversión privada, la de los empresarios.

Con beneficios fiscales, sugirió Heath. O con más certidumbre gubernamental, propuso también. Vaya, hay opciones, búsquenle.

Por otro lado, el Inegi, esa institución que ofrece odiosos datos fríos, nos recetó una cubetada el lunes: la inflación va de nuevo para arriba. Huele a estanflación.

Para infortunio nacional, existe el mundo, ese abstracto ente que da vueltas alrededor del ombligo de la luna que es este país con sabor a caldo tlalpeño.

Y el mundo se expresó así, por ejemplo desde Nueva York: "En Latinoamérica, los desequilibrios fiscales son la preocupación central, principalmente en México, en donde el crecimiento deprimido y la obstinada inflación subyacente señalan riesgos de estanflación". Es una alerta de estanflación lanzada a sus clientes desde la semana pasada por el banco más grande de Estados Unidos, JP Morgan, que añade:

"Esto refleja en parte las políticas gubernamentales que aumentaron los salarios al tiempo que deprimen la inversión, un punto probable en la mente de las calificadoras crediticias que posiblemente degradarán a México en los siguientes meses. A diferencia de México, en Brasil, el firme crecimiento del PIB y el progreso en la agenda de una reforma fiscal debería abrir espacio para una mejora crediticia", eso sí calienta. A los no iniciados, al menos.

Los mexicanos quieren que haya inversión y que su economía crezca.

Pero no ocurre. Ayer, el Banco de México, en donde Heath cobra nómina, expuso en un informe trimestral que el motor nacional cascabelea.

"Las perspectivas de crecimiento de la economía mexicana para 2020 se revisan de un intervalo de entre 0.8 a 1.8 por ciento a uno de entre 0.5 a 1.5 por ciento". ¿Será que en México las revisiones para arriba se extinguieron desde la mediocre era 'neoliberal'?

El caso es que este tufillo a estanflación también contagió a los empleos. Si no encuentran trabajo lean que la cosa se pondrá difícil:

"Los pronósticos para el número de puestos de trabajo registrados en el IMSS para 2020 se ajustan de un rango de entre 500 y 600 mil puestos de trabajo en el Informe anterior a uno de entre 440 y 540 mil puestos de trabajo", todos para abajo, advirtió el Banco de México.

Entonces, se rompió la presa ayer por la tarde y fluyó el agua. BofA Merril Lynch advirtió riesgos de estanflación para México y en un tono más sutil, los analistas del banco mexicano Ve por Más titularon así un reporte vespertino: Banxico: menos crecimiento, más inflación.

¿Hay que alarmarse por el nivel inflacionario actual? Para nada. El dato más reciente es de 3.56 por ciento anual. Jonathan Heath ha expuesto ya que el promedio anual de inflación en 50 años en México es de 19.9 por ciento. El Banco de México todavía está cerca de su meta de 3 por ciento.

El problema es que la tendencia asciende, justo cuando la de la economía desciende. ¿Es eso entonces una estanflación?

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