Parteaguas

OK, Google, ya en serio, ¿cuánto puede crecer México?

Ayer Google salió a dar nueve ideas que si el presidente López Obrador y su equipo las atienden, los mexicanos conseguirán 316 mil millones de dólares.

La respuesta es mucho, de aquí a 2030. Pero vamos por partes.

Ayer casi todos se enfocaron en el brinco que dio la economía mexicana de junio a septiembre: un enorme salto de 12.1 por ciento en tres meses que borró otra realidad: hay todavía un hoyo en la producción e ingresos de los mexicanos de unos 86 mil millones de dólares respecto al año pasado.

En términos anuales, el PIB nacional hasta el mes patrio fue aún 8.6 por ciento más bajo que el de septiembre de 2019. Hay que ver con qué tapamos ese bache sin precedentes, que no ocurrió ni durante el 'error de diciembre' y el país ahora sí, se empobreció.

Como quien pasa por una calle y ayuda a cambiar una llanta ponchada, ayer Google salió a dar una idea. Bueno, nueve ideas, con auxilio de sus asesores.

Si el presidente Andrés Manuel López Obrador y su equipo las atienden, los mexicanos no conseguirán 86 mil millones, sino 316 mil millones de dólares, dice la empresa de California. México puede crecer más de 30 por ciento de aquí a 2030, sostienen.

Ése puede ser el impacto de usar los smartphones y computadoras disponibles en la casa de todos para obtener negocios y dinero, más allá de la disfrutable práctica de dar y conseguir likes y reír con videos de gatos o caídas, como hasta ahora.

Lo sostiene el estudio 'The Digital Sprinters: The Case of Mexico', elaborado por la consultora boutique australiana AlphaBeta, propiedad de Accenture, investigación hecha a petición de Google en países emergentes de rápido crecimiento en la adopción de internet. Van algunas de las sugerencias de ese texto:

Usen los edificios de gobierno para difundir el alcance de internet, pero bien. Biblionet es un programa nacional que derribó la 'brecha de ancho de banda' de Rumania entre las áreas urbanas y rurales. Revisen ese proyecto.

Dejen que la gente ayude a mejorar los servicios del gobierno. Las innovaciones para conseguirlo pueden venir de cualquier persona, los gobiernos deben involucrar y empoderar a los ciudadanos para que participen en este proceso. Un ejemplo de ello es el fondo Innovación para Todos (a2i), de Bangladesh. Ellos lograron así la digitalización de trámites de licencias de manejo, entre otros avances como el de tener información agrícola en tiempo real.

Paren las fugas. El gobierno que quiere atacar la corrupción puede permitir más métodos de pago en línea y móviles para servicios y distribuciones gubernamentales. Hacerlo puede impulsar la adopción de arriba hacia abajo de los productos fintech.

Junten a los creativos. Generen lugares físicos en donde emprendedores, empresarios, investigadores e innovadores pueden acercarse a probar nuevas tecnologías y aplicaciones digitales. Estos lugares también brindan capacitación y desarrollo de habilidades. Por ejemplo, Turquía implementó centros de transformación digital en donde las más pequeñas empresas pueden recibir capacitación experimental y servicios de consultoría en entornos de producción reales.

Los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y el actual pueden alegar que ya hicieron o hacen su esfuerzo en materia de internet, pero el estudio de AlphaBeta evidencia una incongruencia: la cobertura avanza a un ritmo mucho más rápido que el de la economía, cuando lo ideal es que vayan al mismo ritmo.

Durante los cinco años de 2013 a 2018, la economía mexicana creció 3 por ciento en términos reales, en dólares, pero en ese mismo lapso el número de usuarios de internet creció 10 por ciento. México a duras penas rebasó el tamaño de una economía de un billón de dólares (trillion dollar economy), antes de que llegara el golpe del Covid-19.

Pudo ser peor, claro, como el caso de Argentina, cuya economía no creció durante el lustro mencionado; o la de Brasil, que cayó uno por ciento, de acuerdo con la investigación. Pero también, mejor, como en Turquía, en donde al menos crecieron 5 por ciento con un avance similar al de México en materia de conectividad.

De aquí en adelante, no todo depende del exterior o del pasado, el gobierno de AMLO puede dar un empujón a su gente, pero para arriba, en un buen caso.

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