"La principal razón está en un gobierno urgido de atraer ingresos, lo que impide que baje a los automovilistas el beneficio de la caída en los precios"
¿Por qué no baja de precio la gasolina?
Salvo excepciones como la de quienes habitan las fronteras, los mexicanos no experimentan lo que sí ocurre en otros países: la eventual, pero clara baja en el precio de la gasolina.
En lo sustantivo no ocurrió con Fox, ni con Calderón, tampoco en el sexenio de Peña Nieto.
En 12 meses recientes registrados hasta octubre, el precio del combustible refleja en la Premium un alza anual de 0.87 por ciento y en la Magna una baja del 1.11 por ciento, de acuerdo con datos del Inegi.
Para fines prácticos, cada litro sigue en la bomba en alrededor de 19 pesos en el arranque de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, como con el PRI y el PAN.
Eso tendría sentido si el precio de la gasolina no hubiera bajado en el país que provee a muchos mexicanos, Estados Unidos, pero bajó.
En el lado estadounidense de la Costa del Golfo de México, el precio del combustible cayó 13 por ciento en 12 meses. Allá, el litro de la gasolina Regular cuesta el equivalente a 11.21 pesos por litro, con todo e impuestos, de acuerdo con la Agencia de Información Energética de ese país.
En todo Estados Unidos promedia 2.60 dólares por galón o 13 pesos por litro en estos días.
De ahí la recurrencia de una pregunta: ¿por qué no baja el precio de la gasolina… en México?
Consulté a expertos en Pemex y a un distribuidor actual de combustibles. Ambos llegaron al mismo punto: hay zonas del país en las que los gasolineros están haciendo su agosto, pero definitivamente el grueso de la razón está en los impuestos que cobran en la oficina de Arturo Herrera, secretario de Hacienda.
La información disponible de esa dependencia y de Pemex indica que de enero a septiembre el gobierno cobró aproximadamente 4.98 pesos solamente de IEPS por cada litro de gasolina o diesel que ustedes pagaron en la bomba.
En el mismo lapso de 2018, la administración saliente cobró un monto cercano a 2.74 pesos.
La cifra sale de dividir el dinero cobrado por IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios) entre los litros de gasolina vendidos en México en el mismo lapso, reportados por Pemex, que tiene la amplia mayoría del mercado. Eso no cuenta el IVA e ISR que Hacienda cobra por el negocio de la venta de combustibles, que es un ingreso adicional.
En Pemex siempre guardan con recelo el costo de producción de cada litro de gasolina, pero expertos estiman que en una condición de relativa eficiencia, saliendo de la refinería deben cobrarlo en una cifra cercana a los 10 pesos. En Houston, el precio de un litro de gasolina para el distribuidor la semana pasada fue el equivalente a 8.24 pesos, según la agencia Argus.
Por eso muchos gasolineros -incluida Pemex hasta ahora- compran allá gasolina para vender el combustible en México a un precio cercano a los 20 pesos.
La diferencia es el margen que se quedan quienes lo transportan, los que lo venden en bomba y por supuesto, Hacienda por la vía de impuestos.
¿Por qué no baja el precio de la gasolina en México? La principal razón está en un gobierno urgido de atraer ingresos, lo que impide que baje a los automovilistas el beneficio de la reciente caída en los precios internacionales del crudo, materia prima de los combustibles.
No es nuevo el asunto, todavía con Luis Videgaray en Hacienda, el erario cambió el balance de su dependencia petrolera. De las exportaciones de crudo, lo pasó al tanque de gasolina de todos ustedes. Hay continuidad en eso.
AMLO en gasolina no ha incumplido promesas. En campaña advirtió que la gasolina no bajaría de precio durante la primera mitad del sexenio, sino hasta que opere la refinería de Dos Bocas, en Tabasco.
Además, el medio ambiente agradece los precios altos. El consumo de gasolina cayó 5 por ciento en México en 12 meses contados hasta septiembre según Pemex.
Pese a ello, Hacienda cobró 64 por ciento más de IEPS a combustibles este año: 218 mil millones de pesos, hasta el mes de la patria.