Parteaguas

¿Qué va a pasar con los precios de las casas?

En la alcaldía Benito Juárez y Zapopan, en Jalisco, la apreciación está cerca del 11 por ciento anual.

Casi 23 por ciento en tres años. Considerando que la inflación en el mismo lapso fue de un 13 por ciento, uno puede considerar que los precios de las casas en México llevaban un ritmo de acelerado aumento.

En el país existe un índice de precios de vivienda elaborado por la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), una financiera del gobierno, y de acuerdo con éste, es posible estimar que los precios de las casas en el país se elevaron en promedio 23 por ciento desde 2017 y hasta marzo de este año.

Atención, no es lo mismo en todos lados. Destaca la Alcaldía Benito Juárez o Zapopan, en Jalisco, en donde la apreciación está cerca del 11 por ciento anual, o la historia de ciudades como Tlaxcala, Veracruz o Centro, en Tabasco, que están debajo de 7 por ciento.

Los expertos en vivienda tienen sus reservas para esta fuente de información, no obstante, parece ser la más confiable entre todas las que existen y será importante en esta etapa de enfrentamiento contra el Covid-19, para saber cómo se mueve la plusvalía del principal bien de las familias del país.

¿Seguirán aumentando los precios al ritmo que llevaban hasta antes de la presente era de guerra contra un coronavirus, que según cálculos del banco BBVA suma mil 300 mexicanos a la pobreza cada hora?

"Con una pérdida de ingresos grande como la que se prevé para un número importante de personas en el país, el resultado será una lucha por viviendas de menor precio, usadas o sin las amenidades que proyectos más costosos ofrecen" advirtió Businessweek México hace unos días, en un trabajo de Gonzalo Soto.

Esa visión podría coincidir con la de Gene Towle, socio de la consultoría en proyectos inmobiliarios Softec.

Durante un panel a distancia organizado por el Club de Empresarios, en el que participamos juntos la semana pasada, él expuso que la demanda nacional de vivienda parece ir hacia los extremos: casas de entre 500 mil y un millón de pesos, o bien, todavía algunos afortunados que aún pueden adquirir viviendas con un precio mayor a los 4.5 millones, por ejemplo, en Tulum, Quintana Roo.

Los del centro lucen desdibujados en la escena nacional. Mala tarde para la clase media.

Hasta marzo, el precio medio de una casa en México fue de un millón 140 mil pesos.

Ojo, aquí hablamos de todo el país, representado por la parte alta de la tabla, como la Ciudad de México, cuyo balance está en tres millones 107 mil pesos por vivienda, pero también por Tamaulipas, un estado muy afectado por la violencia, en donde el precio medio se ubica en 660 mil pesos, de acuerdo con los datos de la Sociedad Hipotecaria Federal.

Lo que sigue es incierto, pues la crisis provocada por la pandemia del Covid-19 es atípica y las reglas económicas pueden no operar habitualmente.

Si consideran ustedes solamente que la construcción lleva años con una inversión a la baja y que durante los más recientes tres meses ha estado totalmente parada, podrían asumir que la oferta de casas es limitada.

En condiciones de crecimiento de la economía, los precios deberían subir.

Pero saben bien que las plazas laborales reducen su número y los salarios bajaron casi de inmediato, empezando por los gubernamentales, en los que el presidente Andrés Manuel López Obrador mantiene una severa política de austeridad.

Pero en otro sentido, contrario a lo que ocurrió durante la crisis de 1995 en México, los bancos mantienen abierta la llave del crédito hipotecario, por lo que algunos contarán todavía con opciones para obtener un préstamo, además a tasas por debajo del 10 por ciento anual.

En cualquier caso, el mercado habrá de acomodarse durante este año y parte del que sigue para establecer una nueva tendencia en un escenario de una mayor pobreza, de la que no será fácil salir, considerando la baja de inversiones por parte del gobierno y de los empresarios nacionales que arrastra México desde hace años.

En cualquier caso, vender una casa ahora parece que costará más trabajo.

Simplemente, hay menos gente que pueda tener ahorros o demostrar ingresos a futuro para obtener un crédito y... no hay un plan nacional de reactivación económica. Todavía.

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