Parteaguas

Trío de dos

El vínculo entre los tres socios comerciales de Norteamérica (EU, Canadá y México) se desvanece, el trío es ahora de dos.

Ocurrió el mismo día. Acaso lo distinto fue el horario. El martes coincidieron dos reuniones entre presidentes.

Todos trataron la estrategia económica que habrán de seguir durante y después de la pandemia, amén del tratamiento que dan al Covid-19 que enfrenta su gente.

Una de esas dos reuniones ocurrió en México. El presidente Andrés Manuel López Obrador recibió a Alberto Fernández, su homólogo argentino, y ambos revelaron sus coincidencias y proyectos en común.

Al final enlistaron declaraciones conjuntas. Entre las principales estuvo la de refrendar su interés de fortalecer la alianza México-Argentina y la de imprimir un nuevo dinamismo a la relación estratégica en lo político y en lo económico.

También, hacer un frente común para atender la crisis sanitaria global desde un enfoque más solidario.

Como tercer punto, remarcaron su compromiso para fortalecer la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, el olvidado CELAC que se infla y desinfla en función de los ánimos de líderes del subcontinente. Buenos propósitos, en cualquier caso.

En otra oficina, otro mandatario declaró el mismo día lo siguiente:

"Estados Unidos no tiene un amigo más cercano, no tiene un amigo más cercano que Canadá".

La cita es de Joseph Biden, el presidente de Estados Unidos que simultáneamente a lo que ocurría en México, sostenía una reunión bilateral con Justin Trudeau, primer ministro canadiense.

A partir de ésta que es la primera reunión oficial de Biden con otro presidente, su nación y su vecino al norte adoptarán un enfoque unificado hacia la pandemia, el cambio climático y China. Esos serán los tres ejes sobre los cuales trabajen, a partir del interés de quien gobierna la economía más poderosa del mundo.

Eventualmente ocurrirá una reunión entre Biden y López Obrador… ¿Cuáles de esos tres propósitos conectarán con el discurso del mandatario mexicano?

En la práctica, China, sin duda. Las empresas de manufactura en Estados Unidos no pueden competir con las de la nación asiática sin tener a mano trabajadores que cobran menos que los chinos por atornillar puertas a un coche o amarrar cables en un arnés que sirve para conectar las direccionales.

Pero los otros dos quedan fuera de la capacidad nacional. Estados Unidos y Canadá sí comparten redes de innovación que les permiten hacer intercambios en materia de salud y por supuesto comparten la agenda de 'descarbonización' que siguen las naciones más avanzadas.

Ambos persiguen la reducción del consumo de combustibles fósiles al punto de que Trudeau toleró la cancelación por parte de Biden del principal proyecto petrolero que compartían ambas naciones hasta la era Trump: un gran ducto que llevaría 800 mil barriles diarios crudo canadiense hacia Estados Unidos: Keystone.

En los mismos días, el gobierno de México lanzó una iniciativa de ley de la industria eléctrica que va justamente en contra del propósito de sus vecinos contiguos y principales socios comerciales. Manda casi hasta atrás de la fila la generación de energías renovables.

Si sólo se considerara lo ocurrido esta semana, uno podría pensar que México ha decidido una ruta al sur en lugar de la que lleva al norte.

Pero hay antecedentes. Estados Unidos y Canadá, a diferencia de Argentina, quitaron aranceles y abrieron sus mercados a los mexicanos, desde hace casi tres décadas. Argentina no ha tenido la misma disposición.

Lo ocurrido esta semana podría manifestar que el vínculo entre los tres socios comerciales de Norteamérica se desvanece, que el trío es ahora de dos. Eso puede ser bueno o malo en función de quien juzgue. Pero definitivamente, de fortalecerse esa posibilidad, el distanciamiento nacional no estará libre de impacto. Ayer, por ejemplo, JPMorgan, el mayor banco estadounidense, cerró su negocio de banca privada que atendió la administración de grandes fortunas en México. Al parecer, muchas ya están en otros países.

El autor es director general de Proyectos Especiales y Ediciones Regionales de El Financiero

COLUMNAS ANTERIORES

La energía de Claudia
¿La Comer se ‘come’ a Soriana?

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.