Parteaguas

¿Y qué es BWT, la que patrocina a Checo Pérez?

La marca que destacó en el podio de la F1 es la de BWT que ofrece servicios industriales y domésticos de procesamiento de agua.

Llenó todos los sitios de internet en México el fin de semana. Ese color rosa predomina en el uniforme y en el coche de la Fórmula 1 que Checo Pérez usó para ganar la carrera de Sakhir, el domingo.

Tres letras fueron enmarcadas por el referido pálido marco: BWT. ¿Qué es eso?

Las letras refieren al patrocinador principal del equipo del corredor, una empresa que posiblemente ubican los aficionados fieles, pero debe ser desconocida para mucha gente aún, pese a que simbolizan un asunto más profundo: el cambio dramático en el comportamiento de ustedes y lo que compran.

Son las siglas de Best Water Technologies, una empresa con sede en Mondsee, Austria, pequeña población ubicada a 180 kilómetros de Munich, Alemania.

La dirige Andreas Weissenbacher, quien la adquirió en 1990 para transformarla. Una forma de aproximarse a lo que vende comienza por decir que en su catálogo destacan los filtros domésticos de agua que rondan un precio equivalente a 6 mil pesos.

No obstante, se anuncia en una competencia que acude a un nicho de alto poder adquisitivo. La Fórmula 1 tiene un especial impacto en quienes consumen los mejores coches, los mejores viajes, la mejor comida y… la mejor agua.

Los mexicanos entienden del tema, hasta cierto punto. En términos relativos es la población que más consume agua embotellada en el mundo. Pero no es el mercado del "garrafón" el que interesa necesariamente a BWT, sino el de aquellos mexicanos o no, que se preocupan por tomar agua limpia… mineralizada con magnesio al salir del grifo y para que al lavar los vasos o las copas en la que sirven ésta, no quede rastro de esa opacidad que dejan las gotas al secarse.

A la industria, BWT vende sistemas de enfriamiento de aire acondicionado, calentamiento ambiental, desalinización y otros servicios sofisticados.

Es mucho decir para una empresa nacida modestamente en 1823 como una pequeña fábrica de productos químicos en Alemania.

Eso cambió. Sus datos más recientes ya no son públicos, pero en 2016 todavía divulgó ingresos anuales por 610 millones de euros (15 mil millones de pesos).

No es de cigarros o de refrescos como ocurría cuando Checo Pérez estaba naciendo, la marca que destacó el fin de semana en el podio de la Fórmula 1 es la de una empresa que ofrece servicios industriales y domésticos de procesamiento de agua.

Coincidentemente, el lunes, El Financiero publicó una nota de Bloomberg con el siguiente encabezado. "Llegó el día: por miedo a la escasez, el agua ya cotiza en Wall Street".

Ese texto expuso que el agua se unió al oro, al petróleo y otras materias primas que se negocian en el mercado más importante de Nueva York, lo que destaca las preocupaciones de que ésta se vuelva escasa en la mayor parte del mundo.

Los agricultores, los fondos de cobertura y los municipios ahora pueden protegerse financieramente para pagar el agua en California en el futuro próximo. Aquí avisé antes del asunto: https://bit.ly/39ZTJ3b.

Destaqué ese día una advertencia de BlackRock, tal vez el fondo de inversión más importante del mundo occidental, que en julio difundió:

"Aproximadamente el 60 por ciento de las propiedades REIT (Fideicomisos respaldados en inmuebles) globales que fuimos capaces de geolocalizar, experimentará un alto estrés hídrico para 2030, impulsado por una mayor urbanización y los efectos del cambio climático. Esto más que duplica el número de hoy".

Hasta los centros comerciales tendrán problemas para obtener agua al final de la década.

Por esa razón las empresas vinculadas con el negocio de clasificarla, limpiarla o distribuirla están ganando valor.

En septiembre expuse como ejemplo un "combo financiero" disponible en el mercado de valores que contiene acciones de esas compañías y que bajo su propio riesgo, ustedes pueden comprar usando una cuenta bancaria y una app que pueden bajar en su smartphone.

Ese "combo" se llama FIW, First Trust Water, y hasta entonces había subido 100 por ciento en un año. De septiembre a la fecha aumentó otro 20 por ciento.

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