Pocas instituciones de bienestar social en el mundo pueden jactarse de que en 50 años de existencia hayan otorgado más de 12 millones de créditos para adquirir vivienda, en la que se involucraron más de un millón de empresas y por supuesto, la ingeniería y la arquitectura.
Con estas cifras, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) celebra sus 50 años de fundación, el 1 de mayo de 1972, como resultado de la promulgación de su Ley -el 21 de abril-, en cumplimiento al derecho del trabajador de contar con un patrimonio familiar, establecido en la Constitución Política de 1917.
La estrategia financiera para su creación consistió en reunir en un fondo nacional, las aportaciones patronales del 5% del salario de cada trabajador contratado por empresas privadas, para darles la oportunidad de obtener un crédito de vivienda como una forma de que sus ahorros les fueran devueltos.
En su primer año de operación, el Infonavit otorgó 88 mil créditos para construir igual número de viviendas, con la participación de ingenieros y arquitectos, quienes seleccionaron los terrenos y realizaron los estudios preliminares, los diseños de las casas, y la ejecución y supervisión de las obras.
Anteriormente, el desarrollo habitacional en nuestro país se hacía para satisfacer los intereses de inmobiliarias privadas, sin atender las demandas sociales y prever el crecimiento demográfico, lo que ocasionó -por falta de una planeación adecuada-, que millones de viviendas quedaran abandonadas.
Ahora, 50 años después, el Infonavit, en medio de una pandemia internacional que modificó el escenario económico del país, actualiza sus estrategias financieras como la modalidad de créditos de autoproducción de vivienda, que consiste en que el derechohabiente construya su propia casa en función a su capacidad económica, o que termine o remodele la que tiene.
Los resultados son evidentes: la tercera parte de los 37 millones de viviendas construidas en el país han sido financiadas por esta institución, lo que representa alrededor de 12 millones de hogares. En plena pandemia, el Infonavit es la institución que otorgó la mayor cantidad de créditos: 51.3%, con un aumento de 24.5% anual, en el periodo enero a julio del 2021.
Entre las perspectivas hacia el futuro, se planea construir nuevas viviendas del tipo vertical -para aprovechar más el espacio-, invirtiendo en el desarrollo urbano. El objetivo es que los residentes tengan todos los servicios necesarios en un radio de 2.5 km.
En este contexto, la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México, A. C., sostuvo recientemente una reunión con el Director General del Infonavit, Carlos Martínez Velázquez, en donde nos comprometimos a tener una participación más amplia en áreas como el financiamiento para la urbanización, seguridad estructural y la construcción de viviendas de $300 mil pesos para personas que no tienen acceso al crédito hipotecario.
El Infonavit, la ingeniería y la arquitectura nos aliamos una vez más en la búsqueda de alternativas de infraestructura en la frontera norte (Texas) y el desarrollo urbano en municipios.
“El verdadero progreso es el que pone la tecnología al alcance de todos”. Henry Ford, industrial estadounidense.