De los daños ocasionados por los sismos del 2017 y del 2018 a la infraestructura de vivienda, educación, cultura y salud en Guerrero, Estado de México, Ciudad de México, Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Michoacán, Tlaxcala, Hidalgo, Puebla y Morelos, el Comisionado Nacional para la Reconstrucción, David Cervantes Peredo, informó que se ha avanzado al 70 por ciento.
Para lograr lo anterior, se destinaron recursos del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), al que se sumaron aportaciones de otras fuentes, como el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN); el Fondo de Aportaciones Múltiples; recursos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Seguros y Fundaciones privadas, con lo que se superan los 35 mil millones de pesos.
Para 2021, se espera que el Programa Nacional de Reconstrucción cuente con la asignación necesaria de recursos del PEF, con lo que se podrá dar por concluida. Como ha dicho el Presidente Andrés Manuel López Obrador: "la reconstrucción no se acaba, hasta que se acaba".
Sobre la infraestructura escolar, los sismos del 2017 dañaron a más de 19 mil planteles en los once estados. Muchos de esos inmuebles fueron construidos hace más de 50 años y por falta de mantenimiento y factores climáticos, presentan un alto grado de deterioro, especialmente en el acero de refuerzo o en su estructura metálica por lo que requieren un tratamiento especial para mejorar su seguridad estructural. Por ello, ahora además de reparar daños, se debe capacitar y prevenir.
Con el objetivo de otorgar mayor seguridad a los alumnos de todo el país y minimizar los daños por sismos, diversas instituciones, como SEDATU, BANOBRAS y el Instituto de Ingeniería de la UNAM, unieron esfuerzos y conocimientos con la SEP, para elaborar una Guía Técnica de Rehabilitación Sísmica de la Infraestructura Educativa, que contiene los requisitos de diagnóstico, análisis, diseño, construcción y supervisión de la reparación.
El propósito fundamental de este documento es proveer a los proyectistas, constructores, directores responsables de obra, corresponsables en seguridad estructural y propietarios de edificios dedicados a la educación, de reglas técnicamente sólidas para evaluar inmuebles dañados de manera ágil y profesional después de un sismo de gran magnitud y dictaminar con certeza su afectación.
Cabe recordar que el 19 de septiembre 1985 y el mismo día pero del 2017, dos grandes sismos, con 32 años de diferencia, una situación insólita en el mundo ocurrió en nuestro país, lo que convierte al noveno mes del año en Septiembre Negro.
Por su ubicación geográfica, México está expuesto a terremotos. Las experiencias del Septiembre Negro exigen acciones de los ingenieros y arquitectos para dar seguridad a la población en todo el territorio.