Juan Antonio Garcia Villa

¿Qué le pasa al Trife?

Quien haya visto al menos una de esas 'mañaneras' –y van ya casi 500–, sabrá que tales conferencias no son otra cosa que burda propaganda política.

El próximo 18 de octubre los estados de Coahuila e Hidalgo tendrán elecciones locales, en el primer caso para diputados y en el segundo para renovar sus ayuntamientos. Como seguramente tendrá presente el lector, los procesos electorales en ambas entidades fueron suspendidos según resolución dictada por el INE el pasado 1 de abril, con motivo de la pandemia por el Covid-19, pues originalmente las elecciones estaban programadas para celebrarse el pasado 7 de junio.

Posteriormente, el 30 de julio el Consejo General del INE tomó el acuerdo de que ambos procesos electorales se reanudaran y las elecciones se celebren, como ya se dijo, el 18 de octubre.

En Coahuila, con la resistencia y aun oposición de todos los demás partidos políticos, Acción Nacional planteó que las conferencias matutinas que diariamente ofrece el presidente López Obrador, conocidas como 'mañaneras', no fueran transmitidas íntegras, según lo hacen al menos dos canales televisivos oficiales en ese estado, por considerarse dichas transmisiones violatorias del artículo 266 del Código Electoral de Coahuila, precisamente durante el periodo que va del 5 de septiembre –fecha en que inician las campañas electorales– y hasta el día de la elección –18 de octubre–, inclusive.

La disposición del Código Electoral local arriba citada, corresponde a una transcripción casi literal, de lo que al respecto establece el artículo 41, fracción III, apartado C de la Constitución General de la República.

Pues bien, como si se tratara de un juego de billar a tres bandas, resulta que el 18 de agosto pasado la Unidad de Normatividad de Medios de Comunicación (por cierto, en esa fecha aún adscrita a la Subsecretaría de Gobierno –ahora ya desaparecida– de la Secretaría de Gobernación) planteó al INE el asunto, y éste respondió –y determinó– en resolución número INE/CG215/2020, que se suspendiera toda propaganda gubernamental desde el inicio de las campañas electorales en Coahuila e Hidalgo.

Tal resolución fue impugnada por el partido Morena ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Éste, más rápido que pronto, echó abajo la resolución del Consejo General del INE por haberse excedido, según alguna interpretación, a lo que estrictamente le fue consultado por la hoy desaparecida subsecretaria de Gobernación. Ahora se sabe que también consultaron el asunto los gobernadores de Coahuila e Hidalgo, aunque en los considerandos de la mencionada resolución para nada se les menciona a éstos.

La confusa sentencia del Trife dio lugar a que el presidente de la República, de inmediato, haya festejado que sus llamadas 'mañaneras' se transmitirán íntegras en Coahuila e Hidalgo durante las campañas, que al parecer no fue exactamente lo que aquél resolvió, pues el Presidente considera que ello significa que dichas conferencias matutinas se transmitirán durante la campaña electoral de 2021, la que desde ahora se considera la madre de todas las campañas políticas.

No hay manera de que ello ni remotamente pueda suceder durante la contienda electoral del año próximo. Además de lo dispuesto por el precepto constitucional antes citado, la Ley General de Procedimientos e Instituciones Electorales explicita la prohibición (artículos 442, 449 y 457), porque claramente señala que cualquier autoridad, incluidas las de los Poderes de la Unión, incurrirán en responsabilidad por infringir, entre otras disposiciones, la que prohíbe "la difusión, por cualquier medio, de propaganda gubernamental dentro del periodo que comprende desde el inicio de las campañas electorales hasta el día de la jornada electoral inclusive, con excepción de la información relativa a servicios educativos y de salud, o la necesaria para la protección civil en casos de emergencia".

Quien haya visto al menos una de esas 'mañaneras' –y van ya casi 500–, sabrá que tales conferencias no son otra cosa que burda propaganda política, agresiva y burlona, que el Presidente hace diariamente en contra de quienes considera son sus enemigos políticos, que son exactamente todos los que no estén cien por ciento de acuerdo con él. ¿Permitirá el Trife que eso ocurra en 2021?

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