Autonomía Relativa

Los nubarrones sobre AMLO

El golpe que una agencia estadounidense decidió darle a la institución consentida del presidente mexicano no es cualquier cosa, ha puesto en jaque al gobierno.

La detención del general Cienfuegos ha dejado al presidente López Obrador en un vacío. La relación de cooperación entre ambos países, en materia de seguridad, ha quedado en el limbo. Nuestro presidente decidió desde un inicio depender del Ejército para múltiples tareas al tiempo que mantenía una relación genuflexa, como pocas, con el gobierno de Trump. El golpe que una agencia estadounidense decidió darle a la institución consentida del presidente mexicano no es cualquier cosa: ha puesto en jaque al gobierno mexicano.

No es sencillo entender lo que pasa. Los traspiés del Presidente sobre el tema lo dejan claro. Su decisión de ser el vocero sobre el tema es correcta pues el Ejército –que debe proteger al Presidente– solamente encontrará defensa en su comandante: el presidente de la República. Nada bueno puede salir del juicio en Nueva York.

León Krauze entrevistó sobre el caso, para Letras Libres –otro "pasquín inmundo"–, al general Barry McCaffrey, multicondecorado en Estados Unidos, estratega de la primera guerra del Golfo y que encabezó la política contra las drogas en la Casa Blanca con Bill Clinton. Entre otras cosas dijo lo siguiente: "La administración Trump es el peor grupo de gente incompetente, impulsiva y fuera de la ley que hemos tenido en el gobierno de Estados Unidos, y en ese sentido nada me sorprende".

Mientras tanto, López Obrador dijo lo siguiente: "Le agradezco al presidente Donald Trump porque cuando hemos tenido problemas difíciles, me ha hablado para decirme te envío ayuda, les apoyamos y le he dicho gracias, nosotros vamos a resolver nuestros asuntos, sin injerencia. Claro, él no lo hace en el plan de quererse meter en México, de mandar en México, lo hace para ayudar, para cooperar, pero es importante decir que México es un país independiente, soberano" (El Universal 17/10/20).

Este par de declaraciones muestran claramente el problema que enfrentamos. Hay algo que no encaja.

Aunado a eso, el ambiente que ha creado el Presidente está generando problemas. Académicos, científicos, gente del ámbito de las artes se ha manifestado afuera del Senado para impedir, infructuosamente, la cancelación de los fideicomisos que eran útiles para esas áreas. El desastre en Morena que busca dirigente, ha cobrado ya sus primeras y estrepitosas derrotas electorales. La oposición se organiza a cuentagotas, pero se organiza. El hermano del Presidente la emprende contra los periodistas, mientras el gobierno federal patrocina a su equipo de beisbol, y el Presidente en día y horarios hábiles se va a pegar batazos para intentar mostrar que no pasa nada. Lo claro es que no hay orden ni en la relación con Estados Unidos, ni en el Ejército, ni en su partido, ni en el gobierno, ni en su familia. No suena bien por más popular que sea.

Las nubes negras se ciernen sobre el gobierno de López Obrador. Le pasa a cualquier gobierno, pero no habíamos tenido uno que pensara que cruzaría el pantano sin mancharse. Ahora el asunto es ver si va a salir del pantano sin importar lo manchado que esté.

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