Opinión Julio Madrazo

2020: tres variables

El desempeño del sector energético, la construcción y la inversión en bienes de capital serán indicativos del desempeño del país y el primer semestre es clave para reactivar la economía.

El segundo año de gobierno del presidente López Obrador tiene grandes retos en la urgente transformación iniciada hace un año; sin embargo, con el riesgo de minimizar otros temas centrales en el proyecto de la 4T, me atrevo a proponer que en 2020 el desempeño económico será definido en función de lo que ocurra con tres variables. Sin mayor crecimiento será complejo atender otras prioridades en la agenda social, de seguridad y justicia del presidente.

La primera variable es energía. El proyecto de gobierno requiere que Pemex revierta la caída de su producción petrolera; pero eso no es suficiente, también es indispensable que el sector en su conjunto crezca. Se necesita incrementar la producción petrolera desde el sector privado, así como inversiones en más infraestructura de producción y distribución de gas y energía eléctrica.

La segunda es construcción. Si no se reactiva el sector de la construcción en todas sus vertientes (carreteras, puertos, aeropuertos, vivienda, oficinas, centros comerciales) la economía seguirá empantanada. La construcción está atada a otro gran número de actividades y servicios, y es un motor clave para la generación de empleos formales en muchos ámbitos.

La tercera variable es la inversión en bienes de capital. La compra de maquinaria y equipo es un indicador fundamental sobre la perspectiva futura que el sector privado tiene del desempeño de la economía. Tras la firma del T-MEC y dado el entorno comercial y económico global, México debería distinguirse como país atractivo para la inversión. Hay que hacer valer nuestras ventajas competitivas.

Estas tres variables serán indicativas del desempeño del país. El primer semestre es clave para reactivar la economía. Las tres dependen de un sinnúmero de factores, pero sobre todo, de que el gobierno haga con eficacia su tarea, poniendo en marcha los proyectos anunciados, generando mayor certidumbre y un ambiente más favorable para detonar las inversiones que el país requiere. Todo lo anterior, partiendo de la convicción de que las finanzas públicas seguirán siendo manejadas con la disciplina y responsabilidad que el gobierno ha demostrado.

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