Leon Opalin

Antisemitismo en el Partido Laborista de Inglaterra

Jeremy Corbyn ha sido acusado de no expulsar a miembros del Partido Laborista que han manifestado opiniones antisemitas y ha recibido críticas por declaraciones pasadas.

La campaña electoral del líder desde el 2015 del Partido Laborista Jeremy Corbyn, de 70 años, para los comicios generales del próximo 12 de diciembre, (en la que 46 millones de electores se disputarán 650 escaños de la Cámara de los Comunes) fue golpeada el pasado 7 de noviembre, por renovadas afirmaciones de "que no es apto para liderear el país por su tolerancia hacia las actitudes antisemitas"; cabe destacar que Corbyn a lo largo de su carrera política ha defendido los reclamos de grupos como el Ejército Republicano de Irlanda, Hamas y Hesbolla, a estas dos últimas organizaciones terroristas. Corbyn los ha llamado amigos.

Las críticas las hizo un exmiembro del círculo interno del Partido Laborista quien exhortó a los votantes británicos a votar por el conservador primer ministro Boris Johnson el principal rival de Corbyn.

Ciertamente, Ian Austin, uno de los aliados más cercanos de un exprimer ministro laborista, expresó que el Partido Laborista se ha visto intoxicado por el racismo antisemita, "bajo el liderazgo de Corbyn, Austin fue uno de los siete legisladores que dejaron el partido el 18 de febrero pasado en medio de un escándalo antisemita porque rechazaron el rumbo que había tomado el Partido Laborista argumentando que este ha virado hacia posiciones de "izquierda dura" y ha fallado en contener los discursos contra los judíos, en este ámbito anunciaron que mantendrían sus escaños en la Cámara de los Comunes bajo un bloque independiente, a la vez que animaron a integrantes de otros partidos a sumarse a su iniciativa. Luciana Berger, una de las legisladoras renunciantes, aseguró que el principal partido opositor británico es "institucionalmente antisemita, debido a la escasa resistencia que el liderazgo de Corbyn ha impuesto a presuntos ataques contra el sionismo; los líderes laboristas admitieron que Berger, quien es judía, ha sido acosada por algunos miembros de su partido local en el noroeste de Inglaterra y que Corbyn, un antiguo partidario de la causa palestina "no ha hecho lo necesario para contener esas ofensivas".

Retomando a Austin este ha expresado que los "votantes laboristas decentes, tradicionales y patrióticos" "tendrían que votar por Johnson y los conservadores, en lugar de permitir que Corbyn tome el poder".

Asimismo, Corbyn ha sido acusado de no expulsar a miembros del Partido Laborista que han manifestado opiniones antisemitas y ha recibido críticas por declaraciones pasadas, como un discurso en el 2000 en donde comparó el bloqueo de la Franja de Gaza con los asedios de la Alemania nazi de Leningrado durante la Segunda Guerra Mundial. Los críticos también condenaron su asistencia a un ceremonial de colocación de corona funeraria en 2014 para los palestinos que Israel vinculó con los asesinatos de once israelíes en los Juegos Olímpicos de Múnich, Alemania, en 1971. También Corbyn firmó la Declaración del Cairo del 2002, que afirmaba que Israel había robado a los palestinos de sus tierras y acusado a EUA de haber otorgado "apoyo ilimitado a los perpetradores sionistas de crímenes genocidas contra el pueblo palestino".

Por otra parte, el mismo 7 de noviembre pasado en el Jewish Chronicle, una población semanaria de la Comunidad Judía en Gran Bretaña desde 1845, señaló en un inusual editorial de primera plana dirigida a "no judíos" que no suelen leer el periódico, en la que hizo hacer notar preocupación por la situación de los judíos en ese país. De acuerdo a una reciente encuesta realizada de ese medio, el 47.0% de los judíos británicos "considerarían seriamente" dejar el país si Corbyn se convierte en primer ministro. La Jewish Chronicle menciona que los temores entre los judíos aumentaron desde que Corbyn se convirtió en líder del partido (2015), aunque algunos analistas esperaban se volviera más tolerante. En el Reino Unido la comunidad judía suma alrededor de 300,000 miembros, la segunda más importante en Europa después de la de Francia, 400,000.

En el contexto de una serie de hechos antisemitas que involucran a miembros del Partido Laborista, decenas de sus miembros han sido suspendidos y, en algunos casos han sido expulsados. En junio de este año, la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos del Reino Unido, un organismo de control del gobierno, inició oficialmente una investigación sobre el problema del antisemitismo en el laborismo. Solo una vez un partido ha sido investigado por esta Comisión, el pequeño partido nacional de extrema derecha.

Las pesquisas se pusieron en marcha para determinar si el Partido Laborista "había discriminado ilegalmente, acosado y victimizado a ciudadanos por el hecho de ser judíos". La Comisión está investigando si efectivamente se cometieron dichos actos ilegales y además si se respondió o no de manera efectiva a las denuncias que se impusieron contra el partido.

El laborismo no ha tardado en defenderse tras el comunicado de la organización. Ha dejado claro que "cooperará plenamente con la Comisión" y que "rechaza cualquier sugerencia de que el partido no aborda las quejas de manera justa", además que "el laborismo está plenamente comprometido en apoyar, defender, y celebrar a la comunidad judía y se aferre de manera implacable al antisemitismo de cualquier forma posible".

Se trata de unas acusaciones que llegan en el peor momento a un panorama político europeo amenazado por la ola nacionalista y populista por esto, el Partido Laborista ha querido dejar claro "que es un partido de igualdad" a tiempo que ha querido remarcar su "profunda inquietud" por el incremento del antisemitismo en el Reino Unido como en Europa.

Se espera que la investigación dará luz a los hechos, empero, sin duda será un duro "golpe contra la imagen de la histórica formación británica". La última encuesta de opinión realizada en la gran Bretaña, apuntan al triunfo del conservador Boris Johnson como Primer Ministro, la moneda está en el aire; entre la comunidad judía hay incertidumbre porque al final de cuentas Jeremy Corbyn es un empedernido antisemita.

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