Leon Opalin

Los campamentos de verano de Hamas y la OLP, centros de adiestramiento terrorista

Los discursos de odio constituyen instrumentos de comunicación que tiene como objetivo promover y alimentar dogmas, cargados de connotaciones de discriminación, señala Opalín.

En julio de cada año los palestinos de la Franja de Gaza y de Cisjordania organizan actividades "recreativas" para niños y niñas y adolescentes de ambos sexos. Este año los campamentos de verano llevan los nombres de terroristas responsables de atentados; darles esta denominación y hablarles de ellos a los participantes, constituye una apología sobre el terrorismo.

De acuerdo a la ONG israelí Palestina Media Watch, en julio del 2019 funcionaron por lo menos dos campos con la denominación de terroristas, uno se llevó a cabo en el distrito de Tubas, una pequeña población palestina de 10,000 personas ubicada en la región noreste de Cisjordania a 21 Km al noreste de Nablus, a nombre de Dalal Mughrabi, la terrorista responsable del atentado " más cruento en la historia del terrorismo palestino", en el secuestro a un ómnibus en la carretera costera de Israel en marzo de 1978, asesinando a 37 civiles, 12 de ellos niños.

En el ataque también resultaron heridos más de 70 personas. La foto "de la gran heroína palestina estaba colgada a la entrada de la sede del campamento".

El otro campamento fue organizado por la Asociación de Caridad Nahdat Bin Al-Rif y llevó el nombre de Omar Abu Laila, palestino de 19 años que mató en marzo de este año al Rabino Achiad Ettinger, padre de 12 hijos, y al soldado israelí Gal Keidan, en un atentado cometido en el cruce de Ariel, Abu Laila murió en el tiroteo con soldados israelíes que trataron de detenerlo.

En este contexto, el Consejo Supremo de Deportes y Juventud de la Organización para la Liberación Palestina (OLP) encabezado por Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina (AP) anunció para el verano del 2019, 625 campamentos: 425 en Cisjordania y 200 en la Franja de Gaza con una asistencia de 40 mil participantes; los campamentos del 2019 tendrán como consigna "este es nuestro hogar y Jerusalén es nuestra".

En los campamentos se realizan actividades políticas destinadas a inculcar, entre otros mensajes la importancia de la lucha palestina y el derecho a retomar a Jerusalén y a la Mezquita de Al-Aqsa (que es parte del complejo religioso de la explanada del Templo en Jerusalén) y oposición al Plan de Paz para el Medio Oriente liderado por EUA, conocido como el Acuerdo del Siglo.

Asimismo, se glorifica el martirio de los combatientes terroristas. Gran parte de las actividades en los campamentos se centran en promover mensajes de odio contra los judíos y honrar a los terroristas que asesinan a israelíes.

Los discursos de odio constituyen instrumentos de comunicación que tiene como objetivo promover y alimentar dogmas, cargados de connotaciones de discriminación que atentan contra la dignidad de los judíos.

Sus intenciones son malignas para incitar a que se lleven a cabo prácticas destructivas cargadas de un nacionalismo exacerbado e intolerante, los discursos llaman a la violencia, basados en prejuicios colectivos que por su repetición calan con facilidad en niños y jóvenes. En este ámbito, un objetivo fundamental es "sembrar amor por la patria y la liberación de Palestina en las almas de los jóvenes, para que esta generación nos lleve a la liberación".

En el campamento de la gobernación de Tulkarem el llamado es "Palestina no está en venta"". En este campamento el Instituto Membri publicó imágenes en las que se ve a niños participando en una actividad en la que rompen e incendian banderas de EUA y fotos del presidente Trump. Membri, fundada en 1988, es una organización no partidista, sin fines lucrativos con oficinas en Berlín, Londres y Jerusalén que traduce sus materiales al inglés, alemán, italiano, francés, hebreo, español, turco y ruso.

Membri explora el Medio Oriente a través de los medios informativos de la región, establece un puente en el vacío idiomático existente en el Medio Oriente, "realiza un análisis genuino de las tendencias políticas, ideológicas, intelectuales, sociales, culturales y religiosos del Medio Oriente.

En el área de Belén un campamento se llama "regresemos a 1948", en referencia al periodo previo cuando a la creación del Estado de Israel ese año. En otro campamento se observa la leyenda "Palestina, desde el río hasta el mar", con la que adoctrinan a niños y jóvenes a la no existencia de Israel.

En los campamentos organizados por Hamas los niños, niñas y jóvenes aprenden a utilizar armas y entrenan para convertirse en mártires. Estos campamentos están diseñados para preparar una generación "que porte el rifle y el Corán".

El objetivo principal es preparar a los niños y jóvenes física, emocional y espiritualmente en una generación para "la liberación de Palestina, no solo de la Franja de Gaza o la Margen Occidental, sino todo Israel a través de la destrucción de este último.

Hamas y la AP no tienen suficiente dinero para reconstruir a la Franja de Gaza, devastada por la guerra contra Israel en el verano del 2014, o para mejorar el bajo nivel de vida de sus habitantes, empero, si lo tienen "para envenenar los corazones y las mentes de los niños y jóvenes palestinos".

Una estrategia, es secuestrar a soldados israelíes, que les ha dado buenos resultados porque los secuestrados son intercambiados por cientos de terroristas palestinos recluidos en las cárceles de Israel. Las familias palestinas que envían a sus hijos a los campamentos de verano, están orgullosas de que los adiestren en el uso de armas y en otras "artes de guerra".

La incitación al odio contra los judíos e Israel en los campamentos continúa en las mezquitas, en los medios y en las comparecencias de los líderes y portavoces tanto de la AP como de Hamas; los dos grupos han radicalizado a su gente en contra de la paz con Israel, de aquí que en la práctica sea imposible de hablar de una solución de dos Estados.

Los campamentos de veranos palestinos constituyen una flagrante violación de los derechos humanos de los participantes. Organizaciones de Derechos Humanos palestinas e internacionales se hacen "de la vista gorda" sobre todo las de Europa que constantemente califican al gobierno de Israel de establecer un régimen de Apartheid en las poblaciones palestinas.

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