El inicio ilegal de los recorridos por el país por parte de los seis aspirantes a la candidatura presidencial de Morena, han mostrado en muy pocos días, el tono predominante de sus campañas anticipadas.
Claudia Sheinbaum lleva tres días en recorridos populares por estados, haciendo contacto con las zonas marginadas, las comunidades más beneficiadas por Morena. Es decir, su nicho duro, el de apoyo garantizado.
El tono de la exjefa de Gobierno —o jefa de Gobierno con licencia, sería más preciso— ha sido el de la unidad, la continuidad del proyecto y la promesa de un “sello personal” aún desconocido por el público. Si la premisa es seguiremos por la misma ruta, pero con mi propio estilo, ¿qué quiere decir?, ¿hasta dónde alcanzará su propio estilo si de corregir errores y dislates se trata?
Marcelo Ebrard, sabedor de que su mayor respaldo se ubica entre los no morenistas, entre aquellos electores convencidos de que el triunfo de Morena es inevitable y que la mejor opción es el excanciller. Es como “de lo perdido, lo que aparezca”.
Pero conocedor de esta realidad, hemos visto al señor Ebrard fijar dos estrategias claras: una consistente presencia en redes —con ditirambos y ocurrencias, no importa, pero presente— y otras en la búsqueda de la cercanía a los morenistas, con cuyo apoyo no cuenta. De ahí la oferta descabellada a Andy López Beltrán para un puesto de gabinete —andaba de quedando bien el aspirante— más el abrazo y la invitación a Pío López Obrador, el hermano incómodo, quien, por cierto, llegó en Mercedes Benz —por aquello de la austeridad franciscana— al evento. Es el orgullo de la familia.
El señor Adán Augusto López, a su estilo, disparando agravios y descalificaciones. Empezó en Jalisco y tundió al gobierno local, y luego siguió atacando a los estados no morenistas, Guanajuato y Chihuahua. El tabasqueño es la representación del lado más oscuro de AMLO: agresivo, hostil, autoritario. Rechazó los pingües 5 millones de Morena, con burla e ironía, diciendo que él tenía sus propios recursos.
Acabó exhibiendo aquello de que la austeridad es más bien simbólica. Pero para sorpresa de todos, ha demostrado músculo y capacidad de convocatoria.
El presidente le soltó la rienda y vamos a ver hasta dónde llega, pero no debe darse por descartado. Sería el más dañino para el país.
Ricardo Monreal será el único aspirante que “correrá dos veces”. Una por la Presidencia y la segunda —la buena— por la Ciudad de México. El cambio radical del senador ‘cero’ en los últimos seis meses, después de su impulso de autonomía y para algunos rebeldía, tuvo como propósito asegurar la candidatura a la jefatura de Gobierno. Y todo está encaminado.
La sustitución permanente de Martí Batres lo descalifica para ser candidato, una renuncia que tuvo que “placharse” con algunas promesas de gabinete en el futuro.
Monreal va “suavecito” entre el Santo Niño de Atocha y la Basílica de Guadalupe, en la simulación de una carrera a la que renunciará cuando llegue el momento de declinar a favor de la ungida(o).
De los otros dos (las taparroscas) ni vale la pena dedicarles espacio o tinta, puesto que seguirán el mismo camino: declinar a favor del o la favorita, en cuanto llegue el momento.
Sin embargo, faltan “amarres”. Ebrard ha resultado mucho más combativo de lo esperado, y va a disputar hasta el final la candidatura. El compromiso es plegarse con el hipotético resultado de las encuestas, cuya metodología y casas encuestadoras no han sido reveladas.
Ayer citó el presidente al núcleo duro de Morena a Palacio. Mario Delgado, que podría ser el único contendiente interno por la Ciudad de México —con algo tendrán que apaciguarlo—, y los 22 gobernadores. Todos formaditos y alineados para escuchar “al maestro”. La consigna: nada de favoritismos, porras, acarreos, manifestaciones en favor de ninguna corcholata o taparrosca para el acto del 1 de julio en el Zócalo. Otra movilización simulada con tintes electorales pero disfrazada de conmemoración.
Un elemento distractor más en los que se especializa el caudillo. Pan y circo, concierto y plaza pública, cuando se registran apagones en zonas del país a causa de insuficiencia en el suministro eléctrico en plena ola de calor, o de la eterna inseguridad no resuelta, creciente y sangrienta en el país: 80 asesinatos diarios en 2023.
A dos meses de cumplir cinco años... ¡ya basta de culpar al pasado!
Sólo demuestran incapacidad rotunda en múltiples áreas de gobierno.