Sobremesa

En la ley del argüende, gana quien más miente

Se pretende hacer creer que el monopolizar un servicio de uso básico, como la energía eléctrica, traerá una disminución en el precio.

Construir una percepción alternativa de la realidad es la estrategia de gobierno que sabe explotar al máximo el actual régimen, pues sabe perfecto que, en la ley del argüende, gana quien más miente.

Así, cuando tenemos una crisis inflacionaria que mantiene al país por encima del doble de lo pronosticado por la SHCP para este año, impactando directamente en el bolsillo de quien menos tiene, el régimen se inventa un pleito con la UNAM o con el CIDE para distraer la atención.

Con base en argüendes, se pretende hacer creer que el monopolizar un servicio de uso básico, como la energía eléctrica, traerá una disminución en el precio y beneficios a los hogares; igual como se prometió que la gasolina no costaría mas de 10 pesos el litro en esta administración, o que se rescataría Pemex, que sangra el erario todos los días; igual que se prometió que el Felipe Ángeles sería un aeropuerto de primer mundo, o que el Tren Maya no tocaría un solo árbol, o que tendríamos un sistema de salud como el de Dinamarca, etcétera.

La reforma eléctrica tiene el mismo sentido de engaño

Un monopolio siempre lleva a tarifas más altas que cuando hay competencia, y por eso hoy se miente sólo para ganar votos.

El beneficio de la reforma eléctrica de EPN fue crear competencia y, con ello, una tendencia a disminuir los precios finales a consumidores, con instituciones de mercado con una fuerte regulación del Estado. Así, hoy tenemos una Cofece o a la Comisión Reguladora de Energía, que son garantes de la equidad entre competidores.

AMLO pretende el control de órganos reguladores. (Especial)

¿Queremos mantener las cosas como están?

Todas las regulaciones son perfectibles. ¿Qué se debiera cambiar o mejorar de dicha reforma, 1.- Se determinó que a los proyectos renovables sólo se les cobraría una porción de la transmisión de la energía que producen, como un incentivo para tener más energía limpia en México y porque en los 90 esas tecnologías eran caras. Hoy, eso ya debería cambiar porque ya las energías renovables se abarataron y le cuesta a la CFE mantener esos costos. 2.- Los subsidios los dan los gobiernos, no las empresas. Al cargarle a la CFE ese ‘subsidio’, en realidad va a todos los consumidores que no se benefician de él.

Lo anterior se puede arreglar sin desconocer el esfuerzo hecho por las empresas privadas, que han invertido sumas multimillonarias en el país y que además generan hoy 31 por ciento del total de la energía que consumimos, y que sin esta generación se provocaría un grave tema de desabasto.

La iniciativa de la 4T no pretende fortalecer al sector; con esta reforma se pretende beneficiar sólo a la CFE, que genera energía de tres a cinco veces más cara, pues tiene plantas viejas, no les dan mantenimiento y el inmobiliario Bartlett... ah no, perdón, el director de la CFE decidió modificar la edad de jubilación a los 55 años, generando un costo para el país de 200 mmdp que bien valieron a cambio de votos... ah no, perdón nuevamente, de quedar bien con los sindicatos.

Otro error sería desaparecer la CRE y al Cenace, y darle el total control a la CFE, donde sería juez y parte en el manejo de la energía del país, provocando discrecionalidad, ineficiencia y sobreprecios, sin que nadie la regule.

Lo que muerde está en los transitirios A y G

Es decir, cancelarán de un plumazo los permisos de generación eléctrica y los contratos de compraventa de electricidad con el sector privado. Tampoco serán reconocidos ni adquiridos por la CFE los excedentes de energía de los productores independientes. ¡¡Ni López Portillo se atrevió a tanto!! Esto es peor que la expropiación de la banca, pues al menos en ésa sí hubo compensación. Aquí… nada. Lo cual, dicho sea de paso, es inconstitucional. Mandando al mundo, una vez más, la señal de que en México el Estado de derecho es letra muerta.

Generando de golpe y porrazo, como ya lo dije, un desabasto de 20 por ciento. Así pues, los apagones serán una constante como en los países tercermundistas. Ah, y el precio se irá a las nubes sin competencia.

Ahora bien, si la CFE lleva años perdiendo dinero, ¿con qué hará las inversiones? Hoy, aunque duela, la CFE del inmobiliario Bartlett produce y vende menos. Deberían invertir en la transmisión y distribución, áreas que le fueron dejadas en monopolio y donde si invierte logrará bajar de verdad las tarifas.

¿Cómo van a votar?

Ojo, es tarea de todos los mexicanos recordarle a cada legislador, 500 diputados y 128 senadores, que ellos son nuestros representantes y que esta iniciativa no sólo es inconstitucional, sino que nos atrasará, que contaminará, que perjudicará nuestra salud y a las empresas que, dicho sea de paso, producen nueve de cada 10 empleos; léase que va contra el avance del país. Así pues, que no sólo debemos de estar pendientes del PRI, de Alito Moreno, sino de los verdes; no podemos, por ser acomodaticios y hacer de la política un negocio, permitirles votar a favor, como le dijo su presidente, Carlos Puente, al presidente AMLO, en Palacio Nacional:

“Seguiremos cumpliendo con esta gran tarea de transformar a nuestro país. Reconocerlo, Presidente, porque la reforma eléctrica considera elevar a rango constitucional la transición energética; eso representa un verdadero compromiso con el medioambiente, por eso le decimos adelante, sí, vamos adelante con usted hasta el último día de mandato, sin titubeos y sin medias tintas”. ¡Quihúboles!

No menos importante:

Al pretender monopolizar la generación eléctrica, dejando de lado por un momento si es limpia o sucia, ellos decidirán a quién le compran y también a quién le venden y a quién no, convirtiendo la electricidad en un instrumento de control político y del mercado.

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