Sobremesa

CFE solapa a agresores sexuales y amedrenta a las denunciantes

Sofía, una empleada adscrita a la gerencia ASARE, reveló a Lourdes Mendoza el ambiente laboral que existe dentro de la CFE.

“Deberían decirles a las mujeres cuando vayan a firmar un contrato en CFE que a eso se van a exponer y que no deben denunciar (el acoso sexual) ni decir nada, que esa es la situación laboral a la que se van a enfrentar y así tiene que ser”, así de crudo.

Esta es la contundente advertencia que lanza Sofía sobre el ambiente laboral que existe hoy en día dentro de la CFE, a cargo del exdinosaurio, impresentable y lord inmobiliario Manuel Bartlett, donde -inhale y exhale-, a pesar de presentar denuncias con pruebas y testigos, las consecuencias máximas que pagan los agresores son tan irrisorias como el cambio físico del lugar de trabajo y ocho días de suspensión sin goce de sueldo, a pesar de tener un manual desde 2020 que castiga el hostigamiento y el acoso. ¡Así como lo están leyendo!

(Especial)

La empleada, adscrita a la gerencia ASARE, y cuyo nombre real estoy resguardando, tras leer la denuncia de otra compañera en este mismo espacio, a principios de octubre, Acoso sexual, laboral y amenazas de muerte, la pesadilla de Wendy Herrera y decenas de mujeres en CFE, me aseguró que, cansada de vivir un infierno ante el acoso realizado en más de dos años por parte de uno de sus compañeros, acudió este año a la gerencia, también a la Unidad de Responsabilidades, así como a la Unidad de Género, a cargo de Nimbe Daphne Durán Téllez, y lo único que logró es que su agresor fuera reubicado de pasillo, por lo que, obvio, su asedio sigue sin parar y la sororidad de la titular de la gerencia es ausente.

Indignante, por decir lo menos

El agresor de Sofía se pavonea todos los días presumiendo que es intocable dentro de la CFE por tener como hermano a un político y ser amigo cercano de Víctor Fuentes, líder del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), a pesar de tener dos actas administrativas, dos denuncias por acoso sexual y una más reciente por mobbing (acoso laboral a otro compañero).

Solapado por la gerencia, el hombre pareciera tener carta abierta para amedrentar: “Hasta para ir por un café lo pensaba. Me tenía que esperar hasta que se fuera a platicar a otro pasillo y aprovechaba para ir a tomar café, y así no me agrediera”, relata la mujer con casi 24 años de labor en la empresa, y a poco más de uno de jubilarse. Vivir así no sólo no es justo, sino que es un infierno.

Agresores protegiendo agresores

Desde marzo de 2022, cuando fue presentada la denuncia, las agresiones, lejos de parar, continuaron, así como las miradas lascivas, insultos y amenazas como “ahora sí me la voy a chingar” y “vamos a ver de qué cuero salen más correas”, y al tratar de encontrar apoyo de las autoridades de la compañía eléctrica, éstas, lejos de estar de su lado, la intentaron amedrentar para callar.

“No debiste haber expuesto el ambiente laboral de esta gerencia”, le reclamó en su momento un subgerente, ahora ya jubilado, a Sofía, con el fin de intimidarla para que desistiera de su acusación, tal vez porque él mismo ha sido señalado de estar implicado en hostigamiento sexual.

Para Sofia esto es “agresores protegiendo agresores”, y podría explicar que los numerosos casos de acoso sexual y laboral que se presentaron en esa gerencia no sean atendidos y las víctimas sufran represalias, como la aplicada a ella cuando se le canceló su bono de productividad, sin justificación.

Aunque las denunciantes insisten en exponer sus casos individualmente con la titular de la gerencia, se topan con la falta de empatía y las puertas cerradas para, simplemente, ser escuchadas.

El Manual para la prevención, atención y sanción del hostigamiento sexual y acoso sexual asegura que tiene como objetivo “garantizar un mecanismo integral de atención a casos de hostigamiento sexual y acoso sexual en la CFE, que contemple acciones de prevención y acompañamiento a las víctimas, así como procedimientos claros, transparentes y accesibles para la recepción y seguimiento de quejas que involucren a personal de la empresa”.

Sin embargo, lejos de aplicar los protocolos y sanciones que vienen integrados en las 30 páginas del documento, como inhabilitaciones y destituciones, buscan esconder los casos o dar largas en las respuestas a las denunciantes, tal vez para que desistan y puedan archivar las acusaciones, a pesar de que lo único que piden es tener un ambiente seguro en su centro de trabajo.

“Estoy decepcionada de la empresa en donde he trabajado más de 23 años, casi 24, porque todo lo que he entregado y que, en algo tan delicado, tan implícito, como no deber tocar a una mujer sin su consentimiento, lo hayan normalizado, ha sido decepcionante”, aseguró Sofia.

-¿Y Bartlett, apá?

-Bien, gracias.

-¿Y la secretaria del Trabajo, Luisa Alcalde?

-Ella es peor aún, pues no sólo no hace su trabajo, sino siendo mujer no sabe de empatía, solidaridad ni de sororidad.

Con estas mujeres en el gabinete, ¿cómo podemos aplaudir la paridad de la 4T?

Casanova sigue inhabilitada

La SFP, de Roberto Salcedo, me envió una tarjeta para informar que el 7 de noviembre el OIC defendió la constitucionalidad y legalidad de la resolución sancionadora de 45 meses en contra de Casanova Vallejo por incumplir obligaciones contraídas con el ISSSTE, de Pedro Zenteno. La suspensión publicada en el DOF no resuelve el asunto de fondo, solamente es para que no aparezca en el Directorio de Proveedores y Contratistas Sancionados. Por otra parte, como les dije: en el Gran Premio de México de la Fórmula 1, Carlos Echenique se la pasó diciendo que su cliente era el Palacio de Hierro; sin embargo, Luis Miguel Moreno, de Relaciones Públicas de la tienda departamental, aclara que no han celebrado contrato alguno con Casanova. El OIC de la SFP interpondrá un recurso de revisión ante el Tribunal Colegiado de Circuito para que sea revocada la instancia que ganó la firma de la familia Echenique. Aquí aplican al 100 el refrán de ‘calladito me veo más bonito’, ¿o no?

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