Sobremesa

Se sirven con cuchara grande funcionarios de la Zona Norte del ISSSTE

Empleados denuncian acoso laboral, nepotismo y actos de corrupción en la contratación de servicios en las clínicas Perú, Guerrero y Guadalupe, entre otras.

Qué les cuento, que, para no variar y perder la costumbre, les traigo otro escándalo de acoso laboral, nepotismo y actos de corrupción en la contratación de servicios, pero ahora en la Subdelegación Regional Zona Norte del ISSSTE, a cargo de Itzel Moreno Palacios.

Y aunque no están para saberlo, les puedo confirmar que, con apenas un año en el cargo, ya enfrenta varias acusaciones ante distintas instancias, incluido el OIC, que parece estar subordinado a las órdenes de Itzel y no de la Función Pública.

Esto ha dado paso a deficiencias en las compras, desabasto, favoritismo a proveedores cercanos y otros males operados por una red de funcionarios médicos y administrativos a la cabeza de esta subdelegación.

Son ellos, los subdelegados, quienes determinan los contratos, el número de éstos y a quién se asignan, y reprenden a quienes se rehúsan a recibir el material médico.

Dichas irregularidades han sido detectadas en las clínicas Perú, Guerrero y Guadalupe, así como en las de Especialidades Médicas de Indianilla y de Especialidades Dentales Dr. Honorato Villa Acosta.

Obvio los denunciantes, que pidieron el anonimato, acusan contubernio de los titulares de la subdelegación con la doctora Norma Elizabeth Barrios, jefa del Departamento de Programación y Desarrollo de la Zona Norte, quien lleva muchos años en el instituto y hasta ha sido exhibida en redes por sus abusos.

El acoso comenzó cuando los empleados de Administración se negaron a firmar o sellar contratos con proveedores que presentaban inconsistencias como equipo médico facturado por triplicado, con distinta fecha de emisión, y hasta equipos que tenían más de dos años sin funcionar.

Las denuncias pasaron a ser del dominio de la subdelegada Itzel Moreno Palacios y de la doctora Barrios, quienes no sólo se deslindaron del problema, sino que aseguraron que el problema era de quienes habían firmado. ¡Quihúboles!

Las acusaciones señalan también al doctor Ángel Chávez Mendoza, director de la clínica Dr. Honorato Villa Acosta, quien actúa como intermediario y ejecutor de las demandas de la doctora Barrios, no sólo para presionar al personal, sino para integrar, comprar material innecesario en el hospital que dirige.

Es este personaje quien ejerce vejaciones, castigos y discriminación hacia los médicos que se niegan a firmar el ingreso de placas de rayos X, así como otros materiales e insumos médicos que, incluso, dicen, ha llegado a resguardar en su propia oficina.

“No se despacha el material que realmente se necesita, pero sobra y excede aquel que quieren ingresar al almacén que no se necesita, pero que a ellos les deja ganancias en ese contrato”, lamentan.

¡Ojo aquí!

Aunque las denuncias llegaron a la misma FGR, este funcionario ni se acongoja. No sólo eso, también tiene acusaciones ante la SFP por firmar usando cédulas apócrifas en el tratamiento de pacientes y en documentos fuera de su competencia, para favorecer a proveedores.

Estas prácticas no sólo van en contra de las normas, sino que también perjudican el buen funcionamiento de la clínica y la atención adecuada a los derechohabientes.

Dos empresas brincan en la mayoría de las denuncias: Operadora Comercial Integral, mejor conocida como Biomédica, e Indesimme, contratadas para brindar servicio de mantenimiento preventivo a los equipos médicos de las distintas unidades médicas de la zona norte del ISSSTE.

De hecho, Indesimme pasó de proveedor de mantenimiento de equipos médicos a ser un contratista de obra menor (reparación de techos, instalación de pisos). ¡Así como lo están leyendo! Pero súmele que los propios administradores desconocían si esta firma contaba con el contrato para brindar dicho servicio.

Nepotismo…

Entre las denuncias figura también la relación que mantiene la doctora Barrios Muñoz, con quien era secretario particular de la subdelegada Itzel Moreno: el maestro Sergio Jaramillo Salgado, quien pasó a ser encargado de Adquisiciones a jefe de Departamento de Obras y Servicios de la Zona Norte.

¿Por qué esta pareja sale a colación? Pues porque son nada más y nada menos que los que integraron Indesimme, que no sólo está señalada de incumplimiento, sino que a leguas hay conflicto de interés y un mal uso de recursos.

Los afectados aseguran que el acoso, las amenazas y hasta castigos que han sufrido es para removerlos de su cargo y que esta red coloque a quienes no se nieguen a firmar trabajos mal realizados, insumos en desproporción o, como dicen, pa’ taparle el ojo al macho.

Aun con la lluvia de oficios y denuncias, los involucrados ya concretaron los contratos y ¡hasta el presupuesto!

Ya ni para qué señalar a Pedro Zenteno, quien seguro anda de gira en algún estado presumiendo cómo está dejando retechulo al ISSSTE.

Pero habría que ver qué opina de estos manejos el presidente López Obrador, quien dice que ya casi somos Dinamarca. Ustedes dirán.

Derecho de réplica…

La semana pasada publiqué que “por el influyentismo de su agresor sexual, Juan Olivas, político de Morena, en contubernio con la Fiscalía mexiquense, logró dos órdenes de aprehensión por delitos fabricados contra DAMA”. Bueno, pues déjenme decirles que me contactó y me mostró una sentencia en la cual se lee el no ejercicio de la acción penal en su contra. Y me aseguró que DAMA, en contubernio con el diputado Isaac Martín Montoya, aspirante también de Morena a la presidencia municipal de Naucalpan, por estar debajo de él en las encuestas internas, quiere desacreditarlo fabricándole delitos falsos. Lo que no está en tela de discusión es que este juicio está lejos de terminar, pues no sólo la semana pasada los cercanos de DAMA cerraron una vialidad del Edomex y lograron por fin dialogar con la Fiscalía y están por presentar la impugnación de la sentencia que les comenté.

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