Antes de comenzarme a leer, por favor váyase por un pan, pues, dicen, las penas con pan son menos.
Cómo ven, que Claudia Sheinbaum, siguiendo el mismo estilo de su jefe, generó un ecocidio en Chapultepec, con su capricho… ay no, perdón, proyecto: la Línea 3 del Cablebús.
La soberbia no es buena consejera.
Inhale y exhale
Gracias a la Sheinbaum, los capitalinos no sólo perdimos La Palma, insignia de nuestra ciudad, sino también El Brócoli, uno de los árboles más emblemáticos del Bosque de Chapultepec y, aunque le cueste muchísimo creerlo -ok, ¡no!-, fue por un proyecto sin estudios ambientales ni de suelo que viola las leyes.
“Un permiso ambiental no hay, un permiso de uso de suelo no hay y un estudio de movilidad de reducción de tráfico de Constituyentes tampoco hay”, afirmaron en entrevista vecinos de la colonia Daniel Garza, una de las cinco afectadas por este plan.
Con el sello de la casa
La construcción del Cablebús de la zona poniente que primero fue vendido como turístico y luego como un “proyecto de movilidad sustentable”, en realidad representa un problema ambiental, de vialidad y seguridad urbana, que no sólo va a afectar a los habitantes de la zona, sino a todos lo que se desplacen por esta fundamental vialidad que conecta con Santa Fe.
“Las juntas con los vecinos se convirtieron en juntas de imposición del proyecto… no te vengo a pedir tu opinión, no te estoy consultando. Tampoco hubo una consulta vecinal”.
Con la soberbia que caracteriza al gobierno de la Sheinbaum… “simplemente nos decían, ‘te digo que aquí va a ir la torre cuatro, la cinco y que me voy a echar tantos árboles’”, explicaron.
Échese un doble del fuerte de su preferencia
Aquí está la explicación del tráfico infernal en la zona y… se pondrá peor.
De hecho, hice un recorrido por Constituyentes y parte de la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec, por donde pasará la Línea 3, y así constaté el ecocidio comentado por los vecinos.
Árboles, no cables
Más de 400 árboles han sido afectados, y aunque el bosque cuenta con un programa para hacer retiros y mejorar la paleta vegetal, lo cierto es que se están olvidando del pulmón más importante de la Ciudad de México.
“Dizque los trasplantan, pero como no hay riego se secan y son cientos, porque hoy se va a secar uno, mañana vienen y ponen otro, pero nunca van a pegar, no dejan crecer los árboles”, acusaron, tal y como ocurrió con el ahuehuete.
Quienes han vivido en la zona por varias generaciones y ven el deterioro y abandono al que han sometido al bosque las actuales autoridades, aseguran que ninguna administración se había atrevido a atentar contra el principal pulmón de la capital del país:
“Te dicen: no hay dinero; para ellos, lo moderno ahora son planchas de concreto, ¡que te lo diga la directora del Bosque de Chapultepec! Ningún ambientalista te diría eso”, lamentaron.
Los árboles trasplantados son fáciles de identificar porque están secos, para ellos se trata de un intento fallido porque todos los árboles se pierden, no están creciendo y la única agua que reciben es en días de lluvia.
El Cablebús no tiene un estudio de impacto ambiental, sólo una autorización producto de un acuerdo de facilidades que emitió la propia Secretaría del Medio Ambiente. Quitar árboles para colocar cables y torres sí es ecocidio.
Otro fuerte y, si puede, trate de meditar, pues… nos están poniendo en riesgo.
Zona de minas
Aunque no están para saberlo, les cuento que debajo de Constituyentes existe una mina. Basta con que pasen camiones para sentir el movimiento del suelo. Con la Línea 3 se pretenden colocar 38 torres para una distancia de 5.42 kilómetros, que implica un mayor peso en la zona.
“Ese es el riesgo que tenemos por el peso, va a haber una sobrecarga porque la misma mina se va a colapsar y nos va a afectar a nosotros, el temor que tenemos es que colapse la estación”, advirtieron.
Construir sobre una zona de riesgo alto, con minas sin rellenar, no es garantía de seguridad, menos cuando no se les dio tratamiento y las pilas de cimentación fueron colocadas primero.
“¡Las columnas están sobre minas, en una zona de riesgo alto, te lo dice el mapa y se hizo antes del proyecto!”, reiteraron.
Ellos tienen otros datos
De acuerdo con el secretario de Obras y Servicios, Jesús Esteva Medina, la obra no compromete la estabilidad de la mina e, incluso, consideró que no era necesario rellenarla; es decir, para él “no pasa nada”, como siempre.
La estructura que más les preocupa es la torre frente al Panteón Dolores. Cualquiera que alguna vez haya jugado Lego sabría que tarde o temprano se va a caer por el peso y el mal diseño.
“No estamos en contra de la obra por el simple hecho de estar en contra, pero si tú proyectas una obra con bases, con estudios, con impacto, con aprobación vecinal y todo lo que conlleva, otra cosa sería”, comentaron.
Por si fuera poco, agregaron que habrá una reducción de carriles sobre Constituyentes, para construir una de las estaciones, lo que volverá aún más complicada la vía en horarios pico. Calculan que si antes podías trasladarte a Santa Fe en auto en 40 minutos, el tiempo aumentará considerablemente hasta en dos horas.
Aunque, claro, el Cablebús sólo llega hasta Vasco de Quiroga, por lo que aún tendrías que tomar otro transporte. ¿Realmente va a mejorar la movilidad, a fomentar la cultura y el turismo, o se va a convertir en un peligro latente que derive en una nueva tragedia para la capital?
El topo de Claudia
Qué les cuento, que Luis Montaño y su empresa, la contratista consentida, Lumo Financiera del Centro, desde hace 10 años de varias administraciones estatales y municipales panistas, es ahora el mismísimo coordinador del partido de Mario Delgado en el estado de Delfina Gómez. Así como lo están leyendo. Adán Augusto López apadrinó el arribo de este personaje a la campaña presidencial, pero muchos en Morena lo ubican como un topo que pretende erosionar la campaña de Claudia Sheinbaum. Ahora bien, vale la pena dejar en claro que, aunque la especialidad de Montaño es la de juntar dinero y compromisos, de acuerdo con los coyotes su chamba sólo será como coordinador, ¡Pos’ wow!