Sobremesa

El diablo ronda, me dicen, ¡en todo el edificio de la CNBV!

La relación personal entre Elizabeth Soria y Martha Irene Paz Balderas ha afectado procesos de licitación y provocado conflictos de interés directos.

Los escándalos en la CNBV no paran, pues no sólo su director, el usurpador Jesús de la Fuente, tiene casos de hostigamiento y acoso; ahora también aparece el nombre Elizabeth Soria, directora general de Operación y Recursos Humanos, quien instauró como estandarte el favoritismo y la mala praxis que deterioró significativamente la institución.

El 17 de abril publiqué la columna El presidente de la CNBV, usurpador, acosador y misógino, y cómo dejar de platicarles que durante la Convención Bancaria alguien lo cuestionó por dicha información y, soberbio como es, contestó: “Se quedó corta”.

Ah, y también durante la Bancaria estuvieron desayunando Jesús de la Fuente y Patricia Armendáriz, y les puedo contar que no acabaron muy bien. ¿Cuál sería la diferencia? ¿Por qué se habrán peleado? Pero de que les cayó pesado el desayuno, les cayó.

Regresando a la CNBV, les cuento que su cercana, Elizabeth Soria, ha contratado a sus amigos y hasta al novio, a pesar de su nula experiencia.

Fuerte doble

Y si no me cree, hay que darse una vuelta para conocer a José Luis López y a Arturo Domínguez, coordinadores de Recursos Humanos; Saul Yair Martínez, Ariana Vanessa Canales y Rubén Eduardo Arreguin, directores de Organización y Recursos Humanos; su asistente, Pamela Itzayar, así como a Martha Irene Paz Balderas, directora de Planeación Estratégica y secretaria ejecutiva del Comité de Ética, entre otros.

“Estas contrataciones han deteriorado la integridad y la efectividad de la institución. La relación íntima entre Elizabeth y Martha Paz Balderas ha influido en decisiones críticas fuera del alcance operativo de sus cargos, afectando -escúchelo bien- procesos de licitación y provocando conflictos de interés directos”, expusieron trabajadoras y trabajadores en condición de anonimato.

Una de sus más recientes y cuestionables contrataciones ha sido la de Fernando Trujillo Galván, por su clara incapacidad y sus abusos.

Como en la Inquisición

Los denunciantes también acusaron que Elizabeth y sus subdirectoras, Erika Cruz y Karina Sandoval, ejercen presión constante sobre el personal, infringiendo los derechos humanos con abusos que van desde los gritos e insultos, hasta las vejaciones.

Por si fuera poco, las víctimas aseguran que utilizan los sistemas de vigilancia de la propia institución para monitorear y controlar el comportamiento de los empleados. ¡Como en la Inquisición o peor!

“Todo el tiempo somos observados, parece que hay ojos en las paredes y cuidado si se alza la voz, pues las críticas o desacuerdos se castigan severamente”, aseguraron.

El control sobre el personal es tan estricto que incluso las actividades diarias y movimientos menores, como ir al baño o tomar un descanso para comer, deben ser reportadas.

Amor en tiempos de cólera

Y el colmo de los colmos… Mientras los trabajadores continúan recibiendo acosos y abusos de todo tipo, Elizabeth se preocupa solamente por su bienestar y por “echar el novio”. ¡Así como lo está leyendo!

Según la denuncia, la titular de RH sostiene una relación sentimental con Mauricio Cruz Ortiz, coordinador de Sanciones Administrativas. Esta situación ha exacerbado la desconfianza entre el personal y ha afectado a su vez la toma de decisiones.

“Jesús de la Fuente sabe del noviazgo, pero son cínicos, como saben que tienen el poder, les vale y nadie les hace nada”, manifestaron.

Asimismo, ha mostrado una clara enemistad hacia Francisco Joaquín Moreno y Rojas, vicepresidente de Administración y Planeación Estratégica, desobedeciendo abiertamente sus instrucciones y pasando por alto su autoridad.

Servicio médico inhumano

La terrible gestión ha alcanzado hasta a los trabajadores ya retirados. Los errores de la dirección de la CNBV se han reflejado también en el servicio médico, donde la subdirectora y ‘amigaza’ Karina Sandoval es la encargada de administrar el área, junto con Ana Reyes y el llamado por los afectados “el staff de los malos médicos”, donde se encuentran Azul Nava y Viridiana “N”, doctoras del área que la misma titular de RH contrató con nepotismo.

Esto ha dejado a los beneficiarios, pero sobre todo a los jubilados, la mayoría de ellos adultos mayores, desatendidos, con reportes de citas canceladas, malos tratos e, incluso, la falta de medicamentos.

“Las fallas de Karina han sido ignoradas por Elizabeth, quien ha priorizado relaciones personales sobre la competencia y la eficacia. No les importan las personas, su salud. Nos están matando”, sentenciaron.

Actualmente, los mismos jubilados, afectados algunos de salud, ya se están organizando para protestar por la falta de servicios adecuados. Así de increíble y nefasta la situación.

Funcionarios cuestionados

Esther Ramírez y Ana Andrade, señaladas por comportamientos hostiles y abusivos.

Brenda Menes, Diana Canela y Socorro Aguirre, mencionadas por explotar tanto los recursos de la CNBV como al personal.

Ernesto Ángeles, Gustavo Castillo, Raúl Córdova, Marco Villar y el doctor Sánchez Bugarín, descritos como ineficaces en sus funciones y liderazgo.

Liz María Padilla Longoria, apodada La Intocable, y Blanca Luna, Protegida de la Intocable, destacadas por recibir tratos preferenciales indebidos.

Luz María Santillán y Rosa Padilla, cuestionadas por su desempeño y la justificación de sus compensaciones.

“Ayuda, ayuda urgente”

La situación en la CNBV, bajo la dirección de RH de Elizabeth Soria León y de su director, Jesús de la Fuente, es insostenible. Empleados y jubilados de la CNBV piden a gritos que se realicen investigaciones puntuales y la destitución de Elizabeth Soria y Jesús de la Fuente.

“Urgen recortes, los funcionarios nuevos cometen errores y no saben trabajar, maltratan y abusan. Todos hacen que no ven y se los permiten, incluso el OIC. Se deben tomar medidas correctivas serias para restaurar la integridad y la funcionalidad de la comisión”, concluyeron.

-¿Y el secretario de Hacienda, Ramírez de la O, apá?

-El Fantasma de Palacio, ¡bien, gracias!

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