Sobremesa

Vanessa, el retrato de la miseria humana de la ‘4T’

Vanessa es una mujer de 40 años que lucha contra el cáncer cervicouterino, una batalla que se complica más porque su taxi le fue arrebatado y desvalijado mientras estaba bajo la custodia de la fiscalía capitalina.

“Felicidades, mamá, lo hiciste muy bien”: la hija de Vanessa Castillo.

En el salón, tras escuchar a la niña darle ánimos a su mamá en el ambiente, les puedo platicar que se percibía rabia, frustración, había hasta a quienes las lágrimas sólo les rodaban por las mejillas.

Inhale y exhale

Esto sucedió durante la campaña en un evento que organizaron las diputadas locales panistas Daniela Álvarez y Luisa Gutiérrez, la priista Tania Larios y la perredista Vero Juárez, candidata al Senado, con las víctimas de Ernestina Godoy, para que el candidato a la CDMX, Santiago Taboada, las escuchara.

“El cáncer que existe en la fiscalía no tiene cura”

La fiscalía CDMX, bajo el turbio legado de Ernestina Godoy, fue y sigue siendo una máquina implacable de corrupción e impunidad que persigue opositores, salva a corruptos propios o reconvertidos en morenos, como Javier Corral, y desampara a las víctimas como Vanessa Castillo.

Vanessa Castillo (Especial)

Vanessa es una mujer de 40 años que lucha contra el cáncer cervicouterino desde junio del año pasado, una batalla que se complica más por la pérdida de uno de sus medios de sustento: un taxi que le fue arrebatado y desvalijado mientras estaba bajo la custodia de la fiscalía capitalina. ¡Así como lo están leyendo!

Vanessa Castillo (Especial)

“No sabes qué desgaste económico hemos tenido aquí en casa de usted. Porque me detectaron lo del cáncer ¡Tengo tumores en la matriz!”.

“El doctor me dijo: ‘ya te tengo que operar’, pero obviamente me tienen que controlar los niveles. ¿Cómo me compro el medicamento? ¿Cómo le hago?”.

Comenzó el calvario, una “peregrinación” plagada de frustración y desamparo

En febrero de 2022, el chavo que le manejaba su Aveo 2017 en Uber fue detenido por la policía de la ciudad por presunto robo a un negocio. Aunque fue liberado sin cargos, pues demostraron que no había tal delito, el Chevrolet Aveo 2017 de Vanessa quedó retenido por la Fiscalía Desconcentrada de Investigación en Tlalpan, Coordinación Territorial TLP-2 TLP-3.

“El peregrinar es bien desgastante y estar yendo a las audiencias es un gasto”, dijo Vanessa con cansancio.

Y aunque les cueste creerlo -ok, no-, para que le regresaran su coche que no participó, repito, en ningún delito, el titular de la Unidad de Investigación, Andrés Uscanga Albavera, la agente del Ministerio Público María del Carmen Ibáñez Monzón y su oficial secretario, María Guadalupe Muñoz Navarro, le hicieron la sugerencia de apoyar la economía familiar… ¡Pero la de estos descarados!

“Obviamente me insinuaron lo del dinero y lo tengo en mis declaraciones ¿Cómo voy a dar dinero para sacar mi carro?”.

Después de más de medio año con todos los requisitos para la liberación de su carro y de idas y vueltas implorando respuestas a media fiscalía, el auto le fue devuelto, pero en condiciones deplorables. Para que mejor me entiendan, le hubieran dado más por él como chatarra que como auto usado.

Café con piquete

Las piezas esenciales del taxi fueron robadas durante su aseguramiento en el Depósito Vehicular Fuerte Loreto, ubicado en Eje 5 Sur.

“¿Cómo que roban piezas de los autos que están en el corralón? ¡Si es propiedad de la fiscalía!”, exclamó Vanessa, exasperada por lo absurdo de la situación.

Por lo que interpuso una denuncia contra los funcionarios responsables, incluyendo al titular de la Unidad de Investigación, Andrés Uscanga Albavera, quien, -y como mi pecho no es bodeg-, cuenta con varias denuncias por su negligencia y nepotismo en Asuntos Internos.

Fuerte doble

¿Ustedes qué creen que pasó? ¡Claro! Se salieron con la suya. Aun con todas las pruebas aportadas y la evidente culpabilidad, ninguno fue vinculado a proceso por el delito de ejercicio abusivo de funciones, especificado en la carpeta de investigación CI-FITL/TLP-3/UI-3 C/D/1117/09-2022 D01.

Incluso en la audiencia del 28 de agosto de 2023, los imputados indicaron que ofrecerían un acuerdo con la víctima para reparar el daño, el cual nunca se concretó.

¿Entonces el juez Irving Michel Fernández García se vendió? ¿O qué pasó?

Atole con el dedo

Como ya no había nada que perder, Vanessa intentó recurrir a la entonces fiscal, Ernestina Godoy; a la todavía titular de la Jefatura de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, e incluso, recientemente, con el porro de Martí Batres, actual jefe de Gobierno ¿Qué consiguió? Puro “atole con el dedo”.

Fuerte doble, pero a pico de botella

Ernestina Godoy (Especial)

“En dos ocasiones, de hecho, busqué a Claudia Sheinbaum y según ella me iba a dar solución. Fui a buscar a la exfiscal Ernestina Godoy, también dos veces, y me mandó con su ayudante, el fiscal de Asuntos Internos (José Gerardo Huerta Alcalá), y que, según esto, la fiscalía los iba a castigar y que no sé qué”.

El cáncer no espera

“Tengo tumores en la matriz, y los medicamentos son muy caros ¿Cómo me compro el medicamento?”.

La situación económica de Vanessa se ha deteriorado, pues, sin su taxi, sus ingresos se vieron reducidos, lo que la ha orillado a postergar algunos tratamientos para el cáncer.

“¡No se vale que jueguen así! Estoy en un tratamiento oncológico. Requiero ser operada ya y no me puedo operar porque no tengo la solvencia económica. Simplemente pido justicia o lo que corresponde a la ley. Si yo tuviera mi automóvil, podría venderlo y ocupar el dinero para mi tratamiento”.

Lo que acaba de leer lo declaró hace un año durante una audiencia.

Para pagar su operación vendía, ofrecía su laptop en mil 850 pesos si se la compraban en un pago o en dos mil pesos si era en dos pagos. Su tele… en fin, todo lo que puede.

(Especial)

Gracias a su tenacidad y al apoyo de la diputada Daniela Gutiérrez, quien fue reelecta, la semana pasada logró operarse. Sin embargo, y como no sólo no somos Dinamarca, sino que estamos mucho peor que con los neoliberales, me platicó que ella debió llevar hasta el envase en el que le entregaron el tejido que le quitaron para que ella lo llevara para que le hagan la biopsia.

Aguas porque hay riesgo de vomitar

Pues ¿ya se dieron cuenta o captaron que la vida y salud de Vanessa se fueron al traste por la policía y la fiscalía de la CDMX?

Vanessa es víctima no sólo de la ineficacia de la fiscalía capitalina, sino también del delito de robo de autopartes que no ha sido clarificado. Mientras, los funcionarios responsables continúan recibiendo sus sueldos, e incluso algunos, como Godoy, se integran al gabinete presidencial.

“Ellos siguen trabajando y cobrando ¡No es justo, por Dios que no es justo!”.

“Yo tengo cáncer y, primero Dios, se me va a quitar, pero el cáncer que existe en la fiscalía CDMX no tiene cura ¡No tiene cura!”.

“Ellos me han enfermado más”, me dijo Vanessa, con ojos cristalinos y la voz entrecortada.

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