Sobremesa

Pasó en Las Vegas

El Consumer Electronic Show de Las Vegas desbancó al evento más importante de la industria automotriz en EU, el Autoshow de Detroit, ganándoles la partida en popularidad y relevancia.

Hoy debería haberles traído la crónica número 12 del Autoshow de Detroit, pero, tristemente, en enero del año pasado se terminaron 30 años de este evento. Para dimensionar este cambio, déjenme contarles que este Autoshow data desde 1899, ¡así cómo lo están leyendo! Que desde 1965 se realizaba en el COBO Center, pero fue hasta 1989 que fue nombrado North American International Autoshow (NAIAS).

¿Qué sucedió? Que el CES (Consumer Electronic Show) de Las Vegas, que también se hace los primeros días de enero, desbancó al evento más importante de la industria automotriz en Estados Unidos –léase Chrysler, Ford y GM–, ganándoles la partida en popularidad y relevancia. Con decirles que las marcas automotrices decidieron que los mayores avances tecnológicos los presentarían en el CES en lugar de en el NAIAS. Y no es para menos, pues la tecnología ha tomado por asalto nuestras vidas, con pantallas, refrigeradores, dispositivos móviles, artículos de la más diversa índole, todos conectados a la nube, y los autos no fueron la excepción. Así pues, para este 2020 el NAIAS se realizará en junio, intentando con ello revitalizar el evento con un mejor clima y con más actividades al aire libre. ¿Lo lograrán?

Para acabarla de amolar...

Y ya entrados en el tema automotor, 2020 se muestra ante nosotros como un año no muy optimista. México mostró en 2019 un mercado interno en caída libre, con retrocesos en ventas constantes por más de 32 meses de forma consecutiva. Pero esto No es lo peor, para acabarla de amolar, Estados Unidos reporta un cierre de año menor al año anterior en poco más del 1 por ciento; pero ahí no para la cosa, ya que algunos analistas señalan que en 2020 caerá nuevamente el mercado norteamericano por debajo de 17 millones de unidades, a 16.8 millones. ¿Esto es mucho o poco? Para poder dimensionar esta cifra, déjenme decirles que en 2016 el mercado americano superó las 17.5 millones de unidades y desde 2015 no cae por debajo de 17 millones de unidades al año, por lo que, siendo México el principal proveedor, entonces, pues la cosa sí se pone complicada.

¿Dados cargados?

Me cuentan que la SFP, de Irma Eréndira Sandoval, y la ASF, que dirige David Colmenares, están por revisar el proceder de Ignacio Ovalle y René Gavira, funcionarios de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), quienes se dedicaron a defender a Jet Van Car Rental, empresa de Cuauhtémoc Velázquez y Teresa López, proveedor que incumplió su contrato. Resulta que la arrendadora tuvo retrasos de más de 15 días en la entrega de 100 tractocamiones que ocuparía Segalmex para distribuir alimentos a todo el país, programa, ojo, insignia de AMLO. Suena raro, por decir lo menos, que estos funcionarios públicos maniobraran para defender los retrasos de Jet Van sin reparar en las repercusiones en el reparto de productos básicos al interior del país. Pero esto no fue todo, además, la institución recibió la flota vehicular a cuentagotas y sin las placas federales correspondientes, y agárrese, sólo la sancionaron por no haber entregado seis unidades. ¡Quihúboles!, a poco no les cruzó por la cabeza el: ¿serán cómplices?

¿Ahora qué?

Por si le faltaran problemas a la jefa de Gobierno, qué les cuento, que José Merino, titular de la Agencia Digital de Innovación Pública, anda muy crecidito y la quiere escalar a Secretaría en el organigrama del gabinete. Súmele además la falla en el sistema de alarma sísmica, que se activó "solamente" en 900 postes de la ciudad. ¡Menos mal! Pero esto no es todo, cómo no traer a colación al activista, ah, no, perdón, al secretario de movilidad, Andrés Lajous, a quien se le ocurrió adelantarse con aquello de imponer horarios en la CDMX en los que los automóviles no puedan circular con una sola persona a bordo. ¡Y la que se armó!

Ahora bien, tras el incendio en la Merced, el exprocurador Ignacio Morales Lechuga tuiteó: "El incendio de la Merced es consecuencia de no tener un reordenamiento de comerciantes, un nulo cumplimiento de reglamentos de protección civil y unas autoridades que prefieren no disminuir su clientela política a poner en orden a todos los comerciantes". Leído lo anterior, con este equipo, Claudia, ¿para qué quiere enemigos?

COLUMNAS ANTERIORES

Román y Lorenzo Meyer, ideólogos de la corrupción
Acapulco es muestra de cómo Morena puede destruir

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.